La noticia pasó desapercibida en medio de los fuertes anuncios que viene realizando el gobierno luego de su triunfo electoral, pero la decisión oficial de exportar gas a Chile podría generarle a Argentina un conflicto con Bolivia, uno de sus principales proveedores de ese fluido. El contrato firmado en octubre de 2006 entre Enarsa y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para la compraventa de gas natural por un período de 20 años establece que el gas de Bolivia no podrá ser destinado a terceros países sin un acuerdo previo. Consultada por PáginaI12, una fuente del gobierno aseguró que fue una exportación excepcional por una emergencia y que no generará problemas con Bolivia. “Fueron dos días de exportación por tareas de mantenimiento en una regasificadora en Santiago”, agregó. “Por más que sea una emergencia, deberían haber consultado a Bolivia. Si no lo hicieron es grave por una cuestión diplomática”, dijo a este diario Marcos Rebasa, especialista del Instituto de Energía Scalabrini Ortíz.  

El contrato con Bolivia fue firmado durante el gobierno de Néstor Kirchner y preveía un volumen inicial de importación de 7,7 millones de metros cúbicos por día que luego se iría incrementando hasta alcanzar 27,7 millones de metros cúbicos por día. Entre los compromisos complementarios incluidos en la cláusula tercera del acuerdo se afirma que “Enarsa se compromete a que los volúmenes acordados conforme lo estipulado en el presente contrato, serán destinados a satisfacer la demanda interna de gas natural de la República Argentina y no podrán ser destinados a incrementar las autorizaciones de exportación de Argentina a terceros países (sean empresas estatales y/o privadas), sin el acuerdo de ambas partes”.

El convenio establece en ese punto una prohibición general, pero el gobierno de Evo Morales cuando exigió incluir esa cláusula estaba pensando puntualmente en Chile porque ambos países mantienen un histórico conflicto limítrofe y los bolivianos tienen muy claro que Chile importa todo el gas que consume.

En la resolución 407 publicada el viernes pasado en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Energía Juan José Aranguren se le otorga a Enarsa la autorización para exportar gas a Chile a través de la empresa Enap Refinerías por una cantidad máxima de 3,5 millones de metros cúbicos diarios a 9.300 kilocalorías por metro cúbico. La medida se enmarca en compromisos vigentes hasta el 31 de diciembre de 2017, o hasta completar una cantidad máxima total de 6 millones de metros cúbicos a 9.300 kilocalorías por metro cúbico. Por otra parte, en el artículo 3 dice que “la autorización de exportación otorgada por el artículo 1 del presente acto caducará automáticamente si, transcurrido el plazo de sesenta (60) días computados a partir de la fecha de su publicación, no se efectivizara la primera exportación comercial de gas natural a la República de Chile”, algo que no ocurrirá porque, según informaron a este diario, luego de la publicación de la resolución ya se exportó gas al país trasandino.   

En el artículo 1 se aclara a su vez que se otorga la autorización para la exportación “por asistencia en situaciones de emergencia”. Incluso en el artículo 9 se remarca que antes de exportar Enarsa deberá presentar a la Secretaría de Recursos Hidrocarburíferos “una comunicación o constancia del ente regulador o autoridad competente de la República de Chile, declarando la emergencia y manifestando que se han agotado las acciones alternativas necesarias para superarla. En el artículo 2 se agrega que Enarsa deberá “reimportar volúmenes de gas natural equivalentes a los exportados mediante la autorización otorgada en el artículo 1 de la presente medida dentro de los treinta días (30) días corridos desde la fecha de entrega al comprador”.

Ambos puntos buscan dejar en claro que cualquier exportación de gas al país vecino está prevista solo por circunstancias excepcionales y no afecta el mercado interno. De hecho, en los considerandos se subraya que la operación “no compromete reservas de gas natural domésticas y garantiza la seguridad de abastecimiento de la demanda prioritaria local”, pero igual fuentes del sector aclararon a PáginaI12 que la resolución podría violar el convenio firmado con Bolivia donde no se prevé excepción de ningún tipo sobre la posibilidad de exportar a terceros países.

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