El primer ministro eslovaco, Robert Fico, está consciente y puede comunicarse verbalmente, según aseguró el presidente electo del país, Peter Pellegrini, quien pudo hablar este jueves con él en el hospital donde quedó internado tras sufrir el miércoles un intento de asesinato.
"Es capaz de hablar, pero solamente algunas frases", declaró Pellegrini a los periodistas fuera del hospital de Banska Bystrica, en el centro del país, donde Fico está siendo tratado. “Me fue permitido hablar con él sólo unos minutos, porque su estado de salud realmente requiere tranquilidad”, agregó, precisando que habló con Fico sobre lo feliz que está de que hubiera sobrevivido al ataque con un arma de fuego y le deseó una pronta recuperación.
"Está muy cansado. La situación sigue siendo muy crítica", explicó el nuevo jefe del Estado, que asumirá el cargo el próximo mes, remarcando que a Fico le esperan horas y días muy difíciles. “El jefe de Gobierno escapó a la muerte por poco, porque si las balas hubieran acabado a unos centímetros del lugar donde lo hicieron, estaríamos hablando de cosas diferentes”, señaló el nuevo jefe del Estado, que asumirá el cargo el próximo mes.
"Serenar la situación"
Mientras tanto, la presidenta saliente de Eslovaquia, la liberal Zuzana Caputova, convocó a los líderes de todas las fuerzas parlamentarias a una reunión para calmar la situación y rechazar la violencia. “Queremos instar a todos a una actitud responsable, y que salgamos del círculo vicioso del odio y mutuas acusaciones, porque lo que ocurrió es un acto individual, pero el ambiente tenso de odio es nuestra obra común”. El día anterior la mandataria había calificado el intento de magnicidio como una gran tragedia humana y un ataque al orden democrático, mientras que varios países del mundo también expresaron su enérgico repudio y le desearon a Fico una pronta recuperación.
La polarización política y social ya existente en Eslovaquia desde antes de la pandemia de la covid aumentó desde el regreso al poder, el pasado octubre, de Fico al frente de una coalición de nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas. Sus medidas, como la abolición de la Fiscalía anticorrupción, que investigaba a miembros de su partido; su plan para eliminar la radiotelevisión pública, que considera poco patriótica; o las restricciones a las ONG, siguiendo el modelo ruso, provocaron masivas protestas ciudadanas animadas por la oposición progresista.
En este marco, la policía advirtió recientemente en un comunicado difundido en sus redes sociales que serán sancionadas las publicaciones en Internet que propaguen el odio y aprueben el atentado. "En relación con el intento de asesinato del primer ministro (...), en las redes sociales han aparecido graves expresiones de odio, intolerancia, llamadas a una escalada de violencia y mucha información no verificada sobre el ataque en Handlova", Detalló.
Las fuerzas de seguridad indicaron que evalúan esos comentarios, y en el caso de que cumplan con la esencia de un delito o una falta, tomarán medidas. "Es muy fácil evitar una sanción. Todo lo que se necesita es respeto y tolerancia. Son dos palabras que todo el mundo debería utilizar a la hora de comunicarse, y no sólo en las redes sociales", subrayó.
Agresor ultranacionalista
El primer ministro eslovaco fue tiroteado al término de una reunión del Consejo de Ministros en la ciudad de Handlová, a manos de Juraj Cintula, un hombre de 71 años. El agresor, que fue detenido, declaró que estaba orgulloso de su acto. Justificó su ataque diciendo que no le gustan las políticas del Gobierno y que sólo pretendía hacer daño al premier, pero no matarlo. Las autoridades policiales lo acusaron de "intento de asesinato premeditado por venganza", un delito que podría acarrearle una pena de entre 25 años y cadena perpetua, informó la prensa local.
Cintula tenía licencia para usar armas y en el pasado trabajó como guardia de seguridad en un centro comercial. Hace ocho años anunció en internet que estaba recogiendo firmas para crear un partido político llamado "Movimiento contra la violencia". En aquel entonces, aseveró que la democracia eslovaca estaba amenazada por la privatización de bienes del Estado tras la caída del comunismo y que, denunció, pasaron a manos de oligarcas y ricos que compran a los representantes políticos.
El agresor de Fico habría estado vinculado con Slovenskí Branci, un grupo paramilitar eslovaco prorruso. En un mensaje de 2016 en la página de Facebook de esta organización, se lo puede ver participando en uno de sus actos, donde reclamaba la existencia de milicias armadas para defender a los europeos de la llegada de miles de migrantes al continente. Este grupo, ya desaparecido, simpatizaba con el político neonazi eslovaco Marian Kotleba, quien fue condenado en 2020 a cuatro años de cárcel.
Cintula también era miembro de un club literario en Levice, su ciudad natal, y publicó dos libros, uno de ellos con ataques contra la comunidad gitana de Eslovaquia, sometida tradicionalmente a políticas de discriminación y segregación. El club literario DUHA, al que pertenece el agresor, emitió un comunicado en el que se distancia de las acciones y opiniones del hombre de 71 años y manifestó su indignación por el intento de magnicidio.