Familias de los barrios populares y trabajadoras de los comedores comunitarios se movilizaron al depósito de Villa Martelli donde el ministerio de Capital Humano retiene cinco millones de kilos de alimentos. Allí cortaron la calle, tratando de meter un poco de presión para que la ministra Sandra Pettovello distribuya la comida que, desde hace seis meses, mantiene en el galpón, guardada, como parte de su guerra contra los movimientos sociales. El lunes, un juez federal le ordenó que presente un plan para que la mercadería llegue rápidamente a los comedores, pero el ministerio sigue negándose.
“Milei, no entendés, la guita no alcanza”, resumía uno de los carteles que los manifestantes pegaron en el portón para el ingreso y salida de camiones. Las responsables de los comedores contaron que a sus ollas, pese a que están desabastecidas, van a pedir cada vez más jubilados y pibes.
Con este reclamo la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) dio un nuevo paso en la pelea que le ha planteado el gobierno mileísta, obsesionado en desarmar a las organizaciones sociales.
La mañana estuvo fría y cubiertos con camperas y bufandas, los reunidos en la avenida Roca al 4900 le pusieron calor a la protesta con cantitos. A la ministra le dedicaron el conocido “Pettovello, Pettovello / que amargada se te ve / entregá los alimentos / los pibes quieren comer”. También Milei recibió el suyo (“Un minuto de silencio / para Conan que está muerto”).
A las once llegó a la concentración Juan Grabois, que es querellante en la causa judicial, para hablar de la medida dispuesta por el juez Sebastián Casanello. “El gobierno va a generar una situación de caos porque no quiere cumplir el fallo”, dijo el dirigente a los presentes, munido de un megáfono.
Grabois consideró “repugnante que haya millones de kilos de alimentos retenidos y acá atrás, a unos metros, haya ollas populares vacías y gente que pasa hambre”.
Recordó que los 5 millones de kilos de alimentos “fueron comprados (por la gestión anterior) para ser entregados en comedores y merenderos y agregó que “este no es un derecho de las organizaciones sociales, sino un derecho de la gente, un derecho de los pibes”.
“El fallo le dió 72 horas para repartir la comida, ahora le quedan 48”, advirtió. Más tarde, en una entrevista, el dirigente de Argentina Humana agregó que Pettovello “va a terminar presa” si continúa sin distribuir los alimentos.
En los medios
Además de en la calle y en los tribunales, el conflicto se discute a través de los medios, de cara a la opinión pública. Pettovello, que no ha hablado sino a través de sus funcionarios, mandó como último portavoz a la subsecretaria legal de Capital Humano, Leila Gianni, al canal La Nación+.
Gianni llegó al estudio de tv con un paquete de yerba y lo abrió para mostrar que la mercadería retenida -comprada por la gestión anterior- es de “mala calidad”. “Es puro palo”, remarcó. El argumento es el mismo que el ministerio utilizó para justificar por qué no había repartido, a fines de año, la canasta navideña que también había dejado comprada el gobierno anterior.
La funcionaria también sostuvo que el origen del problema es que “las organizaciones sociales extorsionaban a los más vulnerables” y añadió que “Capital Humano, además de encontrar un sinfín de irregularidades que hemos denunciado, nunca ha dejado de asistir a los más vulnerables a través de la Tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y de los comedores”.
Patricia Bullrich había dicho, horas antes, que "el ministerio de Capital Humano no se guarda nada, lo que no hace es permitir que se roben la comida".
Le replicó el economista y diputado Itaí Hagman, con un cuadro que muestra que sí hubo un recorte de la asistencia alimentaria durante la gestión de Milei, un ajuste que calificó “insensible y cruel” porque en al mismo tiempo la indigencia estaba aumentando hasta duplicar la de un año atrás.
“En el primer cuatrimestre el Gobierno recortó un 43% el programa de Comedores Comunitarios y un 41% el de Complemento Alimentario. Se excusan en que aumentaron la Tarjeta Alimentar, pero si eso alcanzara... ¿cómo explican que de acuerdo al Observatorio de la Deuda Social de la UCA prácticamente se haya casi duplicado la indigencia?”, se preguntó.