A la salida de la exposición de Javier Milei frente a empresarios del evento CICyP -en la que el Presidente insistió en narrar el "éxito" de su política económica- Eduardo Eurnekián, exjefe del ahora mandatario, opinó acerca de los mensajes del propio Milei, quien en el Llao Llao le había pedido a los empresarios "que no rompan las bolas e inviertan en el país". "Que se ponga las bolas y dirija", respondió el magnate, retomando la "metáfora" del mandatario.

"Que lo escuche, qué carajo me importa", dijo cuando el movilero le advirtió que el presidente iba a escuchar su respuesta. Y siguió: según el titular de Aeropuertos Argentina 2000, "milagros no hay, todo se hace por esfuerzo". Y añadió: "Cuando vos laburás, las cosas van para arriba".

Lo cierto es que más allá del entredicho, la relación entre jefe y empleado sigue en buenos términos. Así se pudo ver en el Hotel Alvear, tal como cuenta Leandro Renou en esta nota, ya que a su arribo, al Presidente lo esperaba el clásico salón VIP que el Cicyp arma en la previa a los convites de funcionarios. "Que esté ", fue el único pedido y el sujeto tácito era el misimísmo  Eurnekian, líder de Corporación América y mentor de Milei, que fue empleado de esa empresa, de la cual también salieron el jefe de gabinete, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos.

Eurnekian fue el primer presidente del Cicyp y los que estuvieron en el VIP del Álvear destacaron "el notable sentido de pertenencia que Milei tiene con la empresa Corporación América". Cuentan que el Presidente habla seguido y directamente con su padrino político y, aunque sabe que Eurnekian es crítico, le acepta consejos y recomendaciones. Algunas de las críticas las acaba de hacer públicas.