Se suman repudios a la provocación del grupo de egresados de la promoción 1978 de la ex ESMA que el viernes pasado ingresó al Espacio de Memoria en el Día de la Armada reivindicando la dictadura y al grito de que iban a "recuperar la ESMA". El colectivo de sobrevivientes del Centro Clandestino de Detención y Exterminio ESMA denunció públicamente "ante los organismos nacionales e internacionales la actitud provocativa de egresados de ese centro y la firme condena de los hechos sucedidos el último viernes en el Espacio de Memoria Ex ESMA". Y exigió explicaciones a la Secretaría de Derechos Humanos de Nación por ese ingreso.
"Bien le haría a nuestra historia reciente y a la Justicia que estos suboficiales o ayudantes aporten datos en las causas aún abiertas", señalaron. "Ante estas acciones y discursos de negación de lo ocurrido y de reivindicación del accionar de las fuerzas armadas y de seguridad entre el 76/83, y en pos de la salud anímica y espiritual de nuestra sociedad, solicitamos a la Secretaría de Derechos Humanos explicite su oposición y desautorización a éste tipo de manifestaciones" dentro de la ESMA, señalaron los integrantes del colectivo de sobrevivientes en un comunicado.
"Nosotros no nos oponemos a que visiten el Museo de Malvinas que está situado al final del predio, nosotros repudiamos cualquier acción que ataque a nosotros, a nuestra historia y a nuestras luchas por Memoria Verdad y Justicia", agregaron en el documento en el que le pidieron a la "Secretaría de Derechos Humanos y al ministerio de Justicia el respeto por aquellos objetos que aún son pruebas judiciales".
Tal como publicó la periodista Luciana Bertoia en este diario, un grupo de sesenta personas egresados de la ESMA se autoconvocaron el viernes pasado en el predio de la avenida del Libertador para festejar el Día de la Armada. En línea con la política negacionista que impulsa el presidente Javier Milei, el grupo reivindicó a los gritos la dictadura militar y se sacó fotos jocosamente con el avión que formó parte de los vuelos de la muerte desde donde los represores tiraban a los detenidos desaparecidos al mar o al río para deshacerse de los cuerpos.