San Lorenzo se tuvo que conformar con empatar 1 a 1 con Lanús este lunes por la noche en el Nuevo Gasómetro. El equipo del Pipi Romagnoli buscó el triunfo casi que incansablemente pero sus buenas intenciones apenas le alcanzaron para subsanar el blooper tempranero que terminó en gol granate.

En su séptimo partido bajo la conducción de Romagnoli, el Ciclón volvió a mostrar un estilo dominador, contrario al que sostuvo Rubén Darío Insúa con buenos y malos resultados. En el fondo pasó de cinco a cuatro defensores; en el medio le dio confianza a Remedi como volante recuperador -excluido por Insúa-, mantuvo al pibe Irala y apostó por Alexis Cuello, otro que venía con muy pocos minutos y lleva un grato aporte goleador en este incipiente ciclo. Leguizamón es uno de los extremos, Bareiro el nueve y entre el Perrito Barrios y Ferreira se disputan el rol de generador de juego.

Ante Lanús fue el turno de Ferreira, quien venía de ser suplente ante Liverpool en la Libertadores (triunfo clave por 3-2). Y el exNewell's, discutido por su irregularidad, volvió a mostrar lo clave que puede llegar a ser su pegada. Ya sea cuando no sobran las ideas -como con un tiro libre complicado en la primera parte- o a la hora de definir una buena jugada, como fue la del empate, tras un inusual desborde de Gastón Campi, quien venía de ser héroe ante Liverpool, y tuvo otra vez un gran partido, tanto en defensa como en ataque.

Bastante antes, San Lorenzo se había complicado solito en una salida desde el fondo. El colombiano Romaña se la regaló a Walter Bou y este definió muy bien ante el Chila Gómez para el 1-0, recordando al inicio de la Copa de la Liga pasada, cuando marcó un doblete en la primera fecha, también en el Bajo Flores.

Pero Lanús, de gran presente en la Sudamericana (se aseguró el liderazgo de su grupo a una fecha del final), exageró de conformista. Aunque tuvo buenos rendimientos, como el del exRiver Peña Biafore como cinco, el Granate se enamoró del 1-0 y también del 1-1, haciendo todo el tiempo posible hasta que terminó el partido.


Así las cosas, San Lorenzo lo arrinconó varias veces contra su área pero sin la contundencia necesaria como darle otra alegría a sus hinchas. Tanto Bareiro -de flojo presente con un gol en sus últimos siete partidos- como el ingresado Tarragona -con la mira torcida- desperdiciaron sus chances y así el Ciclón sigue sin ganar en la Liga y deambula por la mitad de la tabla anual, lejos de las copas. Ojo, todas sus fichas están puestas en la Libertadores: el jueves 30 se las jugará casi que por completo en Brasil, ante nada menos que Palmeiras (con un empate pasará a octavos).