Por las intensas lluvias al que azotan al sur de Brasil desde finales de abril, que provocaron la crecida de ríos que alcanzan a Uruguay y Argentina, los tres países enfrentan un saldo de cientos de muertos, decenas de desaparecidos, miles de evacuados, destrucción de las urbanizaciones y un colapso en el sistema de salud. 

Aunque recién a partir de este viernes se observó un descenso de las aguas en el río Uruguay que afecta a la zona argentina y uruguaya, la situación en el estado brasileño continúa siendo crítica y es definida por especialistas como la "mayor catástrofe climática vivida en Rio Grande do Sul".

La situación brasileña

A causa de las inundaciones, Brasil tiene hasta ahora  un total de 156 muertos y 94 desaparecidos. Además, unas 538.000 personas tuvieron que desalojar sus hogares y de ellas ya son 77.000 las que se encuentran albergadas transitoriamente en refugios.

De los 497 municipios de Rio Grande do Sul, hay 458 que se han visto golpeados en mayor o menor gravedad. Eso afectó a 2,2 millones de habitantes, cifra que equivale a aproximadamente un 20% de la población del estado.

Debido al temporal, gran parte del municipio de Canoas, uno de los más afectados, quedó sumergido por el agua. Dos tercios de la población tuvo que ser evacuada y uno de los centros de salud de la localidad, el Hospital de Pronto Socorro Diputado Nelson Marchezan, fue cercado por el agua. 

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística y la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, al menos 801 puestos de salud en 123 ciudades han sido inundados total o parcialmente. Con las unidades de atención básica totalmente destruidas tuvieron que montarse de urgencia varios hospitales de campaña, algunos gestionados por las Fuerzas Armadas.

Este colapso en el sistema de salud derivó en problemas con el abastecimiento de medicamentos o la paralización de los trasplantes de órganos, y en una gran preocupación por la posibilidad de un brote de enfermedades causadas por aguas contaminadas como casos de hepatitis A, diarreas agudas, leptospirosis, influenza, síndromes respiratorios, problemas de salud mental.

En esa línea se extienden las inquietudes por el dengue, del que Brasil está viviendo su peor epidemia desde que se tienen registros, con casi cinco millones de casos y cerca de 2.800 muertes desde que comenzó el año.

Frente a esto, el Ministerio de Salud anunció el viernes un paquete de 66,5 millones de reales (13 millones de dólares / 12 millones de euros) para reactivar hospitales que hayan quedado parcial o totalmente fuera de servicio por las inundaciones, aumentar la vigilancia sanitaria y ampliar el número de camas, entre otras acciones.

Por su parte, el presidente Lula da Silva visitó este miércoles el área afectada y anunció en Porto Alegre, la capital del estado, un programa de ayuda que incluye un adelanto para programas sociales, facilidades para créditos que reactiven la economía y una suspensión de tres años en los pagos de deuda con el Gobierno Federal.

El conflicto en Uruguay

El país vecino también sufrió el impacto de las tormentas producidas en la cuenca alta del río Uruguay y dejó una situación delicada en su territorio, en el que se llegaron a registrar hasta 3.034 personas afectadas que tuvieron que ser desplazadas de sus hogares. 

El desastre se sintió sobre todo en el interior del país. La principal perjudicada durante días fue la localidad de Treinta y Tres, donde la cifra llegó a 2.152 desplazados, que de a poco comienzan a volver a sus hogares, consecuentemente con la retirada del río.

Sin embargo, en otros lugares los desplazados se encuentran en aumento. De esta forma se destacó Paysandú, que fue por segundo día consecutivo el departamento con mayor cantidad de personas fuera de sus hogares, con 1.173. Y luego está Durazno, otra de las zonas en donde continúan en aumento como consecuencia de la crecida del río Yi. Hasta el momento, un total de 727 duraznenses tuvieron que abandonar sus viviendas.

Descenso de las aguas en Concordia

Siguiendo este efecto en cadena, las consecuencias del temporal alcanzaron el territorio argentino y causaron desastres en la región mesopotámica, forzando a desalojar a 750 personas de la ciudad entrerriana de Concordia, municipio afectado fuertemente por segunda vez debido a los desbordes del río Uruguay en menos de seis meses. 

La situación comienza a normalizarse con el descenso de las aguas, que confirmó este sábado el Área Hidrología de la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande. En un comunicado, la CTM detalló que la cota máxima en el puerto de Concordia no superará los 13,60 metros.

El monitoreo refleja que el aporte de agua al embalse de la represa fue de 21.688 m3/s promedio en las últimas horas y en lo que respecta a este sábado y hasta las 15 horas de mañana, domingo 19 de mayo, el organismo binacional detalló que el caudal evacuado variará entre 19.500 y 22.500 m³/s, por lo que la cota máxima en el puerto de Concordia presentará un leve descenso y no superará la barrera de los 13,60 metros.

El caudal evacuado a la hora 8:00 era de 23458 m3/s, lo que mantenía el embalse de Salto Grande en 35.45 m. En el transcurso de este sábado el nivel del embalse tenderá a ubicarse en los 35 metros y el nivel del río continuará descendiendo durante los próximos días.