Alejandro Muszak, el titular de la fintech Wenance y protagonista de una quiebra fraudulenta internacional, que incluye Argentina, Uruguay y España, valuada en cientos de millones de dólares, fue trasladado este viernes desde la DDI de Vicente López, en la localidad de Florida Oeste, donde se encontraba detenido desde mediados de abril pasado, hasta el penal de Magdalena. 

Muszak se encuentra detenido por orden del fiscal de San Isidro Alejandro Guevara, donde comenzó a instruirse una causa hace apenas un par de meses. La primera causa está radicada desde el año pasado en el Juzgado 43 de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de la subrogante Paula Verónica González.

Gonzalez fue objeto de quejas por retardo de justicia y pedidos de recusación, tanto de la fiscal interviniente, Mónica Cuñarro, como de los distintos abogados querellantes. que representan a grupos de ahorristas damnificados.

Extravío

La semana pasada, Buenos Aires/12 anticipó que la Policía Federal declaró haber “extraviado” los dispositivos electrónicos de Muszak, incautados en un allanamiento en julio de 2023 y nunca peritados, a pesar de los sucesivos reclamos de las partes intervinientes.

Frente a esta novedad, la fiscal Cuñarro solicitó medidas urgentes, entre ellas una serie de allanamientos, tendientes a recuperar los dispositivos, que la jueza González también rechazó, causando la irritación generalizada de los damnificados.

Recientemente, el propio Muszak se presentó como querellante por el extravío de su computadora y sus dos iphones. Los querellantes sostienen que esa presentación tiene el único objetivo de encubrir su responsabilidad en el hecho.

Los dispositivos electrónicos habían sido secuestrados a partir de una denuncia radicada por Milton Kees en la Provincia de Tierra del Fuego. El letrado fue uno de los primeros denunciantes del país y a solo unos días de la cesación de pagos de Wenance, solicitó el allanamiento de las oficinas de Wenance y Promotora Fiduciaria

Una vez radicada la causa en el Juzgado de la jueza Paula González, su par de la ciudad de Ushuaia le remitió los dispositivos secuestrados. Ya desde ese momento, hace prácticamente un año, tanto el querellante Kees, que representa a alrededor de 200 damnificados de todo el país, como la fiscal interviniente vienen solicitándole a la jueza de instrucción reiterada y sistemáticamente el análisis pericial de esos dispositivos, ahora supuestamente desaparecidos.

Desde la retención de Muszak y dos de sus cómplices, los abogados involucrados sostienen que la celeridad del accionar del fiscal Guevara expone a González como su contracara perfecta, más interesada en rechazar medidas de prueba que en encontrar la verdad y, sobre todo, el dinero.

Sin embargo, este mismo viernes, en lo que expertos judiciales califican como un intento de último momento por impedir el traslado, y contradiciendo el dictamen de la fiscal Cuñarro, la jueza González aceptó el pedido de inhibitoria por parte de los abogados de Muszak. 

La medida, de mantenerse, implicaría el traslado de toda la causa de San Isidro al 43 de la Ciudad de Buenos Aires, donde las novedades aparecen como una excepción. Varios querellantes anticiparon que apelarán y que evalúan presentar una denuncia ante al consejo de la magistratura contra González por su desempeño "parcial y arbitrario".  Ahora es la jueza de garantías de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasty, quien deberá pronunciarse al respecto.

En paralelo, avanza una causa federal por lavado internacional de activos, a partir de una denuncia de Alejandro Liporace, en la que intervienen el juez Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Rívolo.

Paso a paso

Wenance prestaba dinero por internet a sectores no bancarizados con altas tasas de interés. “Les damos la oportunidad a esos sectores de regresar al sistema, de reconstruir su scoring, y eso obviamente tiene un precio”, decía Muszak en 2017 y 2018, cuando explicaba su negocio en foros sectoriales.

El padre de Muszak, Carlos, era un mesadinerista reconocido por haber absorbido las pérdidas del estallido de la convertibilidad en 2001 y devuelto hasta el último dólar de sus inversores. Wenance inició sus operaciones de intemediación financiera ilegal, apalancada en el prestigio del apellido en ese micromundo.

En julio de 2023, abrió un nuevo frente de conflicto con los inversores que colocaban su dinero para que Wenance lo prestara, en un caso evidente de intermediación financiera sin licencia del BCRA. En julio, el financista alegó un “aumento de la mora por la crisis económica” y entró en cesación de pagos, aunque en el expediente hay elementos suficientes para acreditar una quiebra fraudulenta.

Las operaciones de Abuntia comenzaron en 2021 y crecieron durante 2022. La explicación era sencilla: Muszak les ofrecía a sus inversores de Wenance “una plaza más segura y estable que la Argentina”. Muchos compraron el argumento.

Cuando el financista decidió dejar de cumplir sus compromisos con inversores, proveedores y empleados, también lo hizo con los “españoles”, que eran en realidad argentinos, muchos de ellos residentes fuera del país. En agosto del año pasado, Abuntia anunció a sus inversores el inicio de un proceso de auditoría externa, paso previo para elaborar un plan de reestructuración de deuda. Pero tres empresas de auditoría renunciaron, en disconformidad con la injerencia de Muszak en el proceso.

A fin de 2023, Muszak abandonó su domicilio de Nordelta, preocupado por posibles escraches, y se mudó al 4400 de avenida Libertador, en la ciudad de Buenos Aires. Los damnificados por su accionar comenzaron a esperarlo e interceptarlo, teléfono en mano, durante sus salidas matutinas de running alrededor de los lagos de Palermo para después subir el material a las redes sociales.

Wenance, que integraba la Cámara Argentina de Fintech desde 2017, tiene su membrecía suspendida y continúa a la espera de que se le dicten sanciones por parte del tribunal de disciplina, penalidades que podrían llegar a la expulsión. 

La preocupación central de los estafados y sus representantes es reconstruir la ruta del dinero. De lo contrario, aunque permanezca preso durante todo el proceso, Muszak logrará consumar su estafa.