La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), en negociaciones de paz con el gobierno de Colombia, anunció esta semana que retomará los secuestros, argumentando que el Ejecutivo incumplió su compromiso de entregar donaciones de la comunidad internacional.
Los insurgentes, en tregua con la fuerza pública desde 2023, habían acordado "suspender de forma unilateral y temporal las retenciones de carácter económico" en enero de este año, luego de una crisis en las negociaciones motivada por el secuestro del padre del futbolista colombiano del Liverpool Luis Díaz.
En su anuncio de este lunes, la Dirección Nacional del ELN aseguró que dicho compromiso estaba condicionado a la puesta en funcionamiento de un "fondo multidonante" con recursos de la comunidad internacional que les serían entregados.
"El Gobierno muestra poca voluntad para avanzar en este campo. Dado lo anterior, el ELN da por terminada su oferta de suspensión unilateral de retenciones económicas", dijo la dirigencia de esa guerrilla en su cuenta de Telegram.
La respuesta del Gobierno
"La delegación del gobierno Colombiano siempre ha dejado en claro al ELN que el comercio con seres humanos no tiene justificación y su eliminación no es objeto de ninguna transacción", reaccionó el Ejecutivo en un comunicado.
"Esperamos que el ELN mantenga el compromiso adquirido ante la sociedad colombiana y la comunidad internacional y ponga fin a cualquier forma de secuestro", agregaron los delegados del presidente Gustavo Petro.
La estatal Defensoría del Pueblo, que vela por los derechos humanos, afirmó en un comunicado que el ELN demostró "por enésima vez la poca voluntad que tiene para sacar adelante una conversación de paz".
La negociación estuvo congelada varias semanas en abril por un acuerdo paralelo del gobierno con una facción disidente del ELN para el desminado de una región del sur del país. A mediados de ese mes, las partes reanudaron el proceso tras una "reunión extraordinaria" en Caracas.
Según el gobierno el "fondo multidonante" es para "la financiación de las actividades de paz contenidas en los diálogos" y "de ninguna manera se creó como contraprestación a la suspensión del secuestro".
El rapto del padre de Luis Díaz se prolongó durante semanas y generó gran rechazo en un país donde unas 50.000 personas han sido víctimas de este delito en seis décadas de conflicto armado, según la estatal Comisión de la Verdad.