El macho insoportable. Si las criaturas más célebres de Coco Sily y Diego Pérez se fusionaran, deconocerían los que ambos están a punto de cometer con Deconstruidos. El título explicita el eje de su debut por la pantalla de Canal 9 este sábado 18 a las 20. Un ciclo que repasará los idas y vueltas para los dogmas masculinos que unieron a “las generaciones de cuarentones, cincuentones y sesentones para los y las, porque la deconstrucción no tiene género”, según concuerdan los conductores en entrevista con Página/12.

La propuesta hará base en el humor con diferentes secciones, sketches y juegos que invitarán al público a debatir sobre la consabida crisis para lo heteronormativo, los privilegios XY y las nuevas costumbres culturales. “Somos de la generación sánguche", apunta Pérez. "Venimos de unas enseñanzas muy específicas y ahora hay que amoldarse. En los ‘50 había un manual de la buena esposa donde daban tips de cómo debían comportarse las amas de casa. Para ser una buena esposa no debías abrumar con tus problemas al hombre que llegaba del trabajo. Bueno, en el estudio teatralizamos esas situaciones y mandatos”. 

No estarán solos en esa cruzada. Vero Lorca y Salustiano serán una suerte de custodios para la dupla. “Ella es una gran guionista y actriz, participa del armado y del programa como la contralora. A Salustiano lo conozco de la radio. Los dos nos traen de vuelta al camino de la deconstrucción para que no desbarranquemos”, lanza Sily. “Con videos, canciones, tests, analizamos las redes, tenemos un baúl con objetos secretos. Salustiano va a hacer un cierre musical dedicado a artistas deconstruidos adelantados a su época como Federico Moura. También están los invitados con los que vamos a comparar las épocas, el humor y cómo nos podemos acomodar nosotros a este tiempo”, suma Diego Pérez.

El ciclo se suma a la renovación de la señal que hace algunos días incluyó La casta está en orden, donde Agustina Kämpfer y Juan Di Natale repasan la actualidad (sábados a las 21) desde la sátira. Y justamente Javier Milei aparece en un momento de la charla con Sily. “Creo que al Presidente le haría falta deconstruirse”, dice el actor. Tras más de 14 años con su espectáculo en el teatro -La cátedra del macho- y un bestseller editado en 2013, el nuevo unipersonal sobre las tablas -Coco Sily, ¿deconstruido?-  va en línea con el programa que se estrena este fin de semana. En el afiche de su obra se lo puede ver al hincha de Huracán con tacos y comiendo sushi, las mismas reyertas y cuestiones que aparecieron en el spot de la segunda temporada de Machos alfa, la serie española de Netflix, que aquí se publicitó con la figura de Sily. “Grabando la promoción ya me di cuenta de lo que nos pasó con todos estos cambios, empezamos a soñar con este programa para básicamente reírnos de lo que fuimos y somos”, apunta el actor.

-¿Cómo nació el proyecto?

Diego Pérez: -Yo venía teniendo reuniones con el canal para llevar adelante un ciclo de entrevistas y humor. Me suena el teléfono y era Coco. “Hagamos algo con lo que está pasando”, me dice. Somos tipos en vías de deconstrucción, pero que algunas cosas nos faltan, porque estamos criados de otra forma. Tenemos que aprender porque estamos a favor de la igualdad. Pero dénnos algo de tiempo, hay cositas que están en nuestro ADN y comportamiento. Me tiró el título y me encantó. Ahí empezamos a darle forma.

-¿Cómo lo definirían?

Coco Sily: -Como un late night argento. Tiene mucho de eso, pero es muy entendible para la audiencia de acá. 

D. P.: -El programa estaba pensado para mitad de año. Aparece un hueco en la grilla y nos dicen si estábamos listos. Con Coco somos remadores por naturaleza, así que todo lo que estábamos pensando, lo terminamos por ajustar en dos semanas.

-¿Crees que La cátedra del Macho desde la ironía trabajaba algo parecido a lo de este programa?

C. S.: -Totalmente, aunque en el momento no se lo haya visto tan así. Cualquiera que haya visto mi espectáculos sabe que trabajaba desde la exageración. El objeto del chiste siempre fue el tipo que se ve como un macho.

-¿Ya habían hecho algo juntos en tele?

