Desde Garupá, Misiones
Después de nueve horas bajo un sol ardiente, los miles de docentes que estaban acampando en la Ruta 12 a la altura del Puente Garupá (uno de los principales accesos a Posadas) recibieron una propuesta inesperada: Ramón Amarilla, el portavoz de los policías en pie de protesta, le sugirió al dirigente de los docentes Carlos Lezcano armar un frente común.
Ambos sectores son los que, por volumen y acciones, lideran el reclamo salarial contra el gobierno provincial, que tiene en vilo a Misiones desde la semana pasada. La propuesta fue comentada a viva voz por el propio Lezcano en el acceso al Puente Garupá del lado de la localidad de Candelaria, sitio en el estaban ubicados los distintos gremios que no aceptaron la oferta del gobierno de Hugo Passalacqua.
La propuesta rondaba en promedio el 50 por ciento de aumento, la mitad de lo que reclaman no solo los docentes, sino también la policía y otros sectores de empleados públicos como personal de salud, judiciales y guardaparques.
La asamblea improvisada a la vera del puente debatía dos opciones: permanecer en el acampe y anochecer en esa zona de la Ruta 12 o marchar en procesión los 20 kilómetros de distancia hacia la zona del Comando Radioeléctrico de Posadas, donde están apostados los policías desde el viernes pasado y a una cuadra de donde también hay otra columna de docentes. Finalmente se votó mayoritariamente por esta última moción, la cual también permitirá debatir de manera personal la propuesta que el subcomisario retirado Amarilla le hizo por teléfono al profesor de matemáticas Lezcano.
De ese modo, se inició la desconcentración de la zona del Puente Garupá (donde para las 18 horas se habían acumulado kilométricas filas de camiones a ambos lados a la espera de que se reanuda el tránsito), dando lugar a una larga marcha vehicular con rumbo a la esquina de Uruguay y Félix Bogado, sede del Comando Radioeléctrico I.
Se espera, entonces, una concentración ostensiblemente más multitudinaria que la que se está produciendo en esa zona del barrio posadeño El Palomar, cortada al tránsito desde el viernes pasado y punto neurálgico de una pulseada salarial con el gobierno del Frente Renovador, alianza electoral que por primera vez en sus dos décadas de administración encuentra oposición popular ante salarios de miseria.