En el debut del uruguayo Marcelo Méndez como DT, Gimnasia superó 3-1 este lunes a Vélez Sarsfield en la fría noche de La Plata, por la primera fecha de la Liga Profesional.

El Lobo casi logra la apertura a partir de un error de Ordóñez que Benjamín Domínguez no pudo aprovechar. Enseguida avisó la visita y su goleador Romero sacudió el travesaño con un fuerte disparo, con toda la última línea gimnasista desarmada. 

En la réplica, Gimnasia tuvo una ocasión clarísima con De Blasis, que se tiró en palomita y cabeceó solo pero afuera, tras un envío desde la derecha.

El partido asomaba entretenido, con el Fortín más agresivo y al acecho. Luego de que el arquero Insfrán le ahogara el grito a Aquino desde la puerta del área, el chico Fernández se comió un gol insólito de frente al arco.

El subcampeón de la Copa de la Liga lucía decididamente mejor, pero el que consiguió la apertura fue su anfitrión. Tras una pelota parada, Rodrigo Castillo le pegó con el muslo y la mandó adentro para la ventaja platense.

De vuelta de los vestuarios, un centro de Domínguez desde la izquierda no pudo ser interceptado por Castillo, pero sí por el uruguayo Matías Abaldo para ampliar la ventaja local.

Herido, Vélez salió a buscar el empate, pero el poste salvó a Marchiori de que Domínguez clavara el tercero platense, tras ganarle en velocidad a Mammana. 

En eso, Aquino contó con dos chances, primero con un tiro libre apenas desviado y luego Insfrán tuvo un atajadón que frustró al talentoso volante.

Pero entonces sobrevino el endemoniado tiro libre de Nicolás Colazo -que en la previa recibió una plaqueta por sus cien partidos en el club-, Castro amagó con cabecear pero no la tocó y eso distrajo a Marchiori, lo que -VAR mediante- se tradujo en el tercero platense.

El descuento del ingresado Matías Pellegrini no le alcanzó al Fortín. A esa altura la alegría ya era toda del Lobo.