Dicen que la mayoría de la Cámara de Diputados respirará aliviada, sin embargo ayer legisladores de todo el espectro político e ideológico despidieron con aplausos y elogios a Myriam Bregman, que renunció a su banca para dar paso a Juan Carlos Giordano, en cumplimiento del acuerdo de rotación que es ley en el trotskista Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).

“Por la memoria de los 30 mil compañeros desaparecidos y los caídos del Partido Socialista de los Trabajadores, en apoyo a las luchas obreras, populares y de las mujeres; por un gobierno de los trabajadores y por una Argentina y un mundo socialistas, ¡sí, juro!”, dijo Giordano, de Izquierda Socialista (IS), la tercera pata del FIT, con el puño izquierdo en alto.

Ayer, en los pasillos de Diputados los trabajadores legislativos comentaban que pocas veces vieron partir a una diputada con demostraciones de reconocimiento de todos los bloques, incluidos sus adversarios. “Aportó mejoras a las leyes en lugar de plantear una oposición sistemática, a veces en disidencia con sus compañeros del PO, valoraba lo que implicara un beneficio para los sectores populares”, sintetizó uno de ellos. Bregman tuvo esa postura en su defensa de la paridad de género, en la reforma electoral. Durante el año y medio que ocupó la banca recibió amenazas, entre ellas del empresario Carlos Blaquier, por su campaña contra la represión en Jujuy, y a partir de ahí denunció que el gobierno nacional sigue utilizando a la Gendarmería y al Proyecto X para espiar a dirigentes sociales. En la primera sesión a la que acudió el jefe de Gabinete, Marcos Peña, pidió la palabra para repudiar el golpe de Estado en Brasil. Ayer sus compañeros del PTS destacaban que impulsó los proyectos de igualación de las dietas de los diputados al salario docente, la derogación del artículo 194 que propicia la criminalización de la protesta social, la apertura de los archivos sobre Jorge Julio López, que tiene dictamen de la comisión de Derechos Humanos, y el proyecto integral de legalización de la marihuana.

Tras la jura, Giordano anticipó que sobre la Emergencia Social plantearía su oposición “a las medidas insuficientes y la tregua acordada entre el Gobierno y los movimientos sociales, la plata para combatir la pobreza debe salir de la suspensión de los pagos de la deuda externa y con un impuesto progresivo a los bancos, oligarcas del campo, mineras y demás grupos beneficiados por el Gobierno”. El diputado tiene 53 años, está casado, es hincha de Boca y vive en Lanús. Es abogado del dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero, y logró su sobreseimiento en la causa por la “quema de trenes” que impulsó Aníbal Fernández.

“Ahora habrá un único bloque unificado del FIT”, dijo ayer Jorge Altamira (PO) en las redes sociales. Desde el PTS prefirieron no responder “para mantener el espíritu de unidad” que, según afirman, se plasma en el inédito sistema de rotación en las bancas.