En el marco de la investigación por el fallecimiento de un nene de 10 años en la pileta “La Dulce” del Jockey Club, el 2 de enero pasado, la fiscal Mariela Oliva imputó en libertad a una guardavidas que se desempeñaba en el lugar al momento del hecho. Según se indicó desde el Ministerio Público de la Acusación, la funcionaria judicial le atribuyó el delito de "homicidio culposo" (no intencional) en relación a un "obrar imprudente de la habilitación del natatorio", en "condiciones que importan un riesgo". En tanto, fuentes del caso indicaron que hay medidas dispuestas y pericias "en curso y a la espera de resultados y en análisis". La madre del niño pidió justicia, apuntó a la "responsabilidad de las autoridades del club" y habló de una "cadena de negligencias", por lo que espera "más imputaciones". 

La medida se realizó ayer por la mañana en la Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos de la Fiscalía. En esa instancia, la fiscal Oliva citó a la identificada como M. S. y le imputó la mencionada figura penal, en estado de libertad, para continuar con el proceso y la investigación en relación a otras posibles responsabilidades.

La primera imputación por la muerte de Facundo Gorga llegó un mes después de que la querella que representa a la familia de la víctima solicitara en abril que sea imputado el presidente de la institución, Charles Roberts. Ese día, los abogados querellantes Víctor Corvalán y Evelyn Quain presentaron un escrito ante la fiscal en el que, entre otras evidencias, mencionaron que el niño murió por permanecer aproximadamente ocho minutos bajo el agua en la pileta, mientras tenía el pie atrapado en un ducto que no tenía reja de protección. Los querellantes agregaron que, por información obtenida sobre la base de testimonios, ya hubo otros episodios en el lugar y el presidente estaba al tanto de esa situación. Además, manifestaron que desde la institución habían puesto años atrás una rejilla de hierro, que fue retirada después. En ese sentido, hablaron de elementos que apuntan a las responsabilidades del club en "haber generado un ámbito de riesgo absolutamente desmedido" en la pileta.

Ayer, María José, la madre de Facundo, lamentó en Canal 3 que "nadie apagó la bomba", y reclamó justicia. "La fiscal nos dijo que era la primera, que va a seguir imputando y eso esperamos porque consideramos que la responsabilidad de la muerte de mi hijo no recae exclusivamente en esta persona, que hay otros responsables, que las autoridades del club tienen un grado de responsabilidad muchísimo mayor, porque yo llevé a mi hijo al club a jugar a una pileta. Pileta cuyo ducto no tenía rejilla, una bomba funcionando; nadie apagó la bomba, nadie la podía apagar, y esa es la causa de la muerte de mi hijo".  Además, cuestionó: "No noto que en las autoridades del club haya empatía, ética, ni una actitud humana o responsabilidad institucional. Le tocó a Facu, pero todos los niños y niñas que estuvieron jugando en esa pileta estuvieron expuestos a la muerte, y eso es inconcebible. Espero que los responsables de esta cadena de negligencias se hagan cargo y que sean condenados. Esto no fue un accidente, fue un homicidio. Pido justicia".