El director ejecutivo de la Agencia de Recaudación Provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, explicó por la 750 la decisión de reducir el Impuesto Inmobiliario Urbano en medio de una escalada inflacionaria récord en 20 años y argumentó que el objetivo es paliar la crisis económica que produjo la administración de Javier Milei en los primeros cinco meses de gestión.
Girard ijo que se trató de una decisión de Axel Kicillof que tuvo su origen en el armado impositivo en un contexto en el que el Gobierno nacional nunca informó sobre su proyección inflacionaria para el 2024. “Cuando uno tiene que administrar un presupuesto, es fundamental conocer la proyección. Uno tiene que poder planificar”, señaló.
Además, dijo que, por eso, en el debate del presupuesto se estableció un artículo para que ante cada vencimiento de impuestos se aplique un aumento en base a la inflación.
Pero, en esa oportunidad, decidieron no seguir por esta vía: “Lo que comunicamos es que para esta cuota no se va a ajustar el valor. Va a ser la misma que la cuota 2. Es una forma de acompañar de alguna manera a los contribuyentes en un contexto tan crítico”.
“Esta medida está en línea con lo que se definió para los impuestos Automotor e Inmobiliario Rural”, dijo Girard, quien agregó: “Seguimos trabajando para que los que más tienen aporten según su real capacidad contributiva, acompañando a los sectores medios y bajos que están sufriendo el impacto del ajuste brutal”.
Es que, para Girard, es importante tener en cuenta el dramático momento que vive el país: “Desde que llegó Milei lleva acumulado un 107% de inflación. Hay que decirlo, porque, si no, parece que estamos en Disney. Desde enero, hubo un 65% de inflación acumulada. El registro de abril es el más alto de un abril de los últimos 20 años”.
“La inflación interanual es la más alta desde que asumió Milei, un 289%. No estamos para festejar nada. Obviamente, el correlato de eso en los salarios es una caída del poder adquisitivo del 25%. Y lo peor es que el resultado de 'reducir' la inflación desde el pico que tuvieron lo lograron con una recesión brutal”, añadió.
Esto, concluyó, trae una serie larga de consecuencias: “Tenemos una pérdida de puestos de trabajo en enero y febrero de 65 mil pesos. Y todo indicaría que en marzo fueron 30 mil más. Con lo cual, ya se perdieron más de 100 mil empleos en el sector privado, que se suponía que eran lo que venían a recomponer con estas políticas”.
“El cuadro es grave. Ellos plantean que están sentados sobre un logro indiscutible. Pero cuando uno va a ver cómo lo lograron, se da cuenta de que es ficticio e insostenible. Porque lo hicieron dilatando pagos, como con la energía. Pero también porque lo están haciendo a costa de hambrear a los jubilados”, finalizó.