Es posible que Belgrano y Racing hayan jugado en Córdoba uno de los mejores partidos que tendrá este campeonato. Deberá ser muy bueno lo que venga de ahora en más para superar la emotividad de este empate 4 a 4 que hasta los 31 minutos del segundo tiempo era una goleada racinguista por 4 a 1. Un quedo inexplicable del equipo de Gustavo Costas, tal vez algún cambio apresurado que decidió el técnico, pero sobre todo, la reacción visceral de los cordobeses y la capacidad goleadora de Franco Jara, que metió tres de los cuatro tantos celestes explican semejante partidazo.
El primer tiempo terminó 3 a 1 para Racing, que alineó un equipo alternativo. Franco Jara abrió su cuenta a los nueve minutos. Pero la Academia reaccionó rápido. Un gol en contra del arquero Nahuel Losada a los 11 (la pelota dio en su espalda tras un zurdazo de Santiago Sosa que dio en el travesaño), otro de penal del colombiano Roger Martínez a los 28 y otro de cabeza de Leonardo Sigali a la salida de un córner en el descuento parecieron cerrar el resultado.
A los 10 minutos de la segunda etapa, Carbonero lo pasó por la izquierda al zaguero Moreno, sirvió un centro y de rebote de Losada, otra vez Roger Martínez de zurda puso el 4 a 1 y dio la impresión de dejar todo liquidado. Así lo pensaron los jugadores que levantaron el pie del acelerador. También Costas que desarmó el equipo con los cambios (sobre todo con las salidas de Carbonero y Sosa).
Belgrano tuvo un gran mérito: eligió creer. No se dio por vencido y en nueve minutos, de los 31 a los 40, atropelló a Racing con más fe que futbol y llegó al empate con un gol de cabeza del defensor Troilo y dos más de Jara (una media vuelta y una gran definición tras un error de Ignacio Galván). Racing creyó que había ganado pero Belgrano nunca pensó que estaba perdido. De ese mundo de sensaciones salió un partidazo que costará igualar. Mejorarlo será casi imposible.