Brasil suma un nuevo episodio de terror tras las graves inundaciones en el estado de Río Grande do Sul, en el sur del país, ocasionadas por las fuertes lluvias y la crecida del río Guaíba: aparecieron palometas en las calles anegadas de Porto Alegre, provocando pánico entre los vecinos.
En los últimos días, el cuerpo de bomberos y distintos vecinos de la región advirtieron la presencia de estos peces, también conocida como la "piraña de vientre rojo" (Pygocentrus nattereri, según su nombre científico). También surgieron otras denuncias entre la población de la presencia de animales en las calles de la capital de Rio Grande do Sul, como caimanes, según reportó el diario O Globo.
En las redes sociales, distintos usuarios compartieron imágenes de cadáveres de palometas flotando en el agua acumulada en las calles y entradas de edificios. También hay videos de peces sobrevivientes nadando en zonas con poca acumulación de agua.
"Donde quiera que vaya este pez termina con todo, se reproduce muy rápido, seguramente tendremos consecuencias para otros peces y crustáceos", lamentó un pescador. Hace al menos tres años la presencia de estos animales en los ríos de la región causó daños al ecosistema local, ya que la piraña no es una especie natural en la zona, y termina provocando un desequilibrio ecológico al atacar a otros peces que no serían objeto de depredación.
Según los expertos de la Universidad Federal de Río Grande del Sur (UFRGS), a pesar de causar accidentes, la palometa no representa peligro de ataque para los humanos, ya que su dieta e basa en insectos, gusanos y otros peces.
Los ataques a personas suelen ocurrir por dos motivos: para defenderse de especies corpulentas al norte del paralelo 20°S (paralelo que está 20 grados al sur del plano ecuatorial de la Tierra), ya que las aguas cálidas estimulan su agresividad y gregarismo (forma de conducta de las especies animales que viven en comunidad); y porque los yacarés y nutrias gigantes controlaban sus poblaciones al tenerlas como presas, pero al ser casi exterminados desapareció el equilibrio natural que controlaba a estos pequeños peces carnívoros.
Temporal en Brasil: alarmantes cifras de muertes, heridos y destrozos
El número de muertos por los temporales que azotan al sur de Brasil y que ocasionaron inundaciones nunca antes vistas en la región suma ya 152 muertes, informaron este jueves las autoridades regionales.
Según el último balance de la Defensa Civil, el número de desaparecidos es ahora de 104 y unas 615.000 personas están desplazadas por causa de las lluvias.
El estado de Río de Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay, vive la situación más dramática, con 151 de los muertos, el 90% de los municipios afectados, y 2,1 millones de damnificados.
Con una población total estimada en 11,3 millones de habitantes, unas 615.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, y ahora se refugian en albergues improvisados dependiendo de donaciones o en las residencias de algún amigo o familiar.
En Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul, las aguas comienzan a menguar tras dos días sin lluvias. En tanto, el río Guaíba, que desde el pasado 3 de mayo ocasionó las inundaciones en el centro de la ciudad, bajó de los 5 metros.
Entre tanto, las últimas imágenes aéreas revelan los destrozos materiales dejados por las aguas, además de las ratas y animales muertos se ven por las calles de algunos barrios de la ciudad, que, además, están sumergidos en medio de un fuerte hedor.
Mientras en la capital bajan las aguas, en el sur del estado, en la Lagoa do Patos, continúan subiendo: ya se duplicaron los niveles, y varios municipios aledaños permanecen bajo alerta.
En medio del caos que se vive en la región, las autoridades lograron restablecer los servicios de agua y luz en el 95% de los hogares, pero unas 90 vías continúan bloqueadas. El aeropuerto internacional de Porto Alegre, el principal de la región, continúa cerrado.
A raíz de esta situación de emergencia, el presidente brasileño, Lula da Silva, durante su tercera visita a la región, anunció un nuevo paquete de ayuda para unas 200.000 familias del estado de Rio Grande do Sul que lo perdieron todo por las inundaciones.
Además de desembolsar unos 1.200 millones de reales (235 millones de dólares) que serán repartidos entre las familias, estas podrán acceder de forma anticipada a un fondo de garantías laborales y se les facilitará el crédito público para la reconstrucción de viviendas o la compra de nuevas.
Las nuevas ayudas se suman a los 50.000 millones de reales (unos 9.800 millones de dólares), anunciadas la semana pasada por el Gobierno, que contemplan asistencia directa y créditos subvencionados para pequeñas empresas, entre muchas otras medidas.