El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia, una fecha que recuerda un hito histórico: el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad del manual de clasificación de enfermedades mentales. Esta jornada se celebró por primera vez en 2005 y fue creada por el Comité IDAHO, con sede en París.

Desde su creación en 2004, el Comité IDAHO lanzó una campaña anual para visibilizar las violencias y discriminaciones que sufren las personas LGBTI+. La culminación de estos esfuerzos llevó a la consagración de este día a nivel internacional, con el objetivo de llamar la atención sobre los prejuicios y exclusiones que enfrentan las personas LGBTI+ en todo el mundo.

¿Es correcto hablar de fobia(s)?

El uso del término "fobia" cuando se habla de homofobia, bifobia y transfobia es una cuestión de imprecisión y poca profundidad en el lenguaje. Activistas argentinos y del mundo argumentan que el término "fobia" implica un miedo irracional y personal, mientras que "odio", en cambio, captura mejor la naturaleza sistemática y deliberada de las agresiones y discriminaciones que enfrenta la comunidad LGBTI+.

Vanesa Calderón, coordinadora del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT, señaló en diversas entrevistas que el aumento de los crímenes de odio en Argentina refleja una violencia social y estructural más amplia, donde las identidades y expresiones de género son pretextos para vulnerar derechos y ejercer violencia​. Este enfoque subraya que no se trata solo de individuos con miedo irracional, sino de una sociedad que perpetúa y valida el odio.

Este cambio en la terminología también se refleja en la necesidad de políticas públicas efectivas, en la urgencia de estas políticas para prevenir y erradicar las violencias que sufren las personas LGBTI+, una responsabilidad que recae en el Estado​.

Así, el uso del término "odio" en lugar de "fobia" no solo es más preciso, sino que también resalta la necesidad de una respuesta social y estatal más robusta y comprometida con los derechos humanos. En tanto, se recomiendo también utilizar términos como homoodio, lesboodio, transodio, biodio o homolesbotransodio para visibilizar las diferentes especificidades de esta problemática.

Cuál es el lema de la ONU este año

El tema del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia de este año, elegido por la ONU, es "Que nadie se quede atrás: Igualdad, libertad y justicia para todos".

Casi una década después de que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible estableciera "No dejar a nadie atrás" como un principio definitorio para nuestras acciones colectivas en favor de un cambio positivo, se han observado avances significativos. A finales de 2023, más de 100 países habían adoptado medidas proactivas para salvaguardar los derechos de las personas LGBTIQ+.

Por qué es importante el Día Internacional contra la Homofobia

El Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia es relevante por múltiples razones. En primer lugar, este día es crucial para visibilizar las diversas formas de discriminación y violencia que enfrentan las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales (LGBTQI+). La visibilidad de estas realidades permite concienciar a la sociedad sobre la necesidad de combatir el prejuicio y la exclusión hacia estas comunidades.

Además, los Estados tienen una responsabilidad fundamental en la protección de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o expresión de género. Que este día forme parte de las agendas de organismos internacionales presiona a los Estados a tomar acciones concretas para la protección de las personas del colectivo LGBTIQ+.

Avances y retrocesos en Argentina y el mundo en relación al LGBTodio

La situación mundial respecto al avance y retroceso en la lucha contra el odio hacia las personas LGBTIQ+ es compleja, según la información recopilada por la Base de Datos de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA Mundo).

En varios Estados miembros de la ONU, la pena de muerte sigue siendo legalmente prescrita para los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo, con seis países que la mantienen como parte de su legislación. Además, hasta 64 Estados miembros criminalizan los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo, ya sea de manera de jure o de facto. Esta criminalización se suma a las leyes, normas y reglamentos en al menos 51 Estados que prohíben formas de expresión relacionadas con la diversidad sexual y de género, incluso en ámbitos educativos.

