El Ejército israelí libró este viernes intensos combates con Hamas en la ciudad de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza, al tiempo que recuperó los cuerpos de tres rehenes durante una operación militar en Rafah, donde continúa sus ataques de artillería y bombardeos tras la huida de más de 600 mil gazatíes de la zona.

"El Equipo de Combate de la 7ª Brigada encabeza el asalto de la división en Yabalia y combate ahora en el corazón de la ciudad", anunció un comunicado castrense, que precisó que más de 60 supuestos milicianos habrían sido eliminados en este área en los últimos días, tanto en ataques terrestres y aéreos.

El Ejército también mencionó el hallazgo de un almacén de armas con decenas de cohetes preparados para su uso y otras armas a unos diez metros de un refugio que recibe a desplazados. Fuentes militares citadas por el diario The Times of Israel describieron los combates en Yabalia como los más violentos desde el inicio de la ofensiva contra Gaza.

De acuerdo al último balance del ministerio de Salud gazatí, la cifra total de muertos en el enclave ascendió a 35.303 y a 79.261 el número de heridos. "La ocupación israelí cometió cuatro masacres contra familias en la Franja de Gaza, causando 31 mártires y 56 heridos durante las últimas 24 horas", detalló la cartera en un breve comunicado.

Cuerpos recuperados

Mientras tanto, en Rafah las tropas israelíes continuaron sus bombardeos sobre la ciudad fronteriza con Egipto y recuperaron los cuerpos sin vida de tres rehenes que estaban en manos de Hamas. Los rehenes fueron identificados como dos mujeres y un hombre: Shani Louk, de 23 años; Amit Buskila, de 28 años; e Itzhak Gelerenter, de 57 años. Todos fueron capturados en el festival de música Supernova, asaltado por las milicias palestinas el pasado 7 de octubre, un ataque contra suelo israelí que produjo alrededor de 1.200 muertes y más de 200 secuestrados.

El vocero militar israelí, Daniel Hagari, indicó en un video que los tres consiguieron escapar en un primer momento a la zona de Mefalsim, donde murieron a manos de las milicias. Sus cuerpos sin vida fueron posteriormente trasladados a la Franja de Gaza, donde fueron recuperados en una operación nocturna conjunta del Ejército y el servicio de Inteligencia nacional israelí, el Shin Bet. "No dejaremos piedra sin remover, haremos todo en nuestro poder para encontrar a los rehenes y devolverlos a casa", advirtió Hagari.

Por su parte, Hamas cuestionó tanto la veracidad del anuncio como el hecho de que se trate de un éxito por parte de las tropas de Israel. "Los cuerpos que la ocupación dice haber encontrado pueden ser aquellos que previamente fueron bombardeados y permanecieron bajo los escombros", apuntó uno de los portavoces del brazo político de Hamas, Izzat al-Rishq.

Más de medio millón de desplazados

En cuanto a la situación humanitaria de los gazatíes, el número de desplazados en Rafah aumentó a más de 630 mil, según señaló la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA). "El pueblo de Gaza sigue siendo desplazado a la fuerza. Desde el inicio de la ofensiva militar contra Rafah el 6 de mayo, más de 630 mil personas se vieron forzadas a abandonar la zona", afirmó el organismo en una publicación en la red social X, agregando: "Muchos buscaron refugio en Deir al-Balah, que ahora está insoportablemente superpoblada y en condiciones terribles".

El vocero de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Jens Laerke, dijo en una rueda de prensa que en general las personas se desplazaron al norte y noroeste, hacia la costa, donde las tropas israelíes les ordenaron que vayan. "Su viaje es complicado porque no hay rutas seguras y ciertamente no hay ningún destino libre de peligro en Gaza", remarcó. 

Antes del inicio del conflicto bélico, Rafah era una pequeña ciudad de alrededor de 275 mil habitantes, una cifra que se disparó hasta alcanzar los 1,4 millones por el progresivo desplazamiento de norte a sur que supuso la intervención militar israelí. La operación en Gaza, un territorio de aproximadamente 2,2 millones de habitantes, se concentró en los primeros meses en la mitad norte de la Franja, para continuar más tarde en zonas al sur como Jan Yunis. Así Rafah quedó como el último refugio para muchos palestinos y un lugar clave para la entrada de ayuda humanitaria, a través del paso fronterizo con Egipto que se encuentra en la zona.

La escasez de suministros

Las órdenes de evacuación y los desplazamientos en Rafah fueron acompañados de un bloqueo de esa ayuda humanitaria. El portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tarik Jasarevic, subrayó en la misma rueda de prensa que no pudieron entrar suministros sanitarios en Gaza desde el seis de mayo. "El mayor problema ahora es el combustible, que alimenta las instalaciones donde trabaja la OMS. Se necesitan entre 1,4 y 1,8 millones de litros al mes para que los hospitales de Gaza sigan funcionando, pero actualmente entran por Rafah sólo unos 159 mil", detalló Jasarevic.

El portavoz también recordó que sólo 13 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando. "Sin combustible los generadores no pueden producir electricidad, y eso pone en riesgo a las personas atendidas en unidades de cuidados intensivos. No se pueden practicar cesáreas a mujeres embarazadas, realizar operaciones, o mantener con vida a algunos recién nacidos", aseguró.

Para paliar la falta de alimento que sufre la Franja, que tiene más de un millón de personas al borde de la hambruna, la Unión Europea (UE) inauguró un muelle artificial construido por Estados Unidos y anclado frente a la costa norteña del territorio. El primer cargamento consistió en 88 mil latas de comida enviadas por Rumania a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE, en un primer gesto que, como recordó OCHA, no puede reemplazar la entrada masiva de ayuda vía terrestre. 

"Las rutas terrestres son las más adecuadas, efectivas y eficientes para la entrega de la ayuda, por lo cual se necesita que todos los cruces (fronterizos) sean abiertos", dijo al respecto Jaens Laerke.