El empresario y productor teatral Carlos Rottemberg pasó por el estudio de la 750 para conversar con Víctor Hugo Morales sobre sus inicios y cómo llegó a ser una marca registrada de los escenarios argentinos.

De muy temprana edad, Rottemberg se interesó por el negocio del cine, y en su adolescencia exhibía películas en cumpleaños infantiles.

"Cuando a los 4 o 5 años vi una platea de cine y dije que no me interesaba ver por qué volaba Dumbo sino por qué los chicos elegían ir a ver a Dumbo volar, para mí eso marcó la vocación", relató. 

En ese sentido, la película que, a los 8 años, le "abrió la cabeza" al futuro empresario fue La novicia rebelde, protagonizada por Julie Andrews y Christopher Plummer. "Y de adulto, con ya muchos años en el teatro, en los 90, fue Cinema Paradiso", agregó. 

Al ser consultado por cuál es su tarea como empresario teatral, afirmó: "Aunar a todos los talentos".

"Cuando mi hijo era adolescente me preguntó cuál era mi trabajo y le dije que me juntaba con mucha gente talentosa y era el vínculo entre todos ellos y con el público también", recordó.

"Es la tarea que más me gusta. Me gusta mucho cómo llegarle a la gente", remarcó.

Por último, Rottemberg señaló que nunca puso el rol de productor "por encima de esa naturalidad que puede darse en una relación de amistad". "De hecho, fui amigo de actores con los que casi no trabajé", reveló.

"Sí puedo decir que soy más amigo de los actores que de los empresarios de teatro", cerró.