Sin embargo, existen avances. Por ejemplo, 11 Estados miembros han tomado medidas para prohibir las llamadas "terapias de conversión" a nivel nacional, mientras que siete han implementado restricciones a intervenciones innecesarias en jóvenes intersex, y 20 permiten el reconocimiento legal del género basado en la autodeterminación.

Además, el matrimonio igualitario es una realidad en 33 Estados miembros, y 58 cuentan con leyes que protegen a las personas de los delitos de odio por orientación sexual.

Sin importar el color político de los gobiernos de los distintos países del mundo, pareciera que el LGBTodio tiene un auge y una validación que, irónicamente, no discrimina ideológicamente. En Estados Unidos, el supuesto mundo libre, sólo del 2020 hasta la fecha se ha visto retrocesos como prohibiciones de atletismo para personas transgénero, restricciones en el acceso a tratamientos médicos, derogación de protección contra la discriminación, ampliación de protecciones de leyes de Libertad Religiosa y el retiro de directrices educativas que acompañaban las trayectorias educativas de las personas del colectivo LGBT lo que llevó a un significativo aumento de la violencia y los crímenes de odio.

En Rusia, la situación para las personas LGBTIQ+ es aún más complicada, ya que el gobierno ha promulgado leyes que restringen la libertad de expresión y los derechos de esta comunidad. Las leyes contra la "propaganda homosexual" y las acciones gubernamentales para reprimir protestas y organizaciones LGBTIQ+ han generado preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional, aunque no lo suficiente. Las personas LGBTIQ+ en Rusia enfrentan discriminación, violencia y persecución absolutamente institucionalizada al punto de que s econsideran a las agrupaciones LGBT como grupos terroristas, lo que hace que su situación sea especialmente difícil.

Avances y retrocesos contra el LGBTIQ-Odio a nivel regional y en Argentina

Entre los logros más destacados en materia de derechos humanos de la población LGBT se encuentran:

Argentina: La Ley de Identidad de Género, la Ley de Cupo Laboral Trans y el registro no binario en el documento de identidad y el matrimonio igualitario.

Uruguay: La Ley Integral Trans y Matrimonio Igualitario.

Bolivia: La Ley de Identidad de Género.

Ecuador: La Ley Orgánica de Gestión de la Identidad.

Colombia: El Decreto 1227 de 2015, que permite el cambio registral.

Brasil: En 2011, el Supremo Tribunal Federal reconoció que las parejas del mismo sexo pueden constituir "uniones estables" y en 2018 falló a favor del cambio de nombre en el registro civil.

El gobierno del Perú publicó el 10 de mayo un decreto supremo que clasifica las identidades trans como condiciones de salud mental en el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS) del país, siendo esto un gran retroceso en la región.

Nuestro país fue siempre considerado de avanzada en materia de derechos humanos y en especial aquellos relacionados con la orientación sexual e identidad de género de las personas. Sin embargo, en nuevo gobierno encabezado por Javier Milei dió un giro de 180 grados a la política social del país.

Homolesbofobia, La Libertad Avanza y los crímenes de Barracas

El vocero presidencial, Manuel Adorni, habló tras la muerte de Andrea Amarante, la tercera de las mujeres fallecidas tras el ataque de Justo Fernando Barrientos, por su condición de lesbianas, en el barrio porteño de Barracas y lejos de condenar tajantemente los femicidios, enmarcados en violencia de género y por la orientación sexual, se dedicó a hacer malabares verbales para que este crimen se diluyera en un difuso conjunto de "violencias igualmente repudiables". Totalmente en sintonía con la postura negacionista del gobierno que integra. “No me gusta definirlo como un atentado a determinado colectivo”, planteó el funcionario nacional.

Él mismo habría tuiteado durante el 8 de marzo, en relación a una nota que lo tildó de homolesbotransodiante, un posteo jactándose de que le palabra daría un triunfo asegurado si se la empleara para jugar al “ahorcado”. Todo en sintonía con políticas estatales que buscan deslegitimar la lucha histórica de los organismos de derechos humanos y la comunidad LGBT, estigmatizarla y validar la violencia que sufren.