El conflicto petrolero patagónico alcanzó un parcial alivio con la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación hacia el final de la tarde del último lunes. La medida deja en suspenso los telegramas de despido recibidos por 975 trabajadores del sector en Neuquén -aunque se presumía que el total de afectados podía llegar a 1700–, pero no habilita una resolución definitiva. El gobierno nacional ratificó, ante las principales empresas petroleras que operan en el país, su decisión de eliminar el subsidio al precio del crudo patagónico (el “barril criollo”), lo cual provocó la reacción de los gremios y del gobernador chubutense. En tanto, otro tema que afecta la economía de la región y enfrenta a Mario Das Neves con el gobierno nacional, la derogación de reembolsos para puertos patagónicos por decreto, será objeto de estudio por una comisión bicameral del congreso nacional que se formará a ese efecto, según lo anticipado ayer por el mandatario chubutense.

 Mario Das Neves hizo propia la propuesta de resistencia elevada por el dirigente petrolero de su provincia Jorge “Loma” Avila, de plantar carpas negras para hacer conocer la demanda del gremio en defensa de sus puestos de trabajo. “Las carpas blancas fueron de los docentes y las carpas negras van a ser de los petroleros, que tienen una forma distinta de actuar, un poquito más fuerte”, advirtió.

 Los petroleros privados de Neuquén, gremio que encabeza Guillermo Pereyra, levantaron ayer el paro que habían dispuesto a partir de la primera hora del lunes, acatando así la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral. Fuentes de la empresa YPF reconocieron, según testimonios recogidos por medios locales, que el paro del lunes tuvo un impacto mayor al esperado, afectando incluso la producción de gas. Las localidades en donde más se sintió la medida de fuerza fueron Rincón de los Sauces y Añelo, donde aún seguían llegando telegramas de despido en las primeras horas del lunes. El conflicto se disparó con la decisión de YPF de retirar definitivamente de servicio 33 equipos de trabajo en yacimientos, lo cual suponía que 1700 trabajadores de las firmas contratistas quedaban sin empleo.

 En Chubut se esperaba una reacción similar de las compañías tras la decisión oficial de abandonar la política del “barril criollo”. Según Avila, “todo forma parte de un plan macabro, cuyo propósito es despedir más gente”. De acuerdo a sus estimaciones, en la cuenca del Golfo San Jorge resultarían afectados otros 1600 trabajadores por la voluntad de las operadoras YPF, Pan American Energy, Tecpetrol y ENAC-Sipetrol de reducir sus tareas.

 Los portales patagónicos reflejaron el disgusto de Das Neves con las decisiones del gobierno nacional en materia petrolera, pero también en relación a los puertos patagónicos, a los cuales les eliminó el reembolso del 7 por ciento que recibían por las exportaciones que partían desde los mismos, lo cual afectaría principalmente a la actividad pesquera y lanar. Ayer, en un acto en Puerto Madryn, señaló que concurrirá a la bicameral parlamentaria para explicar que la derogación de los reembolsos “ha sido una vergonzosa operación política para favorecer a Bahía Blanca y a Mar del Plata, porque ya están jugando partidariamente en vez de pensar en todos los ciudadanos del país”.

 En cuanto a la reunión que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, mantuvo con CEOs petroleros esta semana para confirmar el fin del “barril criollo”, el gobernador chubutense comentó “fue una reunión horrible; vamos al mercado libre, así que no sé… No están midiendo las consecuencias”.