La utilización de la capacidad instalada se ubicó en marzo en 53,4 por ciento. Se trata de niveles alarmantes y muestra el freno impactante de la economía. Es un nivel idéntico al que se registró en los primeros meses de la pandemia y permite observar el impacto nocivo de las políticas de ajustes de Milei para el mercado interno, el consumo, la producción, la inversión y el mercado laboral.

El sector manufacturero es uno de los grandes perdedores del modelo económico de Milei y en los próximos meses continuará recibiendo los impactos de la crisis. Por un lado la apertura de las importaciones empieza a generar competencia contra productos locales, al tiempo que la caída del consumo en el mercado interno desploma las ventas de las empresas. Al mismo tiempo, el nivel del tipo de cambio comienza a preocupar en las fábricas.

En detalle, el Indec informó que el uso de la capacidad instalada en marzo fue del 53,4 por ciento, por lo que tuvo una caída de 14 puntos interanual, ya que en el tercer mes de 2023 el registro había sido del 67,3 por ciento. Hubo una fuerte merma en la industria metálica básica y la metalmecánica.

El Indec detalló que los 12 sectores medidos tuvieron una disminución en la utilización de las maquinarias durante el tercer mes del año. Las que más sufrieron el retroceso fueron Productos minerales no metálicos (76,3 por ciento en 2023 contra 47,2 por ciento de este año), Industrias metalmecánica básicas (del 77,2 al 50 por ciento de 2024), Industria automotriz (del 72,5 al 50,8) y Metalmecánica (del 57,3 al 38).

La situación en la industria es dramática. Con la caída de la actividad industrial del 21,2 por ciento que reportó el Indec para marzo, la producción retrocedió al nivel de junio de 2020, cuando asolaba la pandemia.

Crisis de la industria

El economista Daniel Schteingart precisó que nunca antes desde que se publica el índice manufacturero se había producido una baja tan generalizada, "ni siquiera en la pandemia".

Los 16 bloques fabriles terminaron el mes con menos producción que el año pasado. Y el 90 por ciento de los 68 subsectores que forman parte de cada bloque también sufrieron el derrumbe. Solo esquivaron la contracción un puñado de rubros vinculados a la industrialización agropecuaria, como la molienda de oleaginosas o la producción de agroquímicos, que en 2023 tuvieron números muy negativos por la sequía.

El balance del primer trimestre arrojó un descenso de la producción del 14,8 por ciento, pero la proyección de especialistas y en cámaras empresarias es que el año podría terminar con un desplome inédito cercano al 30 por ciento. Sería peor que la crisis de 2001/2002.

El porcentaje de utilización de la capacidad instalada -maquinarias- en las fábricas del 53,4 por ciento es alarmante. Se ubica en niveles de plena pandemia cuando la economía se paralizó por el shock que provocó el coronavirus. En junio de 2020, en la pandemia, estaba en 53,3.

Capacidad instalada por bloque

Volviendo al informe de utilización de la capacidad instalada del Indec, se indicó que sólo cuatro bloques sectoriales superaron el promedio mensual del 53,4 por ciento. Se mencionó que los bloques que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general fueron Refinación del petróleo (80,0 por ciento), Sustancias y productos químicos (64,9 por ciento), Papel y cartón (63,5) y Productos alimenticios y bebidas (54,5).

Por su parte, se precisó que los bloques sectoriales que se ubicaron debajo del nivel general fueron Industria automotriz (50,8 por ciento), Productos del tabaco (50,5 por ciento), Industrias metálicas básicas (50,0), Edición e impresión (48,3), Productos minerales no metálicos (47,2), Productos de caucho y plástico (44,1), Productos textiles (38,5) y Metalmecánica excepto automotores (38,0).