El Gobierno confirmó que en junio los jubilados que cobran la mínima recibirán un nuevo bono de 70 mil pesos. El mes que viene, la mínima sin bono sería de 206.931 mil pesos, de acuerdo a la suba del 8,8 por ciento prevista por la nueva fórmula de actualización inflacionaria. Teniendo en cuenta el bono anunciado, el valor del haber mínimo queda en 276.931 mil pesos. Todo jubilado cuyo ingreso esté por debajo de ese valor, cobraría el bono equivalente hasta alcanzar el tope. Los jubilados que reciben ingresos por encima, no recibirán ningún beneficio adicional al previsto por fórmula.

Como el bono no se actualizó respecto del mes pasado, en los hechos el ingreso de bolsillo de los jubilados que están en la base de la pirámide se mueve por debajo de la fórmula entre mes a mes. Por ejemplo, en el caso del haber mínimo, la recomposición, entre fórmula y bono, será de 6,4 por ciento entre mayo y junio.

La suba de las jubilaciones del mes que viene, sin contar los bonos, también impacta sobre las prestaciones no contributivas, como la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que equivale al 80 por ciento del haber mínimo. Con el aumento rezagado por inflación que estableció el Gobierno, esa prestación quedará en 165.545 pesos.

Pérdida

El vocero de la presidencia, Manuel Adorni, aseguró en su habitual conferencia que "el objetivo es que el jubilado no pierda más poder adquisitivo". Sin embargo, si el objetivo del Gobierno fuera ese, hubiera arbitrado los medios necesarios para evitar el deterioro de los haberes. No fue de esa manera. De hecho, buena parte del superávit fiscal alcanzado en el primer trimestre se explica gracias al ajuste sobre las jubilaciones.

De acuerdo a las estimaciones del economista Nadin Argañaraz, en los primeros cinco meses del año, el jubilado que cobra la mínima termina perdiendo el 21,7 por ciento de su ingreso real, mientras que quien no cobra la mínima pierde el 33,9 por ciento en ese período respecto a igual lapso de 2023.

A partir del mes que viene, la profundización o no de la caída de las jubilaciones dependerá del dato de inflación. Si la inflación mensual sigue bajando, febrero podría erigirse como el mes piso del poder adquisitivo de las jubilaciones, que podrían tener un avance mensual pero no respecto de los valores del año pasado.

El grado de deterioro de las jubilaciones también guarda relación con el debate por la fórmula previsional que sigue vigente en el Congreso, lo cual podría impactar con un mejor "empalme" entre la fórmula vieja y la actualización por inflación vigente.

El valor del bono que estableció el Ejecutivo para contener el impacto inflacionario sobre las jubilaciones mínimas está corriendo bien por detrás de los precios. Con lo cual, dicho adicional pierde poder adquisitivo mes a mes.

Según cálculos del CEPA, el mes que viene, el bono de 70 mil pesos permite adquirir un 65,6 por ciento de lo que compraba en diciembre pasado el bono de 55 mil pesos. Dicho de otra forma, el valor actual equivalente del bono de diciembre sería de 113.803 pesos. Es otro modo de licuación de los haberes.