Martín Lanfranco, uno de los 120 trabajadores despedidos del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), habló con la 750 y aseguró que el organismo creado por ley en 1994 tras los atentados a la comunidad judío-argentina fue destruido por el Gobierno nacional y es ahora "una cáscara vacía".
"No se reincorporó a nadie y no importó si eran personas con discapacidad, si eran personas contempladas en el cupo laboral travestri-trans o personas con enfermedades", contó el joven respecto de la segunda tanda de despidos que llevó adelante el Ejecutivo en el organismo.
Las cesantías incluyen a personas de entre 15 y 20 años de antigüedad en el organismo estatal y corresponden a casi el 40 por ciento de la planta total del instituto. Además, Lanfranco, que trabajó por 17 años en el Inadi, reveló que el Gobierno se encargó de desfinanciar al organismo.
Según explicó, el Inadi aún no está cerrado, a pesar de los multiples anuncios de la gestión de La Libertad Avanza, sino que, por el recorte de personal y la poca difusión de que sigue en actividad, cada vez reciben menos denuncias por la línea teléfonica del ente estatal y prácticamente no tienen tareas.
"No hubo intervención hasta pasados varios meses de que asumieron, no les interesaba. No teníamos firmas ni autoridades, se suponían que nos iban a trasladar al Ministerio de Justicia y tampoco pasó", esgrimió Lanfranco en Branca de vuelta.
Por último, contó cómo seguirá la situación: "Estamos viendo la posibilidad de tener una reunión el jueves, pero nos pasa algo que está pasando en todos los organismos y es que no hay respuesta", cerró.
Este martes por la mañana los trabajadores cesanteados y el gremio Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la seccional de la Ciudad de Buenos Aires se manifestaron frente a la sede del edificio, en Avenida de Mayo al 1401.