El celular de Anahí Sánchez Lazzaro sonaba y sonaba pero nadie atendía. Sus hijos insistían con los llamados y a medida que no obtenían respuesta, la preocupación crecía. Así que al departamento de la torre Tequirí del barrio Puerto Escondido, en el lujoso barrio de Nordelta llegó una de sus hijas (Sofía, de 19 años). Y la adolescente se encontró con el peor escenario posible: el cuerpo de la exesposa de Natalio Corach yacía tirado, sin rasgos de violencia, en medio de cajas de un departamento vacío por una obra sin finalizar.
"En el departamento no se encontró ningún signo de violencia. El lugar estaba en obra hace seis meses por lo que había varias cajas y un escenario típico de esos casos", explicaron fuentes del caso a varios medios de comunicación. Los investigadores secuestraron el celular de la mujer para su posterior apertura y además se hará una pericia a la camioneta Jeep de Sánchez.
Lo que se supo después, en el primer informe de la autopsia, es que Sánchez Lazzaro murió por un infarto y que no se halló en su estómagos medicamentes antes de perder la vida. Ahora se ordenó una nueva inspección que incluyen análisis toxicológicos. Y en el entorno de la mujer desestimaron las primeras versiones que apuntan a un posible suicidio.
Entonces, ¿qué causó la muerte de esta mujer de 49? Esa es la tarea que le encargaron a la fiscalía que conduce María Virginia Toso, que llegó al lugar de los hechos una vez que un médico confirmó el deceso de Anahí. Una de las cosas que destacaron los investigadores es la relación de la víctima con su exfamilia política, los Corach, de quien mantenía varias disputas judiciales, ya sea por el mantenimiento de los hijos (y la correspondiente cuota alimentaria) como también una por "simulación" en los bienes ganaciables: Sánchez Lázzaro reclamaba la participación en dos empresas.
La siempre mediática Ana Rosenfeld era la defensora en los Tribunales de la exnuera de quien fuera ministro del Interior en la presidencia de Carlos Menem. Al diario La Nación la abogada contó que en el reclamo por los bienes la demanada no solo era a su exesposo sino también contra sus exsuegros. En esa última causa, el jueves pasado hubo un audiencia clave: de acuerdo a la versión de los Corach, un contador ratificó que los bienes reclamados por Sánchez Lazzaro habían sido una donación a Natalio por parte de sus progenitores y que, por ese motivo, no eran "ganaciables". "Ella se sentía vulnerable, venimos luchando incansablemente y la audiencia de los jueves fue detonante”, dijo Rosenfeld.