La actividad se paralizará este jueves en buena parte del país, y la provincia de Buenos Aires vive uno de sus momentos más complicados fruto de un ajuste nacional que impacta de lleno en el universo de los trabajadores bonaerenses.
Buenos Aires/12 dialogó con militantes y dirigentes sindicales de distintas actividades y trayectorias, de cara a un paro que imaginan como "punto de inflexión" en la relación con el oficialismo por su enorme acatamiento. Los entrevistados resaltan la unidad entre las distintas organizaciones, como un valor central de esta etapa.
Un secretario general de una central sindical, uno de una federación, dos de sindicatos y un delegado explican los motivos del paro del jueves, las preocupaciones de los trabajadores y el clima de angustia que se vive a diario.
“Entre muchas otras cosas, los trabajadores bonaerenses paramos por la restitución de las transferencias que se cortaron desde la Nación, que no eran arbitrarias, sino que estaban sustentadas en leyes o convenios", sostiene Oscar “el Colo” de Isasi. "Si bien los recortes son parejos para todas las provincias, en la nuestra se combina el objetivo fiscal con el político de dañar a Axel Kicillof, que es una figura llamada a ocular un lugar relevante en la próxima etapa”, dice el secretario general de la CTA Autónoma de la Provincia de Buenos Aires.
"Contrariamente a lo que nos quieren hacer creer, el de Javier Milei es un gobierno débil", asegura el histórico referente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y agrega: "Los gobiernos, en sus primeros cien días, pueden hacer casi cualquier cosa, pero Milei sufrió una derrota contundente a los 50 días de asumir, cuando el Congreso le obligó a reitrar su proyecto de ley ómnibus. Y esa derrota estuvo vinculada a la impactante movilización de las tres centrales sindicales, una semana antes”.
Para De Isasi, la actual versión de la denominada Ley Bases "es consecuencia de aquel fracaso". "Por eso el paro, que va a ser contundente, es importante como mensaje a los legisladores: a los senadores, para que no aprueben esa ley, y a los diputados, para que deroguen el DNU 70”, agrega el dirigente que asegura que “el campo nacional está a la defensiva" y que "en esta etapa el objetivo es que Milei rompa lo menos posible". "Cuanto menos lo dejemos romper, más rápida y fácil será la reconstrucción cuando nos toque volver” define.
Rubén “Cholo” García acuerda con ese diagnóstico y lo sintetiza en una frase: “peleamos contra un modelo, no queremos volver al pasado”. El secretario general de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) explica que “la no convocatoria a paritarias ni al consejo del salario, la no homologación de paritarias acordadas, el aumento desmedido de los precios de alimentos y servicios públicos, el intento de precarizar a los trabajadores, todo eso conforma un modelo de destrucción y ataque a nuestra clase”.
Recién llegado a Mar del Plata, para apoyar al sindicato local en su conflicto con el intendente del PRO, Guillermo Montenegro, explica que si bien los municipales bonaerenses tienen la estabilidad garantizada por ley provincial, son cada vez más los trabajadores de otras provincias y otras actividades que ya comenzaron a experimente "el drama de los despidos”.
“En General Pueyrredón, desde diciembre los laburantes perdieron 42 puntos de su salario y Montenegro les ofrece 10, Milei no tiene intendentes propios, pero algunos amarillos sobreaxctúan y se pintan de violeta”, destaca.
Pablo Maciel es médico y titular de CICOP, el sindicato de los trabajadores y profesionales de la salud pública provincial. “Paramos para que el gobierno cambie el rumbo, porque así no va”, resume. “Ese es el planteo general, ahora, en particular, nuestras preocupaciones pasan por el capítulo laboral de la ley de bases y por el impuesto a las ganancias”.
En esa dirección explica: “Nosotros habíamos conseguido la exención impositiva para las guardias, para que no se computen en el cálculo de ganancias. Si se modifica eso, lo que va a pasar es que van a quedar más guardias sin cubrir, lo que tendrá un impacto muy negativo sobre la situación sanitaria en general”.
Maciel destaca que en la provincia de Buenos Aires existen paritarias mensuales, "que representa un avance enorme respecto de otros distritos, pero si vuelve ganancias la mayoría no va a llegar a fin de mes". "Hay mucha angustia por ese tema”, dice consultado por este medio.
La CICOP integra a nivel nacional la Federación Sindical Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud (Fesintras), que también anunció su apoyo a la medida de fuerza. En consecuencia, en los hospitales públicos de todo el país, sólo habrá guardias y atención de emergencias.
La angustia que menciona Maciel no se ciñe a los trabajadores de salud. Buenos Aires/12 pudo confirmar que, a raíz de las presiones psicológicas que aplica la nueva gestión de Aerolíneas, se multiplicaron los pedidos de licencia, los cuadros de estrés y ansiedad.
Nahuel Chancel tiene 37 años y es, desde 2022, secretario general del poderoso Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH) de Ensenada. "Acá decidimos parar y la federación también decidió parar junto a la CGT, desde que la conduce Juan Carlos Crespi hay otra actitud", dice.
"Acá hay trabajadores con salarios altos, que están dispuestos a dar la pelea si llegan a reimplementar el impuesto a las ganancias, porque acá todos trabajamos horas extras y feriados para mejorar nuestros ingresos", explca y agrega que, entre los afiliados "hay muchos pibes jóvenes que alquilan su vivienda y el DNU los está matando".
Por otro lado, Chancel agrega que "acá en la región, hay una definición política contraria a este modelo, votamos otra cosa". "Esto no es la Ciudad de Buenos Aires, ni Córdoba, ni Mendoza, por eso vamos a discutir fuerte, sabemos que hubo una estafa electoral, aunque lo nieguen, porque el ajuste supuestamente lo iba a pagar la casta", asegura mientras cuenta que el apoyo popular al Presidente empieza a estar en baja y que eso se nota en las calles. "En un localidad de menos de cien mil habitantes todos no conocemos y le vemos la cara de decepción a los que votaron a Milei", retrata.
Mariano Airali es delegado de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Allí representa a unos 400 trabajadores de tierra de distintos sectores (check in, ventas, administración, supervisión y reclamo de equipaje, entre otros). “Nosotros paramos contra el proceso de privatización y la ley de bases, que perjudica a los trabajadores”, afirma el bonaerense que trabaja en una de las empresas que el oficialismo nacional sostiene en su plan de privatización.
“Acá la principal preocupación es si vamos a tener trabajo mañana, porque ahora abrieron un plan de retiro voluntario pero la propuesta era muy pobre y apenas aceptó el 1 por ciento de la plantilla", cuenta Airali que adelante que la empresa anunciará una nueva instancia de ese tipo "pero nadie sabe bien qué puede pasar". "La otra preocupación, además del salario, son las condiciones porque quieren meterse con el convenio”, afirma.
Respecto a la situación de la empresa, afirma que en la actualidad hay 20 por ciento menos de vuelos respecto de diciembre y ningún vuelo sale full. En parte, explica, eso sucede porque "hay una política de subir precios deliberadamente, para que la gente vuele con otras empresas". "Aún así, como no reemplazan a la gente que se jubila o se va, en algunas áreas el personal está saturado”, se lamenta.