La vicepresidenta de Ecuador y embajadora en Israel, Verónica Abad, acusó al presidente del país, Daniel Noboa, y a su gobierno de hostigamiento, pero aseguró que no va a renunciar y se mantendrá en el cargo. De esa forma Abad asumiría temporalmente la presidencia cuando Noboa deba presentarse a la reelección en las próximas elecciones de 2025. 

"Hoy quieren destituirme a cuenta cabal", aseguró Abad en una entrevista con el diario La Hora, donde se refirió a un pedido que se tramita en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE). Abad, a quien Noboa envió de embajadora a Tel Aviv para mediar por la paz en Gaza, lo que escenificó un distanciamiento que ya existía desde la campaña electoral, dijo que "el hostigamiento y el maltrato ha sido clarísimo".

"No les ha bastado con hacer todo lo que hicieron desde el destierro a Israel y todos los decretos de los que he sido víctima, decretos inconstitucionales", aseguró Abad, a quien el ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana instó a no realizar declaraciones públicas sin autorización e instrucciones previas. La vicepresidenta también dijo que detrás de esto está el gobierno, incluido Noboa. 

Abad declaró irónicamente que no descarta que la sustituyan por no haber cumplido la misión de lograr la paz en los seis meses que lleva en Tel Aviv. A su vez consideró que la detención de su hijo Sebastián Barreiro por un presunto caso de oferta de tráfico de influencias en las oficinas de la vicepresidencia es parte del hostigamiento que ella denuncia.

"Lo he denunciado y lo vuelvo hacer. Es 'lawfare'. Es una persecución", manifestó Abad, para quien su hijo es inocente. "La persecución empieza por mi hijo sin, o casi nada, de pruebas. Un atropellamiento y abuso de poder de jueces y fiscales y una fuerza institucional que puede enviar a un joven a La Roca", agregó la vicepresidenta sobre la cárcel de máxima seguridad en la que su hijo permaneció unos 20 días hasta que salió en libertad bajo fianza.

Abad insistió en que es víctima de abuso de poder y que se mantendrá firme en el cargo. "Yo voy a cumplir la ley como vicepresidenta, elegida legítimamente. Los ecuatorianos no van a permitir una atropellamiento más a su voluntad. El presidente tendrá que cumplir de acuerdo a un calendario electoral ya definido. Ya escucho de la 'exvicepresidenta', pero yo estoy aquí firme y ahí me voy a mantener", remarcó.

El distanciamiento entre Noboa y Abad empezó desde la misma campaña electoral, marcado por una serie de declaraciones de la entonces candidata a vicepresidenta que, aparentemente, no gustaron al empresario, con quien nunca coincidió en algún encuentro público en toda la campaña de la segunda vuelta.