Elecciones, crisis políticas, intentos de golpe de Estado o simplemente viajes para intentar comprender la época que nos toca vivir. ¿Qué es América Latina hoy? Crónicas políticas (Ediciones Futurock) es el título del último libro del periodista Marco Teruggi y también la pregunta que guía sus casi 300 páginas. El texto, que será presentado este sábado en la sala Carlos Gorostiza de la Feria del Libro, reúne los dos últimos años de trabajo del colaborador de Página/12 en el continente. La travesía empieza en Colombia, colaborando en la campaña de la entonces candidata a la vicepresidencia Francia Márquez, y termina en Guatemala en enero de este año, con la turbulenta asunción de Bernardo Arévalo. Dos años que para la región pueden ser una eternidad.
Democracias "al filo"
Se trata de un libro que, al decir de Teruggi, nació "entre vuelos y escalas". Una obra que empezó con apuntes de viajes y corresponsalías y tomó forma de ensayo en su paso por Colombia, Ecuador, Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, México y Guatemala. 12 países del continente a los que se suma Francia, donde transcurrió su niñez y adolescencia. "Vivir para contar y disputar la interpretación de lo que mañana será historia", propone Teruggi, para quien surgió la necesidad de pensar la realidad de cada país desde una perspectiva regional y global.
En ese punto aparece una de las grandes inquietudes que rodean al libro: la multiplicación de los 'outsiders' en la política latinoamericana (el profesor Bernardo Arévalo en Guatemala, el campesino Pedro Castillo en Perú o el economista Javier Milei en Argentina). Pero también surgen otras preocupaciones, como el hecho de que "la mayoría de los gobiernos no logren continuidades, que muchas democracias estén al filo de sí mismas, asediadas a veces hasta quebrarse, o que se denuncie tanto a los poderes judiciales y grandes medios de comunicación".
Para Teruggi, los países de la región no operan como compartimentos estancos. Muy por el contrario, las naciones latinoamericanas repiten patrones o anticipan lo que vendrá. "Los factores de poder miran el mapa completo y trasladan experiencias de un punto a otro, desde contrainsurgencias de los años setenta hasta estrategias de redes sociales en campañas electorales. Pensarse hacia adentro sin mirar al vecino es una herencia que viene de lejos", razona Teruggi. Parafraseando a Eduardo Galeano, el periodista recorre "las venas abiertas de América latina" con un nivel de detalle que navega entre la crónica y la realidad política.
Violencia en el Cauca y en Quito
Así, por ejemplo, Teruggi narra su paso por el pueblo colombiano de Suarez, a orillas del río Cauca, en junio de 2022. Una región montañosa con miles de hectáreas sembradas de coca. Hasta allí fue el corresponsal para acompañar la campaña de Francia Márquez. Y aquí, como en otras ciudades, narra la rutina habitual de un trabajador de prensa: "Muchas noches de dormir apenas, crisis de último momento, seleccionar fotos, videos, medir publicaciones, encuestas, acompañar a Francia en entrevistas, encuentros con comunidades negras, mujeres, indígenas, trabajadores, empresarios, políticos".
El Cauca es el departamento en el que civiles y paramilitares dispararon sobre la movilización indígena durante el estallido del 2021. "El gobierno sacó a los militares, denunció la presencia de 'terrorismo urbano', Uribe apeló a la figura de 'revolución molecular disipada' y construyó un nuevo enemigo interno. El saldo fueron 83 homicidios, de los cuales 44 fueron con 'presunta autoría de la Fuerza Pública'", recuerda Teruggi.
Casi un año después, en agosto de 2023, el periodista visitó una Quito golpeada por una crisis de inseguridad y violencia inédita. "El asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago, el 23 de julio, y del candidato presidencial Fernando Villavicencio, el 9 de agosto, indicaban que se estaba en una dimensión de violencia política equiparable a Colombia en los años ochenta, cuando fueron acribillados tres candidatos presidenciales", enumera Teruggi, quien aclara: "Una cosa es leerlo, conversarlo por teléfono, analizarlo, y otra muy diferente percibir la situación de miedo constante a los atracos, los homicidios, las noticias de masacres carcelarias una tras otra. (…) El país es otro. Una gran crónica roja narcopolítica".
El surgimiento de los outsiders
En Guatemala el colaborador de Público de España vive en primera persona la irrupción de un outsider de la política, Bernardo Arévalo, a quien define como un hombre criado en "una centro-izquierda nacida de las grandes protestas contra la corrupción en el 2015, con canales aceitados con la cooperación internacional y el universo demócrata estadounidense, parte de las razones para explicar por qué el departamento de Estado defiende la victoria de Arévalo contra los actores guatemaltecos que buscan impedir que asuma”.
Para Teruggi el presidente de Guatemala es el último de una larga lista de outsiders en América latina, personajes de ideología variopinta que germinan en momentos de hondo malestar político y económico. En palabras de Teruggi, "el outsider puede ser progresista ilustrado, como Bernardo Arévalo; campesino y popular, como Pedro Castillo; ultraliberal, como Javier Milei; grotesco, como Rodolfo Hernández, que compitió contra Gustavo Petro; empresario autodefinido de centroizquierda, como Daniel Noboa; o joven cool y luego autoritario, como Nayib Bukele. El problema, antes que quién ocupa el lugar, son las circunstancias que abren la puerta al outsider, que indican que el continente patina sobre sí mismo".
"La historia de lo que podríamos ser"
Tal vez el capítulo más íntimo y personal del libro sea el que relata, con detalles que hielan la sangre, el operativo en el que fue asesinada su tía Diana Teruggi y secuestrada su prima Clara Anahí Mariani, el 24 de noviembre de 1976 en La Plata. "No es una operación clandestina como las que realizan todas las noches en autos de civil, poniendo capuchas, secuestrando en las casas. Esta es a plena luz del día, para que todos lo sepan, lo escuchen, y lean luego en las noticias", relata Teruggi. Miguel Etchecolatz fue quien dio la orden de matar a Diana cuando buscaba escapar con Clara Anahí en brazos.
Aunque Etchecolatz fue juzgado y condenado a perpetua, murió en 2022 sin decir dónde está Clara Anahí. Argentina registró un avance en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad, pero la lucha es más compleja en países como Brasil o Uruguay. De deudas pendientes se trata también el libro de Teruggi, quien llega a preguntarse: "¿Qué es América latina sino la historia de lo que podríamos ser y no terminamos de alcanzar? Eterna potencia, crónica incapacidad y una búsqueda desesperada".