Javier Milei no ha pasado desapercibido durante su gira exprés por España. El mandatario argentino ha abierto una crisis diplomática sin precedentes tras insultar a Pedro Sánchez y llamar "corrupta" a su mujer, Begoña Gómez. La estrategia le ha salido que ni pintada: Milei ha conseguido tapar sus frentes internos y mantener entretenidos a sus seguidores en el mundo virtual. La actitud del dirigente ultra desencadenó una campaña de odio en redes bajo el lema #PedroVigilaATuEsposa repleta de ataques y fake news contra el presidente del Gobierno español.
"Esta campaña se puede definir como una injerencia desinformativa en la que un grupo de trolls busca interferir en la política española desde el extranjero. Es gente semianónima, aunque muchas veces se acaba descubriendo su identidad. El modus operandi tiene que ver con el reclutamiento que hacen los partidos y los Estados para vertebrar discursos de odio y difundir sus narrativas", señala Iago Moreno, sociólogo y experto en política digital. El hashtag lanzado por los seguidores de Milei se nutre de bulos e imágenes creadas con inteligencia artificial y resucita los ataques tránsfobos contra Begoña Gómez.
Los trolls no son cuentas falsas, sino perfiles que se definen por su conducta incendiaria y provocadora. Los bots, en cambio, están automatizados –no hay intervención humana– y surgen con la misión de viralizar ideas, sin entablar conversaciones con otros usuarios. "La política actual combina las dos herramientas de forma sistemática. Los trolls entran más en el plano emocional, pero los bots son necesarios para amplificar los mensajes. Los trolls funcionan como un ejército: personas que comulgan con las ideas de un líder y hacen campaña por él. Milei tiene un equipo muy potente que se dedica a tuitear y generar conflicto", precisa Amparo López Meri, investigadora de comunicación política en la Universitat Jaume I de Castelló.
Gustavo Petro, Lula da Silva y cientos de periodistas y ciudadanos han sufrido durante los últimos meses el mismo acoso en redes que Pedro Sánchez. "Milei se apoya en una estructura de trolls claramente manejada y diseñada por su estratega digital, Fernando Cerimedo. La economía argentina funciona muchas veces en negro, igual que el financiamiento de la política. No podemos probar que estas cuentas reciban dinero público, pero los gastos reservados han aumentado de forma considerable y no sería de extrañar que la Casa Rosada utilizase fondos para financiar su estrategia de comunicación", advierte Javier Smaldone, consultor informático y especialista en redes sociales.
El estratega digital de Milei presume de contar con 50.000 'bots' en Twitter
El hashtag #PedroVigilaATuEsposa sumó más de 150.000 tuits en las primeras 12 horas de actividad y ha sido tendencia en hasta cuatro países distintos. El primer tuit lo lanzó la cuenta @GordoDan (Daniel Parisini), que trabaja en la radio de Fernando Cerimedo y ganó popularidad insultando a otros usuarios. "Lo que hace es incitar a la gente hasta conseguir una reacción. Es una campaña orquestada y difundida por un mandatario, cimentada sobre una red de actores que tiene un largo historial en el mundo de la desinformación", continúa Iago Moreno. Las celebridades digitales que respaldan al presidente argentino han sido premiadas con puestos en las instituciones tras su llegada al poder.
El fango tiene recompensa
Javier Milei visitó casi todos los platós de televisión del país durante su gira como candidato a las elecciones presidenciales. La prensa argentina calcula que cerca de 3.000 cuentas de Twitter se encargaban de recoger sus intervenciones en la pequeña pantalla para luego difundirlas en redes. El diario La Nación publicó en su día que buena parte de los perfiles tenían la misma localización, un titular que azuzó las sospechas de una posible "granja de trolls". En estos centros, cada persona gestiona varias cuentas anónimas de forma simultánea con el objetivo de simular un "apoyo masivo".
"Milei es un presidente troll que empezó como panelista televisivo. La política en Argentina está realmente mediatizada, los gritos y los insultos dan mucha audiencia. Este señor tiene una militancia online que lo sigue desde hace mucho tiempo, algunos entraron en el parlamento como diputados y funcionarios después de las últimas elecciones. Fue su recompensa por actuar como escuderos", recuerda Carlos A. Scolari, profesor de comunicación en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona. Las fuentes consultadas por Público definen al mandatario ultra como "una persona muy activa en Twitter". El líder de La Libertad Avanza comparte en su perfil una media de 100 tuits al día y se hace eco de los bulos que difunden sus seguidores.
Fernando Cerimedo –responsable de la estrategia digital de Milei– ha confirmado en distintas entrevistas con la prensa argentina que dispone de más de 50.000 cuentas automatizadas en Twitter para replicar los discursos y narrativas favorables al jefe de la Casa Rosada. El consultor también presume de haber recurrido a esta técnica para alentar el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva en Brasil. "El problema es que no puede ocupar un cargo público porque tiene una condena previa por estafa, si no, ahora sería funcionario", reconoce Javier Smaldone.
"Hay 'trolls' que entraron en el parlamento como diputados tras las elecciones"
"El Gobierno de Javier Milei nació en las redes. En Twitter, muchos usuarios –tanto trolls como votantes libertarios– reproducen sus discursos. La gente se siente impune para decir cualquier barbaridad detrás de un avatar. Los discursos de odio campan a sus anchas por Internet porque los legitima el propio Gobierno", denuncia Micaela Polak, portavoz del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). La estrategia de Milei pasa por demonizar al adversario, controlar el discurso de los medios y silenciar las críticas. Vox se ha unido a la campaña #PedroVigilaATuEsposa con distintos tuits y vídeos de su portavoz parlamentaria, Pepa Millán, valorando el conflicto diplomático.
El acoso traspasa pantallas
Los trolls tampoco tienen reparo a la hora de disparar contra fuego amigo. Hace poco más de un mes, los tuiteros se cebaron con el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, por haberle dado me gusta a un mensaje crítico con la gestión del Ejecutivo. "El uso de trolls es cada vez más común. Lo que consiguen es generar la falsa sensación de que la sociedad está de acuerdo con las ideas de un líder cuando en realidad todo lo orquesta su propio partido político", detalla Amparo López Meri. El acoso se acentúa cuando las críticas llegan de voces abiertamente contrarias al régimen.
"Los trolls libertarios me persiguen desde hace meses. Empezaron publicando mis datos personales y terminaron compartiendo mis claves bancarias. Esta gente se presentó en mi casa para amenazar a mi madre y pedirle que me callara la boca. Lo que les molesta es que hable, porque no comparto sus ideales políticos", cuenta Ayelén Romano, escritora, activista y simpatizante del peronismo. La impunidad de la que gozan estas cuentas y sus estrechos vínculos con la Casa Rosada devuelven las redes sociales a la primera línea del debate y ponen de relieve la escalada de la violencia contra los adversarios políticos.