La presidenta de la Cámara de Combustibles de Córdoba, Marisa Centenaro, explicó el impacto que tiene el desabastecimiento de GNC en las estaciones de servicio de todo el país.
En diálogo con la 750, Centenaro señaló que no solamente la provincia mediterránea tiene cortado el GNC en sus estaciones de servicio, "sino que están todas sin provisión", lo que afecta a unas 1.400 estaciones en total.
"Se ven afectados ya no solamente el estacionero sino también los usuarios de este producto, que son alrededor de un millón 400 mil personas, o vehículos", detalló.
"En el sistema de cortes, las estaciones de servicio somos el último eslabón en la cadena. Ya sufrieron cortes las industrias, las estaciones interrumpibles, que hace como 12 días están sin producto, y a partir de ayer nos toca a nosotros, para priorizar el servicio al domiciliario", agregó.
Si bien desde el sector esperan que el problema se resuelva pronto, la titular de la Cámara de Combustibles cordobesa explicó que la solución no es inmediata: "Si mañana, o a partir de esta tarde, el barco comienza a inyectar el gas en el gasoducto en Escobar, hasta que se recuperan los niveles y las presiones de gas lleva varias horas. No se aprieta un botón y todo vuelve a la normalidad", aclaró.
Tal como indicó la entrevistada, Enarsa informó hace unas horas que Petrobras aceptó esta mañana las condiciones de pago del cargamento de GNL amarrado en el puerto de Escobar y ya comenzó su descarga, no obstante el proceso hasta que el GNL pase a la planta compresora y de allí comience a ser distribuido puede demandar entre 48 y 72 horas hasta alcanzar la normalización.
Para Centenaro, este problema es "una de las consecuencias de terminar la obra pública para hacer que cierren los números".
En esa línea, detalló que las estaciones de servicio en Argentina "acumulan solamente un cuatro por ciento del consumo total del gas del país", por lo que, según su visión, "tomar este tipo de medidas y cerrar el grifo para tratar de preservar solo ese porcentaje del sistema nos parece que es una medida totalmente cruel y por demás dañina para el sistema, porque no solamente perjudica al estacionero, sino también al público en general".
"Nos parece una agresión totalmente innecesaria y un castigo más a este sector", concluyó.