Llegó el frío y se siente con fuerza en gran parte del país. Y junto con las temperaturas bajas vuelven a la escena las estufas y otros elementos de calefacción que, si no funcionan correctamente, pueden provocar intoxicaciones por monóxido de carbono.

Especialistas del Hospital de Clínicas de la UBA elaboraron una serie de consejos para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono y una guía para reconocer sus síntomas. 

Frío y calefacción: consejos para prevenir la intoxicación por monóxido de carbono

Según la guía elaborada por los expertos del Hospital Clínicas, estos son los cuidados que hay que tener para evitar inconvenientes en la salud con la calefacción.

  • Mantenimiento: como primera medida, se recomienda que un gasista matriculado haga una revisión periódica de las estufas y artefactos de calefacción. También resulta importante que se contrate a un profesional para la instalación de nuevos equipos.

  • Ventilación adecuada: es fundamental permitir la circulación de aire en los espacios donde se utilizan artefactos que puedan generar monóxido de carbono. Si no hay rejillas de ventilación, se deben dejar las ventanas abiertas al menos unos centímetros para evitar la acumulación de gases tóxicos. 

  • No usar hornallas para calefaccionarse: las hornallas de la cocina no deben usarse como fuente de calefacción. En caso de hacerlo, verificar que el color de la llama sea azul, que indica una combustión segura.

  • Braseros: deben usarse con precaución, en ambientes que permitan circulación de aire, dejando abiertas las ventanas por lo menos 5 centímetros, para evitar la acumulación de monóxido de carbono en el interior. Calentar la habitación y luego retirar el brasero antes de ir a dormir, no dormir con el brasero encendido.

  •  Calefones: fuente de la mayoría de intoxicaciones. No pueden estar instalados en el baño. Las calderas también pueden ser fuente de intoxicación si no tienen un buen sistema de liberación de gases.

  • Generadores eléctricos: siempre deben encenderse afuera del hogar,  tampoco se recomienda en los subsuelos, ya que el gas puede distribuirse, por ser menos denso que el aire y llegar a otras habitaciones e intoxicar a sus habitantes.

Cuáles son los síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono

El monóxido de carbono es conocido también como "el asesino silencioso". Es un gas altamente venenoso que se propaga rápidamente en el aire del ambiente que se genera por la combustión defectuosa de gas de cocina, madera, carbón, nafya, gasoil y kerosene, entre otros. Es imposible de percibir porque no tiene color, no tiene olor ni sabor y no irrita las mucosas.

Por ello la principal recomendación es la prevención, mediante el control de los artefactos de calefacción.

Según explica el Dr. Gabriel Arcidiacono, jefe de Toxicología del Hospital de Clínicas de la UBA, "la intoxicación por monóxido de carbono se suele “disfrazar” con otras enfermedades, como una intoxicación alimentaria, cuadros gripales, migraña, cólicos del lactante, etc… lo que lleva a que se subestime su gravedad". Y remarco que esta problemática afecta a unas 40. 000 personas al año y causa alrededor de 200 muertes. ¿Cuáles son los síntomas más comunes de la intoxicación por monóxido de carbono?

  • dolor de cabeza
  • náuseas
  • vómitos
  • debilidad
  • confusión
  • pérdida de conocimiento
  • convulsiones
  • marcha inestable
  • dolor en el pecho
  • dificultad para respirar y sensación de debilidad.


El especialista destacó que es crucial estar atento a estos signos, especialmente si se está en un ambiente cerrado con artefactos que generan este gas y más aún si son varias las personas con síntomas que se encuentran en el lugar.


Cómo actuar en caso de intoxicación por monóxido de carbono

Ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, todos los habitantes del domicilio acudan de inmediato a un centro de salud cercano, muchas veces solo acuden los que tienen más síntomas y otros se quedan, inadvertidamente, con la fuente y con el riesgo de una intoxicación grave.

El tratamiento temprano puede prevenir complicaciones graves a largo plazo. El oxígeno es fundamental en el tratamiento inicial, y en casos graves, se puede requerir terapia intensiva o el uso de una cámara hiperbárica.

Además, es importante informar a otras personas que hayan compartido el espacio y a vecinos del mismo piso y los superiores, ya que el monóxido de carbono puede propagarse fácilmente entre los pisos del edificio porque tiende a elevarse al ser menos denso que el aire .

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