El secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Mario Almirón, criticó las pruebas PISA al exponer que aquellas evaluaciones estandarizadas “están dominadas por una visión economicista y unilateral de la educación”.
“Las PISA son negativas en varias dimensiones. Por un lado, los países se ven tentados a seguir caminos fáciles para mejorar su desempeño en las pruebas y excluyen que en el ámbito educativo los cambios llevan mucho más tiempo que los tres años que separa una prueba de otra. Por otra parte, el carácter reduccionista y tecnocrático de esta evaluación contribuye con la precarización del trabajo docente”, explicó Almirón. Los exámenes PISA evalúan el conocimiento de los alumnos de 15 años de edad a partir de tres disciplinas: matemática, lectura y ciencia.
A su vez, el secretario general de Sadop explicó que la implementación de estas pruebas “permite las asociaciones entre el sector público y privado” ya que al realizarse “en varios países –en total 73 naciones– abren oportunidades de negocios que son claramente antagónicas con los intereses educativos. Por ejemplo, alguna de estas empresas ofrecen distintos servicios pedagógicos a las escuelas estadounidenses de manera masiva y con fines de lucro o bien, en África, persiguen planes de desarrollo de la educación primaria con claros intereses económicos”.
“Estar en desacuerdo con las pruebas PISA, reguladas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), no significa despreciar el valor de la educación en el proceso pedagógico y las políticas públicas de educación”, expuso Almirón. Además de remarcar la metodología de la autoevaluación institucional y participativa, el docente destacó otras pruebas internacionales: “Están las del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece), coordinado por la oficina regional de la Unesco en América Latina, que constituyen un aporte de mayor relevancia para el conocimiento riguroso de la calidad educativa en la región”.
Por último, Almirón concluyó que “PISA tiene otra intención, que es la difusión sesgada de los resultados, cuyo objetivo es deslegitimar el desempeño docente, y en consecuencia su justo reclamo salarial. Sólo medir en un múltiple chorice algunos ítems de saberes, de algunos alumnos, de una edad, de algunos colegios, está en las antípodas de evaluar desde la integralidad, en contexto y a conciencia”.