La localidad de 25 de Mayo atraviesa una tormenta política que pone en jaque casi cien puestos de trabajo. El intendente Ramiro Egüen quiere vender el predio del ex matadero municipal donde funciona un frigorífico privado desconociendo ordenanzas votadas por el Concejo Deliberante y un convenio firmado durante la gestión que lo precedió. “Patotero” y “sacado de quicio” son adjetivaciones que le llegan desde la oposición. El propio empresario afirma ser perjudicado y dice que “esto es una persecución política”.

Quien se siente apuntado es Ernesto Ramírez. Al frente de Frigomayo SA, señala que el actual intendente asumido el 10 de diciembre, materializó en el frigorífico un inconveniente personal: “Tiene problemas con todos lo que tuvieron o tienen relación con la oposición”. Asegura que no tuvo más que una relación "lógica y cordial" con el ex intendente Hernán Ralinqueo.

La actitud de Egüen llevó a que los trabajadores, sus familias y la comunidad local se manifestaran frente a la Municipalidad, cortaran las calles y contribuyeran a evitar que se sesione para tratar la ordenanza para subastar el predio donde funciona el frigorífico. “Esto nunca pasó en 25 de Mayo”, afirma Yamila Galdos, concejala de Unión por la Patria. 

Hoy está vigente un cuarto intermedio sin nueva fecha para sesionar. A su vez, se decidió conformar una mesa de diálogo para conocer las particularidades del caso desde todos los actores involucrados. 

Sin embargo, el frigorífico sólo sirvió de punto de ebullición para visibilizar una modalidad de gobierno del intendente. Egüen asumió bajo el partido GEN que responde a Margarita Stolbizer y reemplazó a Ralinqueo del Frente de Todos que gobernaba desde el 2015. Y para el ex intendente lo que se está haciendo con el frigorífico “carece de sentido" porque es una PyME que funciona.

“Lo que hace no tiene ninguna lógica y sólo va a atado a comportamientos similares, como echar 300 trabajadores municipales diciendo que eran peronistas o sacarle maquinaria a un comerciante que lo criticó”, dice Ralinqueo a Buenos Aires/12.

Un intendente en modo Milei

Para el ex intendente de 25 de Mayo, Egüen es un “Milei a nivel local, porque cuesta encontrar razón en sus decisiones”. Cuenta que Stolbizer es una visitante frecuente del distrito desde el triunfo de Egüen. La actual diputada nacional votó a favor de la Ley Bases.

De todas maneras, quienes terminan presas de los modos de Egüen son las cien familias que trabajan en el frigorífico local. Según reconstruyó este medio, desde la Municipalidad le explicaron a Ramírez que dan de baja su concesión porque el convenio no figura en el libro de rubricas del municipio.

Más allá de la Ordenanza N° 3426/2021 y el convenio firmado con Frigomayo SA el 1 de marzo de 2022, Egüen decidió desconocer la vigencia del acuerdo por, según afirman desde el bloque de concejales de Unión por la Patria, un “problema administrativo que se podía subsanar porque hay un convenio firmado de buena fe entre ambas partes”.

¿Por qué llevar a una subasta el predio pone en alerta a los trabajadores? Por el factor tiempo. La salida del actual concesionario desencadenaría que cien empleados que perciben alrededor de 600 mil pesos por mes queden en la calle hasta que alguien compre el ex matadero, consiga la habilitación y, posiblemente, los recontrate. Esto, aseguran, podría demorar entre nueve meses y un año.

La cuenta salarial es clara: un total de 60 millones de pesos mensuales que de los bolsillos de los trabajadores del frigorífico se vuelca diariamente en la economía local dejarían de existir por tiempo indeterminado. Quienes participaron de reuniones con autoridades municipales dicen que ronda la idea de que la intendencia asuma el pago de los salarios hasta que se normalice una compra.

En este punto, todos se hacen el mismo interrogante respecto a la viabilidad de la propuesta. Ninguno de los actores consultados comprende cómo podría Egüen pagar 600 mil pesos por mes a los empleados del frigorífico mientras esperan reincorporarse cuando, por otro lado, un empleado municipal que va todos los días gana menos de 200 mil pesos.

Allí reside la preocupación de, entre otros, Gustavo Azpeitia. El secretario general del Sindicato de la Carne de 25 de Mayo asegura a este diario que “no tiene ningún problema con la venta o privatización, pero este es un problema que debería haber resuelto en la Justicia”. Al respecto, sostiene que “en el municipio hacen de juez, porque es la Justicia la que debería ver si los papeles están bien o no”.

“Amedrentamiento”

Ralinqueo explica que, si bien Egüen asume por Juntos por el Cambio de la mano del GEN, tuvo un alineamiento con el ala más dura del PRO liderada por Patricia Bullrich. Igualmente, estuvo ligado tiempo atrás al actual presidente de la UCR a nivel nacional, Martín Lousteau, y al ex Jefe de Gobierno porteño y competidor de Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta. En el plano regional, su “padrino” político en la séptima sección fue el ex mandamás de Olavarría, Ezequiel Galli.

“Es un gobierno que actúa con bastante falta de lógica, pero lo del frigorífico no es el primer caso”, sostiene Ralinqueo.

Tanto el ex intendente, como Ramírez y Galdos, enumeran varios conflictos que tuvo Egüen en estos cinco meses de gestión. En diciembre echaron a 300 empleados de la Municipalidad, donde el 70 por ciento pertenecía a la planta permanente. “En los medios decían que eran por estar afiliados al peronismo o un sindicato”, relata Ralinqueo. A todos les llegó una carta documento, sin sumario previo, y muchos derivaron en instancias judiciales. Varios de ellos, aseguran, fueron reincorporados bajo una modalidad contractual precaria "pero tienen miedo de quejarse". 

También se vio la misma agresividad en el caso de un taller de autos que hacía más de 30 años trabajaba con el municipio. Allí, Egüen montó un operativo emulando la recuperación de maquinaria y motores que son propiedad de la Municipalidad. Según explican quienes conocen los hechos, eran vehículos y piezas que esperaban ser entregadas como cualquier proceso de reparación común y corriente, pero que aún no se habían pagado. Además, una jueza de faltas lo volvió a habilitar pero con un decreto municipal el actual intendente los volvió a clausurar.

Los “ingresos por la fuerza” se repitieron en la confitería de la laguna de 25 Mayo. “Entraron, sacaron todas las cosas y, con el argumento que eran tierras de la municipalidad, echaron a todos cuando esa es una construcción que hicieron los dueños y estaban desde hace más de 20 años”, cuenta Galdos.

Otro caso es el desalojo intempestivo de un centro cultural del predio de la estación del ferrocarril. “A un comerciante que los criticó, al otro día fueron y le decomisaron una máquina elevadora”, agrega Ramírez.

El empresario agrega que se la "agarraron" con los chatarreros del pueblo, a quienes imposibilitaron seguir trabajando y les clausuraron sus comercios. “Tipos grandes que se sienten amedrentados y que no pueden levantar la voz porque tienen miedo”, cuenta.

Este tipo de situaciones son las que Ramírez utilizar para enmarcar lo que le toca vivir y apunta a la modalidad con la que opera el actual intendente. Según la concesión que firmó, debía mostrar un rendimiento de 50 de ganados semanales. Dice que invirtió y llegó a faenar 1.500 cabezas de ganado semanales, que hoy decreció a un promedio de 700 por la enorme baja en el consumo de carne desde que asumió Milei.

Por eso sostiene que no se puede criticar su funcionamiento y operatividad. Por estas condiciones, también, advierte que en caso de que se vote por la subasta y se lo exponga a la incertidumbre de no saber sobre su futuro, se irá del frigorífico.

Al mismo tiempo, remarca que todo este escenario genera una falta de seguridad jurídica que ahuyenta inversores. "Dos empresarios, que incluso señaron propiedades, dudan de instalarse después de ver cómo se comporta el intendente", señala Ramírez. Dice que son proyectos para la construcción de una aceitera y un peladero de pollos. 

¿Por qué pasa lo que pasa?

Ralinqueo explica que, desde que es chico, uno de los principales problemas que había en 25 de Mayo era el mal olor que generaba un frigorífico que, tras el crecimiento del pueblo, terminó cerca del centro de la ciudad. Durante su gestión, y tras un constante diálogo que arrancó en 2017, alcanzó un acuerdo con Ramírez, dueño del lugar, para trasladarse al viejo matadero municipal.

“Se puso en valor el matadero municipal y se resolvió el problema del olor”, sintetiza el ex intendente.

El trámite se compuso de una ordenanza votada en 2021 por el Concejo Deliberante y un contrato que se firmó en 2022, siguiendo las instrucciones de la ordenanza, y de la cual Ramírez tiene una copia. Desde el peronismo explicaron que la Municipalidad alega que, al no figurar tal contrato en el libro de rubricas municipal existe el peligro de que si hay un juicio el municipio se vea perjudicado.

“Con ese argumento presentaron una ordenanza hace 15 días para subastar el predio donde se encuentra el frigorífico”, detalla la concejala Galdos. Abogada de profesión, sostiene que desde el oficialismo hacen hincapié en una irregularidad administrativa que no amerita echar por tierra un convenio firmado y sobre el cuál un privado actuó de buena fe y, además, invirtió a lo largo de casi tres años.

Por este motivo, Ramírez asegura que “hay un trasfondo político”. Explica que él se encontró con instalaciones pequeñas y desembolsó alrededor de 3 millones de dólares para montar el actual frigorífico. Entre otras cosas, construyó nuevas cámaras de frío, acondicionó y potenció el sistema energético, y se adecuó a la normativa vigente para la actividad.

Además, cuenta que, durante la campaña del 2023, Egüen lo visitó y hubo una conversación sobre la posibilidad de que se venda el predio. Ramírez remarca que le manifestó estar interesado en la compra.

Pero la realidad es otra. Dice que en enero le dejaron de aceptar el pago del canon correspondiente por la concesión y, finalmente, presentaron la ordenanza para dar de baja la concesión y rematar el predio donde está el frigorífico. “Todo sin tasar, nadie sabe cuánto vale”, apunta Ramírez.

Galdos describe la misma situación y agrega una particularidad sobre la propiedad del ex matadero. Explica que el frigorífico está ubicado en dos parcelas diferentes, con el establecimiento montado sobre una y los piletones donde se vuelcan los deshechos en otra. La ordenanza enviada por Egüen solo subasta la parcela donde está el edficio restaurado por Ramírez porque no están hechos los trámites catastrales de la otra parcela. “Es como que te vendan un auto sin motor”, compara Galdos.

 

El otro detalle que señala la concejala de UxP es que nadie sabe de un posible comprador. “Si hubiese una buena oferta, si estuviera la tranquilidad de preservar los puestos de trabajo y mantener a la segunda industria que más trabajadores tiene en el municipio, ¿quién se opondría’”, se pregunta.