A Javier Milei, evidentemente, recorrer el territorio nacional no lo cautiva. Desde que asumió como Presidente, muy pocas veces salió del Área Metropolitana de Buenos Aires: fue a Bahía Blanca, tras el violento temporal; a Ushuaia para reverenciar a la generala estadounidense Laura Richardson y a Mar del Plata para saludar a su expareja Fátima Flores; pero no mucho más. Por el contrario, el suelo internacional lo seduce. Desde que aterrizó en la Casa Rosada, salió del país en seis oportunidades y siempre con un mismo objetivo: posicionarse como un referente de la extrema derecha mundial. Este domingo, en España, el libertario cumplirá su día número 30 en el exterior, en una jornada que lo tendrá como figura central de un acto partidario de Vox. Su participación estelar, entiende, le servirá para seguir estrechando vínculos en el club de amigos de la ultraderecha global. "Estamos incomodando a los rojitos por todo el mundo", lanzó eufórico desde Madrid. Para seguir cumpliendo sueños, a fin de mes, irá a Silicon Valley para conocer al CEO de Meta, Mark Zuckerberg.
Si los pronósticos no fallan, las elecciones del 9 de junio para renovar el Parlamento europeo traerán buenas noticias a los aliados internacionales de Milei. Se estima que, en mayor o menor medida, las fuerzas políticas radicalizadas que lideran Marine Le Pen (Francia), Georgia Meloni (Italia), Santiago Abascal (España), André Ventura (Portugal) y Viktor Orbán (Hungría) crecerán en la Eurocámara. Acompañando el viento de cola extremista, el jefe de Estado argentino buscará subirse a la ola en la cumbre “Europa Viva 24” y hacer gala de sus credenciales: ser el máximo exponente de la ultraderecha en América Latina, butaca que en poco tiempo le arrebató a su socio brasilero, el pistolero Jair Bolsonaro.
En el Palacio Vistalegre, Milei formará parte del relanzamiento de Vox, que pretende realizar una demostración de fuerza tras la dura derrota electoral que sufrió el año pasado. Allí, el Presidente se cruzará con un conjunto de dirigentes que --sin ser ideológicamente homogéneos-- quieren barrera a la política tradicional con discursos ultraconservadores, autoritarios, xenófobos, antiderechos y antiambientales. “No son muchos los generadores de odio, pero hacen un enorme ruido y lo inundan todo", resumió la vicepresidenta española, Yolanda Díaz. "Nosotros representamos todo lo que ellos detestan y odian: el feminismo, la justicia social, la dignidad laboral, un Estado de Bienestar fuerte, la democracia", completó el mandatario español Pedro Sánchez.
Amigos con diferencias
El anfitrión de "Europa Viva 24" es el amigo personal de Milei, Santiago Abascal; un dirigente que ganó músculo a fuerza de fustigar a las autonomías regionales, la inmigración musulmana, la diversidad sexual y las políticas de género. “El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y eso es lo que hemos defendido desde el principio”, dice el exmilitante del Partido Popular, que se presenta como "un chico de pueblo" y promete -- en modo Donlad Trump-- hacer a "España grande otra vez"; augurio que también rememora el lema franquista "una, grande y libre".
El libreto económico de Abascal coincide en algunos puntos con la agenda libertaria de Milei: reducir masivamente los impuestos --considerados "abusivos" y "confiscatorios--, flexibilizar las condiciones laborales y, ante todo, priorizar las demandas del sector empresario. Sin embargo, difieren rotundamente respecto al comercio exterior, en donde el español plantea un modelo proteccionista que defiende a la industria nacional, a contramano del mandatario argentino que promueve una apertura irrestricta de las fronteras.
Milei y Abascal, además, tienen posiciones opuestas respecto al sentir nacional y al rol del Estado. En línea con Trump o Bolsonaro, el español sostiene un discurso fuertemente nacionalista, se abraza a los símbolos patrios y utiliza a la bandera de su país como liturgia partidaria. El argentino, en cambio, no expresa devoción por las tradiciones nacionales, sino más bien admiración por Estados Unidos e Israel. La mirada antiEstado del libertario también choca de lleno con las críticas de Abascal al "lobby globalista", tema clave en una cumbre que apunta contra la denominada "La burocracia de Bruselas”.
Los socios de Milei
En el congreso de Vox, Milei también coincidirá con la candidata a presidenta de Francia Marine Le Pen; el titular del partido Chega de Portugal, André Ventura; el ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel, Amichai Chikl, y el diputado chileno y líder del Partido Republicano, José Antonio Kast. En forma virtual participarán la primera ministra italiana, Georgia Meloni y su par húngaro Victor Orbán.
El vínculo con la jefa de Estado de Italia es particularmente bueno, al punto tal que conversaron telefónicamente luego del triunfo electoral del año pasado y ahora lo invitó a exponer sobre inteligencia artificial en la cumbre de G7, que se realizará en Borgo Egnazia entre el 13 y 15 de junio. Por esos días, el Presidente regresará a España. Una vez más, sin una agenda oficial, recibirá el premio de del Instituto Juan de Mariana y no se reunirá con ninguna autoridad del Gobierno español.
Para fines de mayo, Milei tiene planeado cumplir otro sueño: viajar a San Francisco para conocer Silicon Valley. De esta forma, pisará suelo norteamericano por cuarta vez desde que asumió y volverá a abrazarse con el magnate Elon Musk. Como novedad, le presentarán al CEO de Meta, Mark Zuckerberg; y a directivos de grandes empresas tecnológicas como Google y Apple. Será una nueva travesía personal, afuera del país y desifrazada de actividad como jefe de Estado.