Se acentuó la caída de la producción industrial en marzo, se desplomó 21,2 por ciento respecto a igual mes de 2023. La actividad fabril está operando en los mismos niveles que junio de 2020, esto es cerca del piso que tocó la industria en plena pandemia, según los datos difundidos el miércoles por Indec. En marzo todas las ramas de la industria presentaron caídas interanuales, es evidente que la crisis es generalizada y la causa es unánime: la caída de la demanda interna explica el desplome productivo. Frente a este desastre, y sus consecuencias sobre el empleo y la calidad de vida de los argentinos, el Gobierno no acusa recibo.
El retroceso de la actividad fabril en marzo también fue pronunciado en la comparación respecto al mes anterior: 6,3 por ciento se derrumbó la producción industrial, según informó Indec. Pero no sólo preocupa este dato sino las expectativas a futuro, dado que los empresarios consultados anticipan peores ventas durante el segundo trimestre de 2024 en el 52 por ciento de los casos encuestados. Esto influirá sobre el desempeño importador, y en el 48,7 por ciento de los casos anunciaron que no variarán sus compras en el mercado externo: un dato que resulta alentador para el Gobierno que debe cuidar las divisas. No son pocos los especialistas que destacan las virtudes en términos macroeconómicos de esta recesión autoinducida.
El acumulado del primer trimestre del año, la actividad industrial mostró una caída del 14,8 por ciento respecto a igual período de 2023. La misma sólo tiene parangón con los registros de mediados de 2020, cuando la economía se encontraba en plena pandemia. Ahora enfrenta la pandemia liberal-libertaria.
En términos sectoriales la caída fue unificada, como dato revelador de marzo. En orden a su incidencia sobre la dinámica general, el primer lugar es del rubro de alimentos y bebidas con una caída interanual del 14,2 por ciento en marzo. La elaboración de “otros productos alimenticios” explicó el grueso de esa caída con una baja interanual de 28 por ciento, según relata Indec, en referencia a las bebidas gaseosas, productos de copetín y condimentos, aderezos y salsas, etc. También se reflejaron bajas en la producción de pescado y sus derivados, y de alimentos preparados para animales. Todo como consecuencia de menores ventas en el mercado interno.
La producción de “galletitas, productos de panadería y pastas” presentó en marzo una baja interanual de 13,9 por ciento y obligó a reprogramar la producción ante una acumulación de stocks por la falta de ventas. Los “productos lácteos” registraron en marzo una caída del 17,3 por ciento, reflejando una menor elaboración principalmente de quesos, yogures y leches fluidas, señaló Indec. La preparación de “frutas, hortalizas y legumbres” tuvo una caída del 18,2 por ciento en el mes, afectada por factores climáticos y menor consumo. En tanto que la caída en “carne vacuna” fue de un orden similar, del 17,3 por ciento en marzo, con caída en las ventas internas y aumento de las exportaciones (principalmente destinadas a China y representantes del 33 por ciento de la producción local).
En segundo lugar sobresalió el sector de maquinaria y equipo con una baja del 37,9 por ciento interanual en marzo. La producción de “maquinaria agropecuaria” explica un cuarto de esa caída, puntualmente esta actividad retrocedió un 48,7 por ciento en el tercer mes del año. Las expectativas de ventas en el sector primario tampoco son alentadoras y esto afectaría a la producción, según explicó el Indec. También los “aparatos de uso doméstico” sufrieron en marzo una caída del 42,4 por ciento: la gente compra menos lavarropas, heladeras y freezers.
En tercer lugar en importancia se ubicó la caída en el sector de las industrias metálicas básicas, con importantes eslabonamientos dentro del entramado industrial general, del 34 por ciento en marzo, y acusando el impacto de la crisis en la siderurgia fundamentalmente. La suspensión de la producción en Acindar se prolongó de marzo hasta mayo y junio y preocupa a todos los referentes del sector. A su vez, según la Cámara Argentina del Acero, las elaboraciones de productos laminados en caliente y de laminados en frío mostraron caídas de 47 y 51,7 por ciento interanual en marzo. El sector se ve golpeado por una menor demanda de parte de la construcción, la industria automotriz, la producción de maquinaria agrícola y de electrodomésticos. Una crisis generalizada que cada vez es más evidente.
Las caídas en los restantes sectores de la actividad fueron: del 35,8 por ciento en productos minerales no metálicos, del 42,8 en otros equipos, aparatos e instrumentos, del 19,3 por ciento en madera, papel, edición e impresión, un 40,4 por ciento retrocedió la producción de muebles y colchones, el complejo automotriz cedió 25,2 por ciento interanual, un 24,6 por ciento fue la caída en productos de metal, y del 23,3 por ciento en productos de caucho y plástico. El deterior en prendas de vestir, cuero y calzado fue 21,3 por ciento en marzo, la elaboración de sustancias y productos químicos cayó 4,8, los productos textiles 25,1 por ciento, los de tabaco un 20,2, la refinación del petróleo mermó 4 por ciento, y otro equipo de transporte 19,8 por ciento.