La presencia libertaria se hace notar en el Congreso, y no solo con proyectos insólitos para "renunciar a la paternidad" o analogías para comparar el triunfo de Javier Milei con un abuso sexual, basado en el cuento de La Bella Durmiente. Ahora parece que los legisladores se suman a las tendencias de moda, precisamente con los famosos "patitos" amarillos que van sobre la cabeza.

El episodio mencionado tiene como protagonista a la diputada mendocina Lourdes Arrieta, quien apareció en las comisiones de Legislación Penal y Seguridad Interior con el famoso accesorio, prendido a su cabello.

Aunque se desconoce si venía de pasear por el Barrio Chino o de realizar algún tour por la Ciudad de Buenos Aires, lo que sí es cierto es que la legisladora Arrieta llevaba puesto su "patito kawaii" mientras debatía una iniciativa de suma seriedad: la creación del Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual.

No es la primera vez que la diputada de 30 años llama la atención: durante la primera y maratónica sesión por la Ley Bases en febrero pasado, Arrieta respaldó el proyecto, habló con orgullo de pertenecer a la familia militar y cerró su intervención con una cita de Nicolás Avellaneda para hablar de la importancia "de no olvidar las tradiciones de los pueblos". 

En ese contexto, culminó con un "viva", pero antes de agregar a "la libertad, carajo" —el latiguillo de Javier Milei— se tomó una licencia y añadió "Cristo".

"Yo quiero soñar como Alberdi y concretar como Urquiza. Como alguna vez le dijo Urquiza a Alberdi: 'Que la República Argentina sea grande y feliz'. Viva Cristo, viva la Patria, viva Malvinas y viva la libertad. Sí a la Ley Bases", señaló.

Patitos kawaii: qué significa la moda que ya es tendencia en Argentina

Una de las últimas modas que se introdujo en Buenos Aires no se trata de una prenda, una palabra o un modo de actuar: se trata de los "patitos kawaii", unos simpáticos prendedores en forma de pato de color amarillo y que suelen tener alguna característica en particular, como un sombrero, un moño u otro accesorio.

Precisamente, uno de los sitios con la mayor cantidad de "patitos" sobre las cabezas de los turistas y transeúntes es el Barrio Chino, en la zona de Belgrano en donde varios locales los ofrecen a un precio que ronda los 1500 y 2000 pesos. La obligación es que una vez que son adquiridos, sean colocados en el pelo y seguir recorriendo las calles con el pato sobre la cabeza.

Esta dinámica no se limita a una simple hebilla en la cabeza: hay quienes optan por llevar los patitos en el hombro o en la solapa de la ropa. Estos accesorios se han convertido en una forma de expresar optimismo y alegría.

"Kawaii", quiere decir "lindo" o "tierno" en japonés, y está íntimamente relacionado a la estética Kawaii que se trasladó al mundo del entretenimiento y del anime.

El patito está vinculado a la creencia asiática sobre el color amarillo, dado que conecta con la felicidad, la alegría y la energía positiva.

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