"El golpe más importante de la historia del Servicio Penitenciario de Santa Fe". Así calificó ayer el fiscal Franco Carbone, a la fuga de 8 presos y tres cómplices de la cárcel de Piñero en Junio de 2021 al momento de hacer su alegato y pedir condenas varias que alcanzan a los 26 años para uno de los casos. Se trata del juicio oral y público que se lleva adelante contra Claudio “Morocho” Mansilla y otras 10 personas por protagonizar una violenta salida del penal, que incluyó corte de alambrados y un equipo tipo comando que disparó contra los custodios para permitir la huída de un grupo de internos. Según el acusador aquel episodio del 27 de junio de 2021 se organizó y llevó a cabo a instancias del “Morocho” Mansilla, quien estaba por sumar otra dura condena penal y algunos de sus compañeros de prisión prepararon el escape para que él pudiera ganar la libertad antes de esa sentencia y a como diera lugar.
Aquel domigo, Franco Ezequiel Cantero, Rodrigo Leonel Gramajo y Walter Ezequiel Soraire, quien perdería la vida en el ataque, ingresaron a la unidad penitenciaria cortando los alambrados perimetrales con una amoladora y se tirotearon con los centinelas para lograr el escape de los detenido. Soraire cayó bajo las balas penitenciarias. El fiscal dijo que los facilitadores llevaron a una persona en estado de consumo (de sustancias), lo mandaron a poner la cabeza. Eso fue lo que dijimos y mostramos: una persona con oficio de electricista que con una amoladora cortó el cerco perimetral. Los internos lo pasaron por encima y se fueron”, recordó el fiscal del juicio oral que se desarrolla desde el 29 de abril en el Centro de Justicia Penal, ante el tribunal integrado por Fernando Sosa, Silvana Lamas e Ismael Manfrín.
Soraire, no integraba un grupo criminal sino que trabajaba como cartonero. Vivía en la zona de Flammarión al 5000 y tenía serios problemas de adicción a la cocaína. A cambio de una exigua paga a su familia, el joven de 29 años murió en el tiroteo con los guardias. Según planteó Carbone su muerte agrava el delito: “Pedimos el máximo de la pena y confiamos en que nuestros pedidos tengan posibilidad seria de ser receptados porque mostramos con pruebas la gravedad del hecho. Recordemos que hay una persona fallecida”, indicó.
“El plan fue muy bien pensado, pero los facilitadores externos tuvieron falencias que derivaron en las recapturas” de los evadidos, contó Carbone. Los fugitivos escaparon luego de superar siete tejidos perimetrales y en medio de un tiroteo del cual participaron también. En la fuga, escaparon cinco en un auto con armas de fuego. Arrojaron clavos miguelito para desairar a sus perseguidores y por algunos días se perdieron.
“Los internos dijeron en su descargo que los gariteros (guardiacárceles en vigilancia desde los mangrullos) les tiraban tiros y que temieron por sus vidas y por eso salieron corriendo. Es una falacia porque había otros internos en el patio, se tiraron al piso y se quedaron. Lo que alegaron fueron explicaciones irrisorias”, señaló Carbone.
En base a la evidencia presentada en el juicio Carbone sostuvo que detrás de la logística hubo una “mente maestra” que fue la de Cañete, “un señor que se caracteriza por los robos de bancos con cierta parafernalia que fue utilizada en esta fuga: los clavos miguelitos en la huida, caretas y un montón de cuestiones que revelan que el plan fue muy bien pensado”.
Pero el plan encontró un punto débil, según Carbone, en falencias de los facilitadores externos. “Eso permitió que se lograran recapturas y en celulares que encontramos pudimos ver cómo se diseñó el plan y la logística. Todo esto lo organizó Cañete para que el jefe del pabellón, Claudio Javier Mansilla, se escape”, consideró.
En base a la prueba colectada pidió estas penas: para Franco Ezequiel Canteros y Rodrigo Leonel Gramajo, que irrumpieron a los tiros desde afuera del penal, el fiscal pidió penas de 17 años y 6 meses y de 26 años, respectivamente. Hubo un tercer hombre que esa tarde se bajó del Peugeot 3008 y fue quien usó la amoladora: Walter Soraire, que murió allí mismo.
Para Antonio Alejandro Schmittlein, Ezequiel Rodolfo Romero, Alejandro Andrés Candia, Daniel David Piscione, Martín Alejandro Cartelli y y el “Morocho” Mansilla, se pidieron 11 años y 3 meses de cárcel. En el caso de haber condenas, se sumarían con las previas que ya tiene cada uno.
Para Elisa Álvarez, que manejaba el Civic en el que iban Cañete y Rojas, 18 años y 6 meses. Mientras que para ellos dos que iban en el baúl, por tener las armas en su poder al ser recapturados, se solicitan 21 años y 3 meses.