El pádel en Argentina tomó impulso en este 2024, con la creación del circuito argentino, que recorrerá gran parte del país durante 11 pruebas. La apuesta repartirá premios por entre 15 y 52 mil euros. El hombre que pregonó por ello es Lisandro Borges, quien comanda la actividad en Latinoamérica.
"Hay que remontarse al 2016, -dice Borges- cuando arranqué con el World Padel Tour. La actividad no era lo que fue después de la pandemia, y luego de muchos años trajimos el circuito a La Rural. Esa semana había 18 mil personas todos los días, el doble que el ATP 250 de tenis. A partir de ahí continuamos con el torneo, que en esa época se jugaba al aire libre, y recién en 2020 lo pasamos bajo techo, para no ser rehén de la lluvia o del factor climático. Pero nadie se esperaba el furor, la verdad que fue más una corazonada que otra cosa, porque desde la razón no tenía mucho sentido. En Capital había cuatro o cinco clubes, y era un riesgo traer un evento tan costoso con esa cantidad de instituciones".
Y agrega: "La realidad de hoy es que yo hago un 360 del pádel. Tenemos una empresa que es la más grande en venta de canchas en toda la región, representamos a los 17 mejores jugadores de Argentina, tenemos la franquicia de clubes más grande del mundo (World Padel Center) con 24 clubes en cuatro países, y ahora abrimos tres en Miami, el quinto país. Además, contamos con la distribución de las marcas más importantes del pádel, hacemos el circuito de pádel argentino, y exhibiciones en Cataratas y en Egipto. Se armó un abanico muy grande el cual incluye todos los rubros de la actividad".
Los motivos por los que se desemboca en el Argentina Padel luego del World Padel los explica resaltando que "es una historia larga, porque el World Padel Tour empieza una disputa con Qatar, ya que hoy el circuito World Padel Tour desapareció. Esos jugadores pertenecen a un nuevo circuito que es de los qataríes, que se llama Premier Padel. Yo soy el promotor más antiguo que tenía el World Padel y con más pruebas, que eran la de Buenos Aires, la de La Rioja, la de Chile y la de Paraguay. Cuando a fines del año pasado sabíamos que se terminaba el World Padel Tour, ya que pasaba a estar en manos de los qataríes con otro nombre, decidimos que era el momento de apostar por el circuito argentino. Entonces, con la experiencia de aquel circuito, diseñamos uno similar pero local, teniendo en cuenta que en Argentina tenemos el semillero más grande del mundo. Y en noviembre último surgió la idea del Argentina Padel Tour".
-¿Cómo es el sostenimiento económico de este nuevo circuito?
-Empecé solo, y de a poco se empezaron a sumar marcas: bebidas, autos, camionetas, una de paletas de pádel, otra de agua mineral. La señal TyC Sports también se interesó para hacer las transmisiones, y eso atrae a las empresas.
-¿Como se da este renacer de la actividad después de lo que había sido en los '90?
-Lo concreto es que en Capital Federal quedaron cinco clubes, pero en el interior del país se mantuvieron dos mil. Cuando se decía que el pádel había desaparecido no era real, porque en el interior se siguió jugando. En Capital desaparece por el mito de que te lastimaba las rodillas, cuando todavía no había alfombra, y después por el auge de la construcción. Los clubes se transformaron en garages, y luego en edificios. La gente lo dejó de jugar porque no había lugares. Cuando trajimos el World Padel Tour se empezó a hacer mucho más visible, y la pandemia colaboró porque fue el primer deporte que se podía practicar.
"El pádel y el tenis -destaca Borges- se fueron distanciando, cuando en otros lugares del mundo están unidos. En Argentina las cosas funcionan cuando están de moda, y cuando ves que es el deporte que más crece después del fútbol, es algo que llegó para quedarse. En Europa pegó muy fuerte en países como Italia y Portugal, que no tenían tradición con el pádel. En Estados Unidos también tuvo una gran explosión, en distintas ciudades. En Sudamérica me sorprendió la explosión que tuvo en lugares como Colombia y Venezuela".
-¿Los jugadores pueden vivir tranquilos con el pádel?
-Los que están en el exterior sí. Las parejas que están en el primer o segundo lugar del ranking ganan cerca de dos millones de dólares por año, entre premios y sponsors. Los que están top 20 ganan entre 300 y 800 mil dólares por año. Esta es una carrera que es muy larga, porque el tenista o el futbolista puede jugar hasta los 36 o 37 años, y acá tenés jugadores de entre 43 y 46. En el Argentina Padel Tour estamos repartiendo entre diez y 20 veces más dinero de lo que los chicos ganaban en los torneos que participaban, con lo cual termina siendo un buen ingreso. No como lo que ganan en el exterior, pero es un trampolín para llegar a las grandes ligas.
El protagonista, con esta iniciativa, lo que busca es "consolidar el crecimiento y el desarrollo del pádel a través de los jugadores profesionales, teniendo en cuenta que hay un gran semillero. También queremos cambiar la imagen del circuito, con la incorporación del formate single, y la entonación del Himno Nacional en todas las finales. La sumatoria de pequeños detalles hacen a la calidad".
En relación a la desunión que existe en la actividad en el país, Borges explicó que "eso ocurre porque hay 26 asociaciones distintas, y eso hace que esté fracturado. El presidente de la Asociación de Pádel Argentino (APA) es alguien que se autoproclamó presidente de manera ilegal, no lo reconocen las otras asociacones entonces se hace muy difícil. Eso nos llevó a nosotros a armar la Asociación Argentina de Pádel, que tiene el Argentina Padel Tour. La APA tiene la salida a los Mundiales y a los sudamericanos. Nosotros quisimos sumarlos a la mesa en la presentación del circuito, a fines del año pasado, pero no quisieron. Por eso tuvimos que armar otra asociación. El país tendría que tener una sola asociación, y todos unidos tirando para el mismo lado".