C. S.: -No en tele, y siempre nos los veníamos prometiendo. Habíamos hecho una obra de teatro, Canguros, con Marcelo de Bellis, dirigida por el divino de Carlitos Moreno, Morenito. Nos llevamos tan bien. Solo tuvimos esa experiencia que la disfrutamos mucho. Hemos comido mucho juntos. Él vino a ver la Cátedra… con su grupo de amigos cada vez que iba a San Martín. Yo he ido a su programa Pantagruélico, nos cruzamos en Animales sueltos y en Noches de menteDeconstruidos será nuestro reencuentro.

D. P.: -A Coco lo quiero matar. Escribió Canguros en un fin de semana. La hicimos luego de la debacle del 2001, trata sobre tres amigos atorrantes y hay uno de ellos que se quiere ir a Australia para probar suerte. Coco y yo éramos los más básicos. Tranquilamente la podríamos volver a hacer todos los años. Pero Coco no encuentra los escritos, y tampoco la registramos en video. Me quedó esa espina, pero ahora está Deconstruidos.

-¿Hay algún elemento imposible de deconstruir? Los dos han trabajado mucho temáticas referidas a la vida barrial, el fútbol y la comida…

C. S.: -Tenemos nuestra carpeta de noes. Que cada vez se hace más finita y nos divierte revisarla.

D. P.: - La idea es hacer un contrapunto. Con Coco somos los reyes del bodegón y Salustiano nos contó eso de un lugar que te sirven la empanada en una botella reciclada. ¿Cómo en un frasco? ¿Y si pido seis? ¿Me traen seis frascos? Con eso me hago un xilofón. Eso me cuesta. O los cafés de especialidad. Traeme una cucharita, que esté caliente. Son nimiedades quizás pero ahí no voy a aflojar.

-Los dos suelen trabajar en dupla, ¿cómo fue esta vez?

D. P.: -Con Coco nacimos con 13 días de diferencia. Los dos somos de enero del 64. Él es el más grande y se nota (carcajadas). Acá es un mano a mano. Los dos somos protagonistas de esta historia. Gestamos el proyecto juntos. Somos actores con oficio, y salvando las distancias, podemos ser Olmedo y Portales o intercambiar esos roles. Los dos nos escuchamos. Nos complementamos, muy verborágicos, pero con estilos diferentes.

-Cada semana habrá un nuevo invitado. El primero es con tu compañero de Compatriotas, Daniel Aráoz. ¿Qué podés contar de su participación?

C. S.: - Nos reímos mucho y los vamos a hacer reír. Nos hace desfilar, elongar, recitar silbando. Nos deconstruyó él con su locura.

-¿Quiénes siguen el lista de invitados?

C. S.: -En principio viene Freddy Villareal. Pero la lista está abierta, me encantaría que vengan Malena Pichot y Bimbo, mis amigas feministas con las que tuve mis idas y vueltas radiales.

-¿A quién te gustaría invitar para deconstruir?

C. S.: -Hay muchísimos. Creo que a varios personajes del fútbol. Personajes HERMOSOS, escribilo con mayúscula te lo pido, como Guille Coppola o Coco Basile. Yo mismo soy un invitado a esta deconstrucción.

D. P.: -La lista es infinita. Horacio Pagani. Beto Casella. No sé si para deconstruir, pero si para entender y divertirse. Hay gente que quiere, puede y le cuesta. Hay muchas mujeres en carpeta.

-¿Cómo hubiera sido la deconstrucción en programas como Compatriotas o Polémica en el bar ?

D. P.: -Todo lo que hiciste en el pasado te va culturizando. Con Dady Brieva hice un programa, El gran juego de las provincias, y él me dijo algo que me encantó y con lo que me siento identificado. Nosotros somos parecidos a esas maquinitas de café de oficina. Apretás un botoncito y ahí estamos. Pasamos por distintas etapas. Hay cosas que hice y ahora no haría o haría distinto. Hacer Deconstruidos con Coco es patear un penal sin arquero.

C. S.: -Creo que cada programa representa una época y su idiosincrasia. Pasé por Animales sueltos, todas las noches durante una década, bastante emblemático. Y algunas cosas de ese programa hoy no tendrían cabida. Ahora nos toca deconstruirnos y por eso estamos acá.