El Sol produjo este martes su llamarada más grande de los últimos 11 años, informaron desde la NASA en un comunicado oficial. Si bien las explosiones son habituales en la estrella más grande de nuestro sistema planetario, el Sol atraviesa meses de intensa actividad y los expertos reportaron que las llamaradas recientes son más potentes que las tradicionales. En ese marco, ocurrió la masiva tormenta solar que produjo auroras australes en Ushuaia, Tierra del Fuego, el viernes pasado.
"Lo que ocurrió ayer fue una 'fulguración o llamarada solar' —en inglés flare— y se trata de la fulguración de mayor intensidad observada en este ciclo solar", aseguró en diálogo con Página|12 Laura Morales, doctora en astrofísica y especialista en física solar.
Cada ciclo solar dura 11 años y en estos meses "estaremos atravesando el máximo del ciclo de actividad solar, por eso esperamos tener muchos de estos eventos tan energéticos", completó Morales.
La llamarada registrada este martes fue clasificada por la NASA como bengala X8.7. "La clase X denota las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza", detallaron desde el organismo estadounidense.
Cada una fulguración intensa "viene acompañada de un borbotón de plasma, que es el que puede llegar en 2 a 4 días a la Tierra", amplió Morales.
Desde la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) coincidieron en que se trata de la llamarada más grande de los últimos 11 años. Sin embargo, aclararon la Tierra debería estar fuera de la línea de fuego, ya que la llamarada estalló en una parte del Sol que se aleja de la Tierra.
¿Pueden volver a verse auroras australes en Argentina?
Consultada por las probabilidades de volver a tener auroras en el sur del país, la investigadora del Instituto de Física Interdisciplinaria y Aplicada (INFINA) consideró que "es poco probable", porque esta fulguración "ocurrió en un extremo del sol que está casi dándole la espalda a la Tierra".
El fenómeno que tiñó de fucsia y verde el cielo se pudo ver desde Ushuaia, pero también en la Base Marambio y la Base Orcadas de la Antártida. Incluso, en las redes sociales se pudieron ver postales tomadas desde las localidades bonaerenses de Pinamar, Cariló y Chascomús.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, fue la primera vez que se registró un fenómeno de este tipo en la Base Orcadas. Sin embargo, es mucho más común ver auroras en la Base Belgrano II, que queda mucho más al sur que la anteriormente mencionada.
Cuáles son los riesgos de las tormentas solares
La NASA aclaró que las tormentas solares no son peligrosas para las personas. "El campo magnético de la Tierra y su espesa atmósfera nos protegen de cualquier efecto directo de las tormentas solares. No necesitas ninguna protección contra la radiación", apuntaron.
Los pasajeros de líneas aéreas en rutas polares, donde el campo magnético de la Tierra es más débil, corren un riesgo ligeramente mayor que en Tierra. De todas maneras, los vuelos polares suelen desviarse o retrasarse cuando ocurren tormentas solares, detallaron.
Incluso, si una tormenta solar se desata cuándo un vuelo de este tipo ya despegó, la exposición a la radiación es similar a la que se podría recibir durante una radiografía en el consultorio de un médico.
Por el contrario, los astronautas en el espacio "no tienen tanto blindaje, por lo que corren un mayor riesgo", destacaron. A pesar de ello, la NASA tiene procedimientos de emergencia para que los astronautas se refugien durante las tormentas solares y eviten exponerse a radiaciones peligrosas.
Los únicos riesgos concretos de una tormenta solar es el impacto que puede generar en la tecnología. "Las fuertes tormentas solares pueden provocar apagones, interrumpir el GPS y otras señales satelitales e interferir con las comunicaciones por radio de larga distancia", cerraron desde la agencia del gobierno estadounidense.