El fútbol alemán suele estar a la vanguardia en muchos aspectos, y este fin de semana no fue la excepción. Sabrina Wittmann, exfutbolista de 32 años, se convirtió en la primera entrenadora en hacerse cargo de un equipo profesional masculino teutón al sentarse el domingo pasado en el banco de suplentes del Ingolstadt en un partido de la tercera división de la Bundesliga.
Wittmann hizo historia en Alemania en el agónico empate 1-1 que su equipo logró en el quinto minuto de descuento ante el Waldhof Mannheim. Hasta ahora, los antedecentes más destacadas de mujeres en equipos masculinos los había protagonizado Marie-Louise Eta, que se convirtió en segunda entrenadora del Union Berlín tras el cese de Urs Fischer y sus asistentes, y llegó a formar parte del cuerpo técnico incluso en algunos partidos de la Liga de Campeones. Además, en la Bundesliga, por una sanción al primer entrenador Nenad Bjelica, llegó a dirigir en el partido contra el Darmstadt, aunque en conjunto con otros asistentes. Los otros ejemplos en Alemania son las ligas regionales.
"Desde hace ya algunos años las mujeres tienen derecho al voto. Está bien que el fútbol, sobre el que hay muchos tópicos, muestre que muchos prejuicios son falsos", dijo el capitán del Ingolstadt, Lukas Fröde, después del partido. El diario Süddeutsche Zeitung de Múnich se hizo eco de la declaración de Fröde, al remarcar que algo dice sobre el fútbol el que, entre el momento en que se aprobó el voto femenino y el momento del debut de Wittmann, hayan tenido que pasar 106 años. "Nadie le ha regalado esta oportunidad. Y nos dimos cuenta muy pronto de que es una buena entrenadora", aseguró Fröde.
El autor del gol del Ingolstadt en tiempo de descuento, Sebastian Groening, dijo que en un mundo moderno no hay porque prestar atención a si el equipo es dirigido por un entrenador o una entrenadora. "Sabrina tiene grandes cualidades. Da igual que sea una mujer o un hombre", aseguró el autor del primer tanto de la "era Wittmann".
Wittmann, de 32 años y que pasó varios años de formación en Estados Unidos, había dirigido antes las categorías inferiores del Ingolstadt y ahora asumió el primer equipo, inicialmente en calidad de interina hasta final de temporada. En su nuevo cargo relevó al técnico Michael Köllner, cuyo contrato fue rescindido por el club de común acuerdo por considerar que el equipo se había estancado deportivamente. A dos fechas del final del certamen, el Ingolstadt marcha undécimo en la Tercera Bundesliga con 50 puntos, gracias a 13 triunfos, 11 empates y 12 caídas.