Desde Roma
Unos 50.000 niños, niñas y acompañantes, originarios de 101 países, participaron este domingo en la Plaza de San Pedro de la misa celebrada por el Papa Francisco para conmemorar la primera Jornada Mundial de los Niños instituida por el Vaticano este año y que el Papa dedicó principalmente a la paz.
Las celebraciones empezaron el sábado 25 de mayo con un encuentro multitudinario (fuentes vaticanas hablaron también de la participación de más de 50.000 niños y acompañantes) en el Estadio Olímpico de Roma -el centro deportivo más importante de la capital italiana- donde famosos cantantes, actores y jugadores de fútbol, contribuyeron a hacerlo aún más interesante.
A la misa en San pedro asistió la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su hijita Ginevra. Y también el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri. El Papa se había encontrado brevemente con Meloni antes de la misa pero nada trascendió sobre los contenidos de ese encuentro.
En la homilía de la misa, que el Papa leyó haciendo participar a los chicos a través de preguntas e impulsando respuestas que los hizo muy activos, pidió a los niños que rezaran “por nosotros. Porque nosotros podemos ir adelante, todos nosotros. Recen por los padres, por los abuelos, por los niños enfermos. Recen siempre y sobre todo por la paz, para que no haya guerras”, dijo Francisco.
El Papa anunció también que la próxima Jornada Mundial de los Niños se celebrará en el Vaticano recién en setiembre del 2026, dado que el 2025 estará lleno de actividades durante todo el año porque se celebrará el Jubileo, es decir un Año Santo que concede una serie de indulgencias y contará con miles de católicos venidos de todo el mundo.
Roberto Benigni y el Papa
Después de la misa se acercó al Papa el famoso y premiado actor cómico italiano Roberto Benigni (Oscar 1999) quien dijo alguna frases que hicieron reír a todo el mundo, incluido Francisco.
“Casi casi para las próximas elecciones me presento yo, junto a usted. Hagamos juntos una lista. Pongamos en la boleta electoral el nombre “Jorge Mario Bergoglio, conocido como Francisco”, y ganamos inmediatamente”, dijo.
Y siempre sonriendo agregó : “Estoy muy feliz de estar hoy aquí, en el estado más pequeño del mundo donde está el último más grande del mundo” en tácita referencia al papa Francisco. Benigni definió la guerra “como el más estúpido de los pecados. Una palabra horrible, que ensucia todo. Tenemos que poner fin a esta cosa”
Y a los chicos les dijo “los niños son nuestro futuro, la alegría del mañana, una cosa maravillosa. Tal vez entre ustedes está el nuevo Miguel Angel, el nuevo Galileo, o tal vez el nuevo Papa. Esta es la ciudad del Señor, el reino de Dios, todo es posible, incluso que alguno de ustedes sea Papa mañana, tal vez el primer Papa africano o asiático de la historia o una mujer, la primera mujer Papa de la historia. ¡Imagínense lo que puede llegar a ser!”.
En el Olímpico
El sábado, poco antes de dirigirse al Estadio Olímpico, el Papa recibió en el Vaticano a un grupo de niños palestinos y ucranianos. Algunos ucranianos provenían del hospital de Leopoli, han perdido las manos o los pies y también los padres. El diario vaticano L’Osservatore Romano comentó este evento diciendo que “la señal más evidente del dolor son las prótesis artificiales que sustituyen a las partes mutiladas. Pero hay cicatrices que no se ven, como aquellas de las víctimas del tráfico de seres humanos”.
“Queridos niños y niñas, chicos y chicas -dijo por su parte el papa Francisco en el Estadio Olímpico el sábado- ¡Lo logramos! Ha comenzado la aventura de la Jornada Mundial de los Niños. Nos hemos reunido aquí en el Estadio Olímpico para dar el “puntapié inicial” a un movimiento de niños y niñas que quieren construir un mundo de paz, donde todos somos hermanos, un mundo que tiene un futuro, porque queremos cuidar el ambiente que nos rodea” (…) Y es por eso que hoy estamos aquí, para seguir dialogando, haciéndonos preguntas y buscando las respuestas juntos”.
Y refiriéndose a las guerras agregó en su diálogo con los chicos : “Saben, hay algo que hoy me impactó mucho. Vinieron a visitarme algunos niños ucranianos. Su patria, sus familias están sufriendo mucho por la guerra. Y vi que esos niños habían perdido la sonrisa. La guerra les ha borrado la sonrisa de sus rostros. ¡Esto es inaceptable! Y hoy, junto con ustedes, quiero decir “no” a ese monstruo que les quita la sonrisa a los niños. Les pregunto: ¿cómo se llama ese monstruo que roba la sonrisa de los niños? Díganlo fuerte, ¿cómo se llama? [¡guerra!]. ¿Y qué se necesita para que esas sonrisas regresen? Digámoslo todos: [¡la paz!]”.
“Queridas niñas y queridos niños, gracias por aceptar mi invitación a estar aquí reunidos. El Señor puede hacer grandes cosas si estamos unidos entre nosotros y con Jesús. Todos somos hermanos, somos una única y gran familia, ¡grande como el mundo!”, subrayó Francisco.
Sentados en el estadio se veían chicos con camisetas de todos los colores y banderas de los distintos países. El Papa al entrar pasó entre muchos de ellos con el papamóvil, repartiendo caramelos y estrechándoles la mano como un primer signo de paz. Y luego Francisco dijo además: “La paz es siempre posible” y les pidió a los niños que se dieran la mano entre ellos porque eso “es un gesto de paz. Jugando juntos, ayudando a los otros, el mundo será mejor”, concluyó el Pontífice.
Ante los niños y el Papa, cantaron famosos intérpretes italianos como Al Bano, Renato Zero y Orietta Berti, pero también los ganadores de algunos concursos de canto infantiles como Simone Grande, de 11 años, que ganó el concurso The Voice Kids entre otros. Un grupo de chicos provenientes de Gaza y una nena musulmana y ciega cantaron en árabe y en italiano por la paz.
Futbolistas famosos como Gianlugi Buffon, Marco Tardelli, Giancarlo Antognoni, Vincenzo Iacopino, entre otros, jugaron un pequeño partido de fútbol. También estuvo presente el director de cine Matteo Garrone con los protagonistas de su premiada película, “Io capitano” que cuenta la historia de migrantes africanos que llegan por mar a Europa escapando de guerras y hambrunas.
Los testimonios
Varios chicos presentaron su testimonio, su experiencia, hablando a toda la platea. Entre ellos Riad, un chico sirio que vivía como prófugo en la isla de Lesbos y llegó a Italia con el vuelo papal de 2016, con el que Francisco había ido a visitar la isla griega. Todos los testimonios de los chicos fueron muy emocionantes. Eugenia de Jarkov en Ucrania, habló de su “miedo a las bombas”. Víctor, 13 años, de Belén, habló del muro creado por Israel que divide Cisjordania y lo describió como “una serpiente que se enrolla en torno a nosotros y a veces parece que nos hace sofocar”. Y se preguntó “¿Qué culpa tenemos nosotros niños si hemos nacido en Belén, Jerusalén o Gaza? Mila, de Nueva Zelanda, dijo que teme por el futuro del planeta a causa del aumento de las inundaciones. Mateo de Argentina, mencionó las cosas que lo hacen triste como “los niños que no tienen qué comer, que están enfermos o implicados en las guerras, los niños que viven en la calle”.
El sábado por la mañana, antes de ir al estadio, los chicos se encontraron en el “Parque de los niños” siempre preparado por los organizadores del Vaticano, en particular del Dicasterio de la Cultura y la Educación y otros-. El “Parque de los niños “ fue montado cerca del estadio y allí cantaron y hablaron también otros testimonios de distintos países.