La fecha no era una más. La mítica Bombonera cumplía 84 años y la ocasión para festejar era ideal. El plantel tenía que completar la noche perfecta logrando los tres puntos ante Talleres de Córdoba, que llegaba como líder de la Liga Profesional después de sus dos primeras victorias.
La remontada en Santiago del Estero ante Central Córdoba sirvió para tomar impulso en el torneo, y la oportunidad de confirmar ese crecimiento ante los cordobeses era real. La formación inicial no contó nada menos que con Zenón, quien se lesionó en la semana, y su lugar fue ocupado por Taborda.
Boca fue el que primero se acercó al arco rival. Medina era el que armaba las acciones de ataque, y sus habilitaciones encontraban siempre a la dupla de delanteros uruguayos. Ezequiel Fernández y Cavani convirtieron, pero sus posiciones eran ilícitas y los goles fueron bien anulados.
Talleres no podía desplegar su juego habitual, de toques rápidos al ras del piso, y recién pudo llegar con profundidad a los 30 minutos. Sosa apareció solo frente a Romero y definió por arriba. Sin embargo, el paraguayo estaba en fuera de juego.
Lema era el otro hombre del equipo local que se lanzaba al ataque, y un cabezazo suyo en el área adversaria casi termina en gol. El público se iba impacientando por las chances que no se terminaban de concretar, y el nerviosismo aumentaba.
Los cordobeses salieron a jugar el segundo tiempo unos metros más adelante en el campo, y con esa postura se empezaron a aproximar más seguido a Romero. El arquero tuvo que esforzarse ante un remate de media distancia, y también frente a un cabezazo de Girotti. El que también estuvo cerca fue Depietri, que remató al lado del palo.
A Boca le costaba tener el dominio que había mostrado al comienzo, y el técnico decidió los ingresos de Rojo y Saralegui. El que quedó como lateral por la derecha fue el joven Di Lollo. De todas maneras, el fútbol del local se fue desdibujando, y las llegadas eran sólo con las subidas de Blanco, para que este enviara la pelota al área en busca de algún compañero.
Los cordobeses estuvieron muy cerca en los últimos minutos, cuando un tiro del ingresado Portilla fue conectado en el camino por Girotti con la cabeza, y la pelota terminó pegando en el palo.
La euforia de la gente desde afuera no tuvo recepción en el plantel, y el duelo se fue terminando con muy poco para destacar. Boca tendrá que definir ahora su clasificación en la Copa Sudamericana el miércoles próximo ante Real Potosí.