Las crisis pueden generar escenarios imprevistos, como una gran coincidencia entre sindicatos y empresarios. La recesión económica traccionada principalmente por el derrumbe del consumo del mercado interno une a trabajadores y empresarios pyme industriales en el espanto: el 70 por ciento de las pyme industriales aseguran haber atravesado una situación mala o muy mala durante los primeros cinco meses del año; y ni sindicatos ni empresarios proyectan una mejora a futuro.
Los datos resultan de dos relevamientos independientes que reflejan el enfriamiento de la actividad desde el punto de los empresarios asociados a Industriales Pymes Argentinos (IPA) y de los trabajadores nucleados en la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIAA). Además de coincidir en la situación actual (con especificidades propias de cada sector), la mirada a futuro es optimista de los dos lados del mostrador.
No hay futuro
"El dato más preocupante surgió de las expectativas para el período de doce meses próximos para la industria manufacturera", asegura el informe de IPA, "ya que un 55,3 por ciento de los encuestados pronosticó un peor escenario para la actividad sectorial; y un 23,5 por ciento vaticinó la continuidad de la crisis que atraviesa en la actualidad al no esperar cambios relevantes. Solamente un 21,2 por ciento espera que las condiciones de producción sean mejores para ese período de tiempo". En esta misma linea, el 73,9 por ciento de los encuestados sindicales consideran que en los próximos 6 meses la situación económica de las empresas será moderada o mucho peor que la actual.
En los primeros cinco meses del año, el 31,3 por ciento los industriales pymes dice haber atravesado una situación muy mala, y un 38,2 por ciento una situación mala desde la puesta en marcha del plan económico del Gobierno nacional. En tanto, un 26,3 por ciento consideró “buena” a esta etapa; y, apenas un 4,1 por ciento la ponderó como “muy buena”. Desde la parte sindical el diagnóstico es similar: al comparar la situación actual de las empresas en relación a diciembre de 2023, 95,7 por ciento de los encuestados indicaron que la situación económica de las empresas ha empeorado moderadamente o ha empeorado mucho, con caída en las ventas y, por lo tanto, en la producción.
El 60,9 por ciento de las empresas declararon caídas de las ventas superiores a 15 por ciento. La caída en las ventas indefectiblemente provoca una disminución en la producción, lo que resulta en una capacidad instalada ociosa notable. El 52,2 por ciento de las empresas cuentan con más del 40 por ciento de su capacidad instalada ociosa, y solo 4,3 por ciento tiene menos del 10 por ciento sin utilizar. Es importante tener presente que a nivel país, la utilización de la capacidad instalada en marzo de este año era de 53,4 por ciento, lo que representa una disminución de 13,9 puntos porcentuales respecto al año pasado y solo 1,8 puntos porcentuales por encima de marzo de 2020, en plena pandemia (INDEC).
El 62,2 por ciento de las pymes industriales aseguró que la evolución del escenario futuro
depende “de cuál sea la política económica del Gobierno”; en tanto que un 33,2 por ciento del universo
encuestado señaló a la “situación del mercado interno” como factor decisivo de los negocios del
sector. “Más del 95 por ciento de las Pymes estamos viendo si salimos o no de la recesión. De eso
dependerán las inversiones, el empleo y hasta la continuidad de las fábricas”, afirmó el presidente de IPA,
Daniel Rosato, “la encuesta que mostramos hoy confirma nuestro pronóstico desde el día 1. Todo este tiempo
intentamos mantener un diálogo con las máximas autoridades del país y del Ministerio de
Economía para anticiparnos y evitar la crisis que finalmente ocurrió en esta primera etapa y que
dejó a muchas Pymes en situación de serio riesgo de continuidad”, agregó.
La contracara: el desempleo
La contracara de esta merma viene de la mano del empleo. De acuerdo a CSIAA, solo 26 por ciento de las empresas no han despedido personal durante el 2024. En relación a otras políticas laborales, 47,8 por ciento han ofrecido jubilaciones anticipadas y retiros
voluntarios. Por otro lado, hubo recortes de horas extras en 91,3 por ciento de las empresas, reducción de turnos de producción
en 82,6 por ciento, suspensiones en 69,6 por ciento, y adelanto de vacaciones en 56,5 por ciento. "Cuando se consultó sobre los acuerdos paritarios de los últimos meses, se observa que, en líneas
generales, los aumentos salariales fueron acompañando al Índice de Precios al Consumidor – IPC", aseguran.
En esta linea un dato alarmante surgido del cuestionario de IPA fue la predisposición del 35 por ciento de las Pymes a despedir
personal: “Ante la imposibilidad de pagar salarios, muchas fábricas tienen que desprenderse de sus
trabajadores, a los cuales formaron y quienes son parte de la familia industrial. Estas decisiones se
toman con mucho pesar”, aclaró Rosato. El grueso de las empresas (54,8 por ciento) aseguró que mantendrá
inalterable su plantel laboral; mientras que un 10,1 por ciento planifica incorporaciones a sus plantillas de
trabajadores
La caída de los puestos de trabajo es coincidente con los datos relevados por la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, que muestran que, en el mes de febrero, se perdieron 20.666 puestos de trabajo registrados asalariados en el sector privado. Para marzo la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que calcula el nivel de empleo en unas 3.500 empresas los aglomerados urbanos, estima una caída de otros 34.166 puestos.