En el marco del Día Internacional contra la Orientación Sexual e Identidad de Género, que se conmemoró el pasado 17 de mayo, la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Salta llevó adelante la jornada “Menos discriminación, más inclusión: políticas públicas para propiciar espacios laborales para diversidades”, dirigida a empresas, instituciones y público en general.

Allí se presentaron datos concretos sobre la realidad de las personas LGBTIQ+ en el mundo del trabajo, a los fines de diseñar y también poner en valor las herramientas con las que cuentan el Estado y el sector privado en el camino a una inclusión efectiva.

La economista y directora del Instituto de Estudios Laborales y de Desarrollo Económico (IELDE) de la Universidad Nacional de Salta, Carla Arévalo, indicó en su presentación que la tasa de desocupación se duplica en la población trans, lo que representa un problema de empleo, discriminación y vulnerabilidad. Las estadísticas demuestran que mientras la población general mantiene una tasa de desocupación del 6,2%, el porcentaje referido a varones trans es del 14,3%, el de mujeres trans es del 12,3%, y el de personas no binarias del 10,1%. 

"No es solo una cuestión de empleo, sino que también es una cuestión de dignidad y justicia", dijo Arévalo. En razón de ello hizo hincapié en el cumplimiento efectivo de la Ley 27.636, de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero, sancionada el 24 de junio de 2021. Además, consideró que ello conlleva derribar las barreras educativas y culturales que enfrenta la población LGBT+ y así garantizar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo y laboral. 

En diálogo con Salta/12, la economista contó que la Universidad viene trabajando en el relevamiento de dichos datos, pero afirmó que es una situación ya conocida, dado el alto grado de exclusión laboral en la población LGBT. "Por supuesto que tienen muchas menos oportunidades de emplearse en un trabajo digno, decente y formal", ratificó.

Añadió que después de tantos años de una historia de exclusión, tanto en aspectos laborales, educacionales y familiares, aún se sostienen caso de discriminación por la identidad sexual. Consideró que se debe "reparar todo ese daño, garantizar los derechos a la educación, al trabajo, desde el lugar en el que estemos y con todos los esfuerzos posibles, desde el Estado, los privados, y en particular, nosotros desde la Universidad". 

De acuerdo a la Federación Argentina LGBT+ y al Censo de la Diversidad, en 2023 se cometieron 133 crímenes de odio, de los cuales 118 fueron contra mujeres trans (89%); 7, de personas gays (5); 3, de varones trans (2%); 3, de personas no binarias (2%); y 2, de lesbianas (2%).

También se mostró que las mujeres travestis y trans tienen un nivel educativo más bajo en comparación con el resto de la población LGBT. Se reflejó que 3 de cada 10 de lxs que cursan algún nivel educativo han sufrido agresiones o discriminación por parte de profesorxs, directivxs o personal de la institución. Además de que el 20% vivió situaciones de agresión o discriminación por parte de sus compañerxs de estudio. 

"Estas cifras son notoriamente más altas para varones y masculinidades trans, feminidades o mujeres trans, travestis y personas no binarias", expresó Arévalo en la presentación. 

Según el Censo Nacional de la Población 2022, en la provincia de Salta 7.262 personas se identificaron dentro de la población LGBT+: 1.895 mujeres trans, 1.788  varones trans, 812 no binarias, 947 se identificaron con el término "otra", y 1.820 prefirió no contestar. 

Arévalo adelantó que están trabajando en un directorio que facilite el encuentro entre empleadores y las personas trans. En ese sentido contó que se están reuniendo con referentxs de la organización de Mujeres Trans Argentina (MTA): "hemos encontrado una diversidad de capacidades enormes, desde compañeras que están estudiando historia hasta otras que son maestras pasteleras o maestros pasteleros. Entonces realmente hay que hacer una discriminación positiva", sostuvo. 

Por ello afirmó que no basta con abrir una convocatoria para un perfil en una empresa (sea de administrativa, de maestranza, o de contable), sino que "hay que hacer una discriminación inversa y decir que es LGBT no excluyente y que se espera que se sumen a la compañía personas trans", prosiguió: "hay que nombrarlo porque si no pasa como nos pasa a las mujeres, que no nos sentimos invitadas o no nos sentimos capaces de estar en las ciencias duras". 

En el inicio de la actividad la titular de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad, Itatí Carrique, dijo que "es fundamental seguir hablando y sensibilizando al respecto, no sólo al Ejecutivo, sino también a la esfera privada". A modo de ejemplo, dijo que hay empresas como Tabes, que incorporó a la diversidad siendo "un ejemplo a replicar y un sendero para avanzar”.

De la jornada también participó el gerente de marketing de la empresa Tabes, Javier Gristelli, quien explicó la política llevada adelante por la tabacalera en la materia y resaltó que la gran mayoría de las trabajadoras y los trabajadores modificaron comentarios o conductas estereotipadas, inclusive en sus hogares. Gristelli mencionó también la paridad de género en Tabes que, actualmente, es del 51 %, con mujeres en cargos jerárquicos.

Un plan contra la discriminación

También la secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Mariana Reyes, presentó el Plan provincial contra la Discriminación, que establece la obligatoriedad de formarse integralmente en materia de igualdad e inclusión a todos los niveles y jerarquías de los poderes del Estado provincial. Reyes contó que Salta es la segunda provincia argentina que más discrimina por pobreza, por género y por color de piel, y la primera en contar con esta herramienta.

De acuerdo al Mapa de la Discriminación que elaboró el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), las mayores causas de discriminación experimentadas por la ciudadanía salteña refieren en primer lugar a la situación de pobreza, seguida por el color de piel y el género.

Los datos surgieron de una encuesta nacional de hogar que realizó el INADI en 2019, con el objetivo de conocer las formas en que se expresa la discriminación en todo el país. En el caso de Salta, se realizaron 400 encuestas seleccionadas, teniendo en cuenta el género y edad, que se llevaron adelante en las principales localidades de la provincia por equipos de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). 

En ese sentido, se evidenció que el motivo principal al momento de sufrir discriminación está asociado a la situación de pobreza, con un 32%. Este porcentaje reúne 11 puntos más que en el resto de las provincias relevadas, donde ocupa el tercer lugar. Además, si se comparan estos resultados con la edición de 2013, que fue el último año en que se realizó el Mapa, la discriminación por pobreza también ocupaba el primer lugar en Salta, entonces fue del 38%.

En segundo lugar se ubicó la discriminación por el color de piel, con un 27%, igual porcentaje que en 2013. En cuanto a la discriminación por aspecto racializado, aparece en el gráfico en quinto lugar, con un porcentaje del 16%. Ambos datos son relevantes si se considera que el 9,5% de la población encuestada dijo pertenecer o ser descendiente de pueblos indígenas.

También es relativamente alta la discriminación a las personas pertenecientes o descendientes de pueblos indígenas, aunque el porcentaje llega al 7%, está muy por encima del resto de las provinicias, donde alcanza el 1%.