Los trabajadores de la Secretaría de Educación publicaron una carta abierta para denunciar las consecuencias de la política de vaciamiento del Estado que lleva adelante el gobierno de Javier Milei. La Comisión de Despedidos de la Secretaría expuso la grave situación que atraviesa la cartera y el alcance del ajuste. "Están generando condiciones para excluir del protagonismo a la mayoría y dejar un país para solo unos pocos", expresaron. Algunas de las áreas más afectadas son las Becas Progresar, Innovación Educativa, Nivel Primario y la Unidad de Género. “Les pedimos que no nos olviden y que puedan visibilizar esto que está sucediendo”, exclamaron.
En un comunicado, la Comisión aseguró que entre diciembre y marzo fueron despedidos 200 trabajadores que realizaban tareas en diversas áreas del exministerio, incluso personas que acumulaban hasta 25 años de antigüedad. “Vemos que este achicamiento de recursos humanos va en consonancia con los recortes presupuestarios realizados, lo cual está provocando el desmantelamiento de acciones, planes y programas que beneficiaban a instituciones, docentes y estudiantes de todos los rincones del país”, afirmaron.
Las áreas con mayor cantidad de trabajadores despedidos son la Dirección de Educación Secundaria; el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod); Nivel Primario; la Dirección de Experiencias en Educación Cooperativa; la Unidad de Género; Becas Progresar; la Educación Sexual Integral (ESI); Innovación Educativa; la Subsecretaría de Políticas Universitarias; Evaluación; Talleres gráficos; Suministros; y la Biblioteca Nacional de Maestros.
En una muestra elocuente de desprecio, los trabajadores que sufrieron los despidos ni siquiera fueron debidamente informados de las cesantías por parte de las autoridades nacionales. "A nosotros no nos comunicaron que se iban a realizar los despidos, tomamos conocimiento a través de los medios y del rumor de despidos masivos que se empezó a correr", afirmó en diálogo con Página/12 una persona que trabajó durante más de 10 años y ahora fue desafectada.
Los despedidos de fines de marzo fueron confirmados por parte de los funcionarios únicamente mediante una nota elaborada por el área de Recursos Humanos y cargada en el sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE), en la cual se comunicaba la desvinculación de sus tareas. En repudio a la tanda de cesantías, el día 27 se pronunció la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), que denunció en un comunicado los despidos y el “abandono del Gobierno Nacional de la Educación Pública como pilar fundamental de una nación”.
En la carta abierta, los trabajadores cesanteados enumeraron las consecuencias del vaciamiento. “Esta agresión contra los trabajadores y contra las políticas que se venían implementando desde el (ex) Ministerio de Educación atenta contra la formación docente, la educación en todos sus niveles y, consecuentemente, con la generación de puestos de trabajo y oportunidades para que las actuales y futuras generaciones puedan aspirar a condiciones de vida dignas”, sostuvieron.
Desde la Comisión también alertaron que “junto a las reducciones en salud, salarios y destrucción de derechos de la mayoría de la población, el avance contra la educación del pueblo está generando condiciones para excluir del protagonismo a la mayoría y a dejar un país para que sólo unos pocos puedan disfrutarlo: los dueños del poder económico”. “Les pedimos que no nos olviden y que puedan visibilizar esto que está sucediendo”, concluyó.
En paralelo, los trabajadores de planta transitoria que lograron a fines de marzo una renovación por tres meses de su contrato también manifestaron su preocupación por el futuro, dado que en junio nuevamente la Secretaría que conduce Carlos Torrendell deberá decidir si continúan o no en sus puestos. “La situación es de un desasosiego completo, estamos con el corazón en la mano sin saber qué va a pasar”, dijo a Página/12 una trabajadora que se encuentra en esta situación. “Se hace muy difícil el día a día”, aseguró.
Entre los trabajadores colisionan las distintas miradas sobre el Gobierno. Ferraro señaló que muchos de los despedidos de la Secretaría votaron a Milei en las elecciones del año pasado, que estaban "tranquilos y convencidos" de que no ocurriría el vaciamiento y que "no iba a hacer lo que dijo en la campaña". "Fue una situación rara", aseguró.
En marzo, el Presidente debió definir qué haría con los 70 mil contratos precarios, enmarcados en la famosa Resolución 48 de contratos a “plazo fijo”, que vencían a fines de mes, situación que se repetirá en junio, cuando vencen los contratos renovados por tres meses. En aquel entonces, desde Casa Rosada se decidió cesar la continuidad de 15 mil, aunque previamente --en su discurso en el IEFA Latam Forum-- Milei había amenazado con despedir a la totalidad. “Vamos a terminar con 70 mil contratos estatales", afirmó en aquella ocasión. Finalmente, fueron menos aunque prometen que habrá nuevas olas. “El trabajo es muy quirúrgico, entonces los tiempos son más lentos de lo que a uno le hubiese gustado”, había justificado el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Informe: Juan Pablo Pucciarelli