El 14 de mayo, un desgarrador pedido de ayuda llegó a la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, México, a través de WhatsApp. Una joven argentina, víctima de una red de trata, alertaba sobre su situación y la de otras 16 mujeres más. Tres días después, gracias a ese mensaje, se desplegó un operativo que las liberó de la explotación sexual y laboral que sufrían en Playa del Carmen.

Fiscales ayúdenme. Quiero denunciar que me escapé de un quilombo o como dicen aquí un bar La Consentida, donde me prostituían en contra de mi voluntad y no conozco esta ciudad porque soy de Argentina, pero sé que las calles son Constituyentes y Carretera Federal. Les ruego oculten mi teléfono porque temo por mi vida. Hay tres pibas de 12 o 13 años. Las prostituyen es horrible. Somos 15 pibas que nos quitaron los pasaportes, pero yo me logré escapar. Les ruego nos ayuden”, decía el mensaje de la joven que logró escapar y alertar a la justicia.

El impacto de este mensaje resonó rápidamente, movilizando tanto a autoridades argentinas como mexicanas. El Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y explotación de Personas y para la Protección y Asistencia de las Víctimas, junto al Ministerio de Seguridad argentino, coordinaron esfuerzos para brindar asistencia a las jóvenes rescatadas, todas ellas argentinas de entre 20 y 32 años.

El informe de la Fiscalía de Quintana Roo en redes sociales. 

Las investigaciones revelaron un modus operandi cruel: las víctimas eran reclutadas a través de redes sociales con falsas ofertas de empleo en hoteles de lujo, para luego ser trasladadas a bares y prostíbulos donde eran privadas de su libertad y sometidas a explotación. El rescate puso al descubierto la existencia de una red de trata que operaba en Cancún, Tulum y Playa del Carmen, bajo la fachada de negocios legítimos.

Tras el rescate, las autoridades mexicanas brindaron atención médica y alojamiento a las víctimas, mientras se espera una definición sobre su situación migratoria. 

El caso sigue en desarrollo, con tres detenidos y nuevas órdenes de aprehensión en curso y un esfuerzo conjunto entre autoridades argentinas y mexicanas para llevar ante la justicia a los responsables de esta abominable explotación.

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