Beverly Hills. 1974. En un evento con algo de mitín político, el fundador de las Panteras Negras se cruza con el productor de Easy Rider. Por allí andan Marlon Brando y Jack Nicholson, se sirve champagne, pero las verdaderas estrellas son los que cayeron calzados con sus armas e ideología. El cineasta está obsesionado con la idea de retratar al grupo político de izquierda afroamericano más pragmático y rimbombante de los Estados Unidos. Pero el registro no puede ser protagonizado por Richard Pryor, tal como quería el comediante, sino por la mismísima persona que encarna y luce como una estrella revolucionaria. “Vos te referís al tipo sentado en una silla con un rifle en una mano y con una lanza en la otra”, dice de sí mismo Huey P. Newton. El proyecto en conjunto será algo singular y, aunque parece sacado de una película blaxploitation,no llegará a los cines. The Big Cigar: la gran fuga (estreno de Apple TV+ el pasado viernes), en seis episodios, repasa esta historia en la que la realidad copula con impunemente con la ficción. 

El título en sí refiere a la misión por la cual Newton (André Holland, de Moonlight) hará su escape hasta Cuba con la ayuda de su compadre blanco, Bert Schneider (Alessandro Nivola). Hay algo de pareja despareja en la propuesta creada por el equipo de Winning Time. “Claramente el objetivo de los realizadores es el de mezclar entretenimiento con algo más profundo. Y encontrar ese balance es muy difícil. Contar lo que realmente sucedió es mucho más divertido de lo que podemos imaginar, no es necesariamente una lección de historia”, dice Holland en una conferencia de prensa de la que participó Página/12.

No casualmente Joshuah Bearman, el guionista de Argo, es el productor de The Big Cigar. Si en aquella, la mismísima CIA  necesitaba asistencia de Hollywood durante la crisis de los rehenes en Irán, esta producción cuenta lo que pasó algunos años. La cuestión es que aquí es un perseguido por el FBI quien recurre al soporte de la meca cinematográfica. Aunque el modus operandi sea semejante, un proyecto fílmico como fachada para una evasión, lo que se destaca aquí es el interés por la figura compleja y luminosa del líder de las Panteras Negras. Como si el propio Newton imaginara su vida a tono y forma de una producción blaxploitation, específicamente con su amada Sweet Sweetback’s Baadasssss Song (Melvin Van Peebles, 1971). 

¿Y qué hay detrás del hombre del poster? “Aprendí mucho de su vida. La relevancia que le daba a la política como herramienta de cambio. No sabía que era alguien tímido. Se lo veía, y aun hoy se lo recuerda, como alguien muy bombástico, elocuente, y que le podía hablar a las masas. En realidad, peleaba contra una timidez muy fuerte y no le gustaba tanto estar en el centro de las miradas. Pero así y todo encontró el coraje para hacer valer su voz”, dice Holland.

-¿Y cómo fue representar esa batalla entre la imagen y su persona?

-Esa era “su” gran batalla. Irradiaba esta imagen que él mismo había creado, estaba como en un rol, y a la vez claramente había otra identidad más. Como actor interpretar esa contradicción es muy estimulante. Seguramente, él hubiera estado feliz de ser un maestro de escuela leyéndole un libro a su clase. Pero de repente se convirtió en el líder de un movimiento a escala global. De ahí en más tuvo que vivir para alimentar la leyenda del tipo con el rifle sentado en una silla. Eso lo debe haber perseguido toda su vida.

-¿Cuál es el mensaje que The Big Cigar deja sobre las Panteras Negras?

-Creo que su legado ha sido malinterpretado. Mucha gente no sabe realmente de qué trataba este partido: sus principios, lo que era su programa de diez puntos, el lugar que le daban a las mujeres. Tenemos esta pintura muy fuerte de Huey P. Newton y Bobby Seale, pero no celebramos tanto como deberíamos a Elaine Brown, Angela Davies y Kathleen Cleaver. Si la serie logra esas dos cosas, habrá valido la pena.

-¿Y sobre Huey P. Newton en particular?

-No es una biopic ni una examinación de las Panteras Negras, para mí es una introducción para que los demás hagan su propia investigación. Quisimos darle luz a su persona. Tenía carisma, tenía charme, tenía poder. Y no estamos negando los aspectos menos seductores. Creo que es un retrato bastante honesto de su persona. 


Programados

* La segunda temporada de World on Fire tendrá su debut el próximo lunes por Directv (22 hs). La serie de la BBC sigue a personas comunes e historias anónimas de quienes tratan de sobrevivir durante la Segunda Guerra Mundial. Desde las devastadas calles de Manchester, pasando por Berlín, la resistencia en la Francia ocupada y las arenas del desierto en el norte de África. “Quisimos hacer una serie que vaya mucho más alla de la mirada blanca europea. Siento que nuestra perspectiva es más amplia”, dijo su creador Peter Bowker.

* Prime Video anunció que The Boys tendrá su continuación para una quinta temporada. Lo llamativo es que lo hizo a días del estreno de la cuarta temporada de la ficción basada en un ácido comic superheorico. “The Boys puede ser el mejor trabajo que jamás haya tenido. ¿Qué otro programa me permite escribir sobre política, capitalismo, familia y genitales explosivos, aunque no sea en ese orden?”, dijo Eric Kripke, cabeza creativa del programa. En el mismo evento se conocieron otros proyectos de la plataforma. A saber: la precuela seriada de Legalmente Rubia, la segunda temporada de Sr. Y Sra. Smith, una serie basada en Tomb Raider y una reinvención noir de Spiderman protagonizada por Nicolas Cage.

* La segunda temporada de The Last of Us comienza a develar su aspecto. Max compartió algunas imágenes de Pedro Pascal y Bella Ramsey en la serie postapocalítica. Después de una primera temporada record, su continuación debutará en 2025 y estará disponible para streaming y en HBO por cable. Dentro del nuevo elenco aparecen Kaitlyn Dever y Catherine O'Hara.

El personaje

Truman Capote de Feud: Capote Vs. The Swans (Tom Hollander). El escritor estadounidense vive su otoño literario con Plegarias atendidas, su gran novela inconclusa. ¿Y quiénes son las retratadas? Un grupo de cisnes de Nueva York. Las más opulentas, bellas y frívolas mujeres de la Gran Manzana. Las mismas que cometieron un error en común: contarle sus secretos a Capote. ¿Y el del protagonista? Intentar llevarlos al papel.