Hagamos de esta noche/ Una noche de terror/ Vengo volando siente mi calor/ No sientas temor/ Maldad mezclada con amor canta la neoperra Tomasa del Real y, en su primera noche en Buenos Aires, la brasilera Slim Soledad se hizo eco de este track vampírico aterrizando en la Hiedrah. Aunque tenía poquísimo tiempo para recorrer la ciudad porteña, eligió destinar varias horas de su visita express para curar un set especial para esta cita, que abrió una subtrama queer vampírica camp en la sala El Maquinal. Artistas como Mabel, Juana Rozas, los DJs pareja y Choca en un B2B experimental con Jabex acompañaron un line up de altísimo voltaje.

Dj, productora, modelo de Burberry y madrina del colectivo Chernobyl, que nuclea a otrxs artistas negrxs queer brasilerxs; Slim Soledad gira entre su país y latitudes europeas, hipnotizando con un reino sonoro que conjuga hard techno con funk brasilero. Mientras este género nacido en los barrios populares cariocas ya llegó al mainstream pop del norte global, Slim estira su frontera para traficar en las pistas beats reales que aumentan el ritmo cardíaco, arrebatando ravers de países como Suiza, Francia, Alemania y España, donde se presentará próximamente en el Sónar 2024, en Barcelona.

“Siempre he tenido una conexión muy fuerte también con el reggae, cuando descubrí que amaba bailar durante mi adolescencia, cuando solía ir a bailes callejeros que tocaban funk y dancehall, o simplemente para ir a 'regueiras', que eran fiestas en Brasil que se hacían en la calle”, reflexiona sobre la música que inspira su proceso creativo, además de rescatar los ritmos de música negra de los 2000 y canciones románticas pop que escuchaban sus papás en la casa de su infancia.

En su paso por Buenos Aires, cumplió con la consigna temática de la noche VAMP montada de full rojo sangre como una vampiresa enjoyada y abrió su set haciéndole un guiño a la fiesta, entrando con un track de la venezolana Yajaira la Bellaca x Genosidra, que salió por el sello de la Hiedrah. Los Pareja, que habían calentado la pista antes de su llegada, escucharon todo su set pegados a la cabina. Coronados con un rosario de ristras de ajos y con una pasera de ballroom improvisada en el fondo de la sala, el comentario de lxs ravers conjurados por el mismo embrujo con los ojos cerrados, hechizados al unísono x Slim Soledad era: la está rompiendo.

En una entrevista con la revista METAL señalaste que estás abrazando tu caos y tus errores en tu proceso creativo. ¿Encontrás una conexión entre aprovechar esos fracasos y tu existencia como identidad queer en el mundo?

-Creo que fui muy dura conmigo misma durante mucho tiempo porque no hacía las cosas bien y no estaba tan calificada como otras personas. Y digo esto desde el lugar de compararme con gente que era más privilegiada y exitosa que yo. Después de empezar a ser un poco más amable y ver que mi proceso también era valioso, creo que terminé empoderándome porque no tenía más opción que abrazar mis defectos y convivir con ellos, y también entender que mi caos y el caos queer son lugares de encuentros, cruces y salidas.

En Argentina estamos experimentando un momento de represión y estigma contra la comunidad LGBTIQ+ por parte del gobierno que va en la misma línea que el que se vivió en Brasil durante el bolsonarismo. ¿Cómo creés que las fiestas hechas por y para la comunidad pueden ser un espacio de resistencia contra el avance de la extrema derecha?

-El movimiento de la escena queer hace que la comunidad sea más fuerte porque le da a todos estos cuerpos un lugar de protagonismo, aunque sean grupos pequeños; esto reverbera en diferentes cuerpos, familias, movimientos culturales e intelectuales de ocupación de espacios, expandiéndose como un virus. Cuando experimentamos el bolsonarismo en Brasil fue justo cuando me mudé a Europa, pero pude escuchar por mis amigues lo difícil que era vivir en ese país, aunque la escena continúo resistiendo a la represión, creo que el sentido de comunidad aumentó y todxs empezaron a ser más cuidadosos entre elles. Ahora que ustedes en Argentina están pasando por algo similar, creo que vale la pena fortalecer la comunidad en el sentido de cuidarse mutuamente.

¿Cuál es la diferencia entre ser una DJ queer y racializada a la hora de tocar en Brasil o en Europa?

-En Brasil siento que es más difícil ingresar a algunos espacios porque la burguesía no quiere vernos ocupando esos lugares y termina siendo agotador y competitivo porque al llevar todos estos símbolos tenemos que demostrar el doble cuánto valemos. En Europa también siento que es complicado, pero el acceso es diferente para nuestro tipo de corporalidades, debido al proceso histórico que tuvo lugar ahí, que es diferente al que tuvimos en Brasil.

Tu estética como intérprete y modelo, al igual que la de Chernobyl, juega con lo sensual, pero también con lo grotesco y disruptivo. Una propuesta que rompe con el mandamiento heterocis/patriarcal de que las personas de la comunidad deben ser lo más asimilables posible a la cisnorma. ¿Cómo creés que ese caos erótico y monstruoso se traduce en tu música?

-Se traduce automáticamente como un todo. Creo que la sensualidad y la monstruosidad son parte de mi identidad, porque ahí encuentro la belleza. Por supuesto que eso no me limita, pero es parte de lo que soy, porque un monstruo también puede ser lindo, depende de los ojos que lo miren.

Construiste una carrera de seis años que te llevó a tocar en los festivales más mainstream de ciudades cosmopolitas, pero nos imaginamos cómo fueron tus primeras veces en la cabina en San Pablo, tocando para tus amigas más cercanas. ¿Qué consejo le darías a una persona trans que recién está comenzando a ser DJ y ve en el DJing una exploración artística y una oportunidad económica?

-Mi primer consejo es comenzar haciendo mucha investigación sobre lo que querés transmitir sonoramente y probarlo hasta que encuentres tu propia fórmula. La parte económica puede ser un camino largo hasta que puedas estabilizarte, pero realmente eso depende de vos, de que puedas disfrutar de lo que estás haciendo, de poner la energía en eso, y la parte económica va a resultar como consecuencia de ese proceso. Creo que si le dedicás tiempo a ir sembrándolo podés llegar a cosechar flores hermosas; no solo en lo financiero, sino también en el prestigio. Siempre le doy consejos a mis amigas que están arrancando y creo que lo más importante es ser persistente, equivocarse varias veces y también aceptarlo, pero no rendirse.