La semana que comienza será clave para el gobierno de Javier Milei. Sin el Presidente en Buenos Aires, porque una vez más viajará a Estados Unidos, se definirá el destino de la Ley Bases y del paquete fiscal, que aún no tienen dictamen en el Senado. También qué pasará con el gabinete nacional una vez cerrado ese capítulo. Los rumores sobre la eyección del jefe de los ministros, Nicolás Posse, son cada vez mayores y ya hay danza de nombres para su reemplazo.
Mientras tanto, Milei sigue enfocado en agredir a Pedro Sánchez: el domingo compartió un mensaje en redes de Santiago Abascal, de la ultraderecha de Vox, que denunciaba irregularidades en la presentación del libro del presidente de España. Tras tratar de "corrupta" a su esposa, volvió a la carga contra el mandatario español: “El que ha calumniado e injuriado en base a una definición técnica en lo concerniente al motivo de mis viajes, sucede que está más sucio que una papa... así es el socialismo...”, expresó.
Un viaje, otra vez, a Estados Unidos
El jefe de Estado, tras su fallido pacto de Mayo en Córdoba, el martes volverá a subirse a un avión, pero esta vez con destino internacional. El mandatario viajará por cuarta vez —en los poco más de cinco meses que lleva de mandato— a Estados Unidos. El destino será Silicon Valley, la sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología, ubicada en la bahía de San Francisco, California.
Allí, por primera vez, se reunirá con Mark Zuckerberg, dueño de Meta (anteriormente conocido como Facebook) y es posible que se vuelva a encontrar con "su amigo", el magnate Elon Musk, que está desesperado por quedarse con el litio que hay en el norte de nuestro país. También se reuniría con responsables de Google y Apple, pero, como ya es costumbre en casi todos los viajes que el Presidente y sus comitivas hace con financiamiento del Estado, no tendrá encuentros con el gobierno de los Estados Unidos. "El objetivo es ver a empresarios tecnológicos", argumentan en su entorno.
¿Salen o no salen las primeras leyes de Milei?
Mientras el Presidente, y su hermana, estén en el país del norte, en la Argentina se librarán otras batallas. Las dos primeras leyes de la gestión Milei siguen trabadas en el Senado porque los legisladores de la Cámara Alta hicieron algo que la mayoría de los diputados pasaron por alto: poner la lupa en el articulado. Si bien hay gobernadores que están conformes y dicen que todos los cambios que pidieron fueron incorporados por el Gobierno, hay otros que siguen reclamando más modificaciones, centralmente en la parte de privatizaciones y en el regreso de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias.
En Casa Rosada, durante la semana pasada, dejaron trascender que ya no había más margen para modificaciones en los textos y que, si la oposición seguía "deshilachando" la ley no iban a avanzar y esperarían a 2025. Desde el oficialismo el viernes enviaron a los legisladores lo que sería "el último borrador", ya con las modificaciones incorporadas. Este sábado, en tanto, Milei adoptó en Córdoba un tono mucho más conciliador y en su discurso hizo un esfuerzo por acercar posiciones con los legisladores y gobernadores para ver si finalmente logra que las leyes salgan.
En el gobierno esperan esta semana conseguir de una vez por todas el dictamen —podría ser el miércoles— y piensan en el jueves 6 de junio como una fecha posible para el tratamiento en el recinto. Entre dictamen y votación sí o sí tiene que pasar una semana por disposiciones del Senado. Si eso efectivamente ocurre, los proyectos con modificaciones deberán volver a pasar por la Cámara Baja.
Post ley, cambios en el gabinete
Pase lo que pase en el Congreso, y una vez cerrado el capítulo de la Ley Bases, Milei ya anunció que habrá cambios en el gabinete. La semana pasada lo dejó en claro cuando en una entrevista expresó que: “Cuando uno gestiona tiene hitos, nuestro primer hito de gestión terminaría con el desenlace de la Ley Bases. La Ley Bases puede salir bien o puede que no salga. Esa situación va a llevar a que, marcado ese hito, nosotros tenemos que hacer toda una evaluación de resultados, queda bajo análisis todo el Gabinete. No Posse solo, todos los ministros. Se revisan todos”.
Los críticas a Posse vienen creciendo en los pasillos de Balcarce 50 hace semanas y quedó casi sellada con los desplantes que Milei le hizo al jefe de Gabinete el 25 de mayo, no solo en el Tedeum —cuando no lo saludó—, sino también en Córdoba, cuando no lo mencionó en los agradecimientos. El rumor que por estas horas suena más fuerte es el que consigna que Francos lo reemplazaría al frente de la jefatura de ministros. Si eso ocurre, la incógnita es qué pasará con el ministerio del Interior.
Uno de los candidatos para ocupar ese puesto es Eduardo "Lule" Menem, un hombre cercano y que trabaja bajo el ala de Karina Milei, y que fue, además, uno de los que negoció por la ley bases junto a Francos, Santiago Caputo y el vicejefe de gabinete, José Rolandi. Otro que sonó para ingresar a Casa Rosada es el diputado José Luis Espert.
Otra posibilidad es que Interior pase a quedar bajo la órbita de la jefatura de ministros, también a cargo de Francos. Sucede que el vínculo con los gobernadores es y seguirá siendo clave para el gobierno y Francos logró desarrollar una relación bastante cercana con ellos, más allá de las idas y vueltas. El gesto de disolver el ministerio del Interior, sin embargo, sería un golpe simbólico que puede no agradar a los mandatarios provinciales. Por ahora, son solo teorías y todo está en evaluación.
Otra incógnita es, en esa reestructuración que Milei anunció que hará de sus ministros, qué rol ocupará Federico Sturzenegger. El mandatario ya dijo que él desembarcará en el gabinete, pero no se sabe en qué puesto. “Si sale Bases terminamos con la primera parte de las reformas estructurales y tenemos que salir con la segunda parte... entre Federico Sturzenegger como ministro. Es un caso 2 + 2 es 4″, se limitó a declarar Milei.