El combo de motosierra y licuadora, implementado por Javier Milei desde que llegó al poder hace cinco meses, impacta de lleno en todo el país. Mientras el mandatario festeja que la inflación de abril medida por el INDEC fue de 8,8%, en las calles la crisis se hace sentir y se agrava con los despidos que se vienen registrando en el sector privado.
Si bien en los primeros meses del gobierno de La Libertad Avanza (LLA) el ajuste había comenzado por el sector público, con cierres de organismos, contratos sin renovar y miles de empleados estatales despedidos, la recesión provocada por la política económica del ultraderechista ya le pega a las empresas privadas que, ante el parate, comenzaron achicar sus planteles y echar trabajadores.
El caso más reciente es de la cadena de supermercados Changomás, que este miércoles despidió a 152 trabajadores de 8 de sus sucursales en la provincia de Buenos Aires. La crisis provocó una caída en las ventas que golpea a los supermercados.
"El martes la compañía decidió redefinir la estructura de trabajo en ocho tiendas, en distintos puntos del país. Previo a esta situación, en los últimos meses, se han realizado todos los esfuerzos posibles por relocalizar o reasignar tareas y funciones, garantizando empleabilidad y locación geográfica, de manera de agotar todas las alternativas posibles. Sin embargo, en 152 casos, no 500 como trascendió, ni habría 300 adicionales en los próximos días, no pudimos encontrar alternativas posibles, por lo que ofrecimos las mejores condiciones, en línea con lo previsto por la ley y en el marco de un absoluto respeto por las personas", precisó Juan Pablo Quiroga, director de Relaciones Institucionales de la firma Changomás.
Estos despidos engrosan la lista de cesantías que se viene gestando en otras empresas, como Acindar, PepsiCo, General Motors, Whirpool y Fate.
Días atrás Fate, una de las tres fábricas que producen neumáticos en la Argentina, anunció que despedirá a 97 empleados y que ajustará su estructura, para adecuar sus operaciones al contexto del negocio.
Por su parte, el grupo Arcelor Mittal, dueño de Acindar, paralizó por segunda vez este año su planta de Villa Constitución como respuesta al derrumbe en las ventas. La decisión afecta a más de 3.000 operarios. Cabe destacar que la capacidad instalada de Acindar es de un millón setecientas mil toneladas y para este año tiene previstas apenas seiscientas mil toneladas.
La multinacional Pepsico confirmó la semana pasada el despido de 36 de sus 400 trabajadores que se desempeñan en la planta instalada en el Parque Industrial General Savio de Mar del Plata. Mientras que Whirlpool anunció 60 despidos en su planta del Parque Industrial Pilar, en una línea que se había inaugurado en 2023.
A fines de abril, General Motors paralizó, por tercera vez en el año, su planta en Santa Fe y abrió un programa de retiros voluntarios. Con una baja de 23 por ciento en la producción durante el primer trimestre del 2024, producto de caídas en las ventas y en las exportaciones, el sector automotor es uno de los más complicados por el freno en la actividad económica.
Estos casos se suman a los 100 mil empleos registrados destruidos en el primer trimestre del año, según cálculos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), hechos a partir de la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo, vinculada a las bases del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